Prueba V.O.: Nissan Qashqai 2.0 dCi del año 2007

Basada en la plataforma CPL32 del X-Trail, de robustez y fiabilidad más que contrastadas, se desarrolló la carrocería del Qashqai. Moderno, con una buena imagen y con la calidad de los turismos actuales, este vehículo augura una buena resistencia a la corrosión y, en definitiva, al paso del tiempo.
En el interior disfrutamos de buenos acabados y un ensamblado más que correcto. Los fabricantes en los crossover tratan de ganar en imagen de marca y, por su mayor precio de venta, pueden ofrecer niveles de calidad muy buenos.
En la parte mecánica encontramos tecnología similar a la de los turismos de gran producción, que ofrecen rendimientos satisfactorios con fiabilidad contrastada. El propulsor de origen Renault es de tipo generalista. No se trata de tecnología punta, pero los repuestos y las correcciones a los fallos de producción están garantizados.

Los 1.600 kilos de peso son el principal escollo a la hora de los consumos. En carretera, son comedidos, en torno a los siete litros o menos, pero el “arranca-para” urbano lo lleva a los diez, a nada que se complique el tráfico. La transmisión es delantera con acoplamiento progresivo del eje posterior y, gracias al bloqueo central, las salidas a la montaña con lluvia o nieve son seguras. Además, nos permite ciertas alegrías por pistas y caminos en buen estado.

No obstante, el ángulo de ataque, la escasa altura al suelo y sus escasos recorridos de suspensión invitan a mantener la calma y disfrutar de forma contenida de sus posibilidades fuera del asfalto. La transmisión que ofrece la caja de cambios es fiable y muy cómoda. Las dimensiones y la suavidad de la dirección son un buen complemento de la caja de cambios automática.

Las unidades del Nissan Qashqai de 2007, como la que es objeto de nuestra prueba, se ofertan por entre 7.500 y 10.000 euros en función de la motorización y los kilómetros del coche.

Nissan Qashqai 2.0 dCi 2007
El motor de origen Renault es fiable aunque no ha estado exento de ciertos problemas en su fase más temprana de producción, ya solucionados.	Las suspensiones independientes tienen un recorrido corto y, dado que no se trata de conjuntos especialmente robustos, no hay que abusar de los ritmos altos al circular por campo.
Los bajos del Qashqai se encuentran muy expuestos y su configuración no facilita la instalación de protecciones que podrían paliar está situación.	En el eje trasero, encontramos un diferencial que, además de estar muy cerca del suelo y ser difícil de proteger, comparte espacio con el escape.
Como corresponde a un fabricante generalista de prestigio, la calidad de los materiales empleados y el nivel de ensamblado de todo el interior se encuentran a gran altura.	Poco a poco, los cambios automáticos se van abriendo camino. La facilidad de uso, su fiabilidad y los consumos ajustados los hacen preferibles a los de tipo manual.
Las plazas traseras quedan justas para tres ocupantes. De hecho, la configuración de los sientos está pensada para dos.	El sistema de transmisión ofrece un buen rendimiento sobre terrenos deslizantes, pero es un poco justo para el campo.
La amplia lista de opciones de este superventas incluye todo lo necesario para satisfacer las demandas de cualquier cliente, como este techo solar de grandes dimensiones.	El maletero del Qashqai queda un poco escaso para alojar el equipaje de los cinco ocupantes.

Cuánto cuesta arreglarlo
Paragolpes del. /tras	194 euros
Aleta delantera	170 euros
Radiador	288 euros
Caja de cambios automática	4.300 euros
Caja de cambios manual 6 v.	2.750 euros
Alternador	373 euros
Disco de freno	89 euros
Silenciador de escape	208 euros
Transmisión del. /tras.	581/644 euros
Diferencial trasero	1.358 euros

La alternativa: El Ford Kuga es el otro todocamino superventas

Ford Kuga (2007). Aunque cuenta con una gama más limitada, el todocamino compacto de Ford es otro superventas. Sin ser un gran todocamino, sí ofrece mejores cotas que el japonés.

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