Hace un tiempo, Volvo tomó la determinación de electrificar por completo su gama en breve, algo por lo que también han apostado numerosas marcas. Sin embargo, son conscientes de que muchos de sus clientes aún siguen apostando por las mecánicas de combustión, y también saben que esos mismos clientes sí están dispuestos a optar por un vehículo de combustión pero que cuente con algún tipo de electrificación. Así que Volvo ha modificado su estrategia y sus plazos, dando de nuevo importancia a diferentes versiones de gasolina con hibridación ligera o con un sistema híbrido enchufable. El Volvo XC40 es un ejemplo de ello.
Con sus 4,44 metros de largo, el Volvo XC40 es el SUV de acceso a la gama Volvo con este tipo de mecánicas. En este caso, Volvo ha optado por ofrecerlo con dos motores 2.0 turbo de cuatro cilindros con hibridación ligera y dos niveles de potencia: 163 ó 197 CV para sus versiones B3 y B4, respectivamente. También hay un XC40 completamente eléctrico, pero su denominación es diferente: se llama EX40.

El Volvo XC40 es un SUV de cinco plazas que destaca especialmente por su comodidad y por su buena calidad de acabados. Tiene un interior muy bien hecho y muy agradable al que pocas pegas se le pueden poner. Sí, preferiríamos que hubiese más mandos físicos, o una pantalla de mayor tamaño y grafías más grandes, o que ofreciese un maletero más grande (443 litros no es mucho para su tamaño); pero, en general, el interior del XC40 cumple, y lo hace con muy buena nota.
En esta ocasión hemos probado la versión B4 de 197 CV, con tracción delantera y un cambio automático de siete marchas. Se trata de un motor contundente, especialmente refinado y con un cambio de marchas que funciona francamente bien. Nos hubiera gustado que hubiese levas para poder manejarlo de forma manual (sólo se puede accionar a través de la palanca central, y se hace desplazándola hacia los lados, algo que no nos ha terminado de convencer), aunque también entendemos que el perfil de conductor de este tipo de coches rara vez lo utilizará de forma manual.

El motor emplea un sistema de hibridación ligera de 48V con un pequeño motor eléctrico de 14 CV que le asiste en determinadas ocasiones para reducir el consumo. El motor de combustión es tan silencioso y refinado que cuesta percatarse de cuándo se ha detenido o de cuándo vuelve a conectarse. En lo que respecta a su influencia en el consumo, sí se deja notar especialmente en conducción por carretera y a ritmos tranquilos, donde es posible lograr medias por debajo de los 7 L/100 km. De lo contrario, lo normal es moverse entre los 7,5 y 8,5 L/100 km, algo razonable para un coche de su potencia y 1.692 kilos de peso.


En cuanto a comportamiento, el XC40 es un coche muy cómodo y agradable de conducir, con una dirección precisa, una suspensión muy bien puesta a punto y con unas reacciones tremendamente seguras. Es, sin duda, otro de sus puntos fuertes. Si acaso, nosotros habríamos dejado las llantas de 18 ó 19 pulgadas que vienen de serie según el nivel de acabado; las de 21” de nuestra unidad de pruebas, son preciosas, pero exageradas. Y, además, es muy fácil arcarlas al aparcar a poco que nos apoyemos en un bordillo.
El Volvo XC40 B4 está disponible desde 48.000 euros, un precio en línea con sus alternativas directas. Eso sí, por 42.600 euros ya tienes el B3, que con sus 163 CV ya tiene potencia de sobra para un modelo de este tamaño y planteamiento. Y, como ambos llevan el mismo sistema de hibridación ligera, los dos tienen la misma etiqueta Eco de la DGT.