Seat se introdujo en el por aquel entonces potentísimo segmento de los compactos en 1999. Lo hizo con el León, un modelo que aprovechaba la plataforma del Volkswagen Golf y que permitía a la marca española disponer de una alternativa competitiva en el mercado de los compactos, el cual tenía olvidado desde 1986, cuando descatalogó el Seat Ronda. Entre medias existió el Seat Córdoba, que no consideraríamos compacto con todas la ley porque derivaba de un urbano, el Ibiza.
El León fue lanzado casi a la par que la segunda generación del Toledo, con el que compartía todo salvo el último tercio de la carrocería, en una inteligente maniobra de Seat para comercializar dos superventas condensando el grueso de la inversión económica en sólo uno. Veintitrés años después, la generación del León que actualmente se comercializa es la cuarta, la cual fue lanzada en 2020.
Esta cuarta generación supone un importante salto tecnológico respecto a las anteriores, sobre todo en lo relativo a infoentretenimiento. Además, dispone de una amplísima gama de motorizaciones para todos los públicos. Sin que ni siquiera haga falta tener en cuenta las que añade el Cupra León, el Seat León se puede comprar con motores de gasolina, de gasóleo, de Gas Natural Comprimido y en versión híbrida enchufable. Ahora bien, ¿cuál es la elección que te conviene?
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Seat León de gasolina
La oferta mecánica del León gasolina se compone de tres motorizaciones, aunque dos de ellas son prácticamente iguales. El escalón de acceso es un 1.0 TSI de 110 CV que ya es perfectamente válido para un uso convencional. Ofrece prestaciones suficientes y, en uso real, registra un consumo aproximado de 6,1 L/100 km. De forma paralela, hay una versión 1.0 eTSI de idéntica potencia que en lo único que se diferencia es en que añade un sistema de hibridación ligera a 48V que le proporciona la etiqueta ECO. Esta versión eTSI sólo se asocia a la transmisión automática DSG.
En cualquier caso, ¿cuándo interesa un León de gasolina? Teniendo en cuenta las cualidades de las mecánicas de gasolina del León, prácticamente interesan en cualquier caso, puesto que son motorizaciones muy polivalentes. La versión 1.0 TSI, disponible desde 24.900 euros, es la adecuada cuando el precio de compra es un aspecto crucial. Y, teniendo en cuenta la diferencia de tarifa con la motorización equivalente diésel (unos 2.500 euros de diferencia), compensa su compra salvo que se recorran más de 30.000 km al año.
Por encima se sitúa la motorización 1.5 TSI, que ya con cuatro cilindros proporciona 130 CV de potencia y una respuesta más suave y contundente que la del propulsor pequeño sin consumir mucho más en la práctica: unos 6,3 L/100 km. Si buscas buenas prestaciones con un consumo ajustado, entonces el León 1.5 TSI es el ideal.
En resumidas cuentas, el León de gasolina es el que interesa para alguien que priorice el precio y que vaya a destinar el coche a un uso muy polivalente. También el adecuado, en el caso de la versión 1.0 eTSI, para quien valore disponer de etiqueta ECO con vistas al futuro.
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Seat Léon diésel
Existen dos motorizaciones diésel en la gama León, ambas basadas en el mismo bloque 2.0 TDI y las dos con etiqueta C. Una ofrece 115 CV de potencia, mientras que la otra obsequia con 150 CV. El León 2.0 TDI es el adecuado para quien recorra más de 30.000 km al año por carretera, donde se beneficiará de su mayor ventaja: un consumo que ronda los 5,0 L/100 km. El León diésel es caro respecto al de gasolina (desde 27.400 euros), pero con un alto volumen de kilometraje se puede llegar a compensar la diferencia de precio.
Elige la versión de 150 CV si otorgas una notable importancia a las prestaciones pero, en caso contrario, la variante de 115 CV resulta más que suficiente para un uso cotidiano. Eso sí, si quieres cambio automático, tendrás que irte a por la versión más potente.
Seat León de Gas Natural
Las versiones de GNC de Seat siempre han sido muy interesantes, pero hoy en día han perdido algo de atractivo. ¿La razón? La crisis energética ha afectado al GNC de manera brutal, y el kg de GNC ha llegado a superar los 3 euros, lo que supuso más del triple que hace poco más de un año. Por suerte, el problema se ha ido suavizando y, a día de hoy, su precio ronda los 1,65 euros/kg.
El Seat León 1.5 TGI se basa en la mecánica 1.5 TSI de 130 CV, respecto a la que conserva la misma potencia y añade la etiqueta ECO. Cuesta desde 27.500 euros, pero es perfecto desde el punto de vista del ahorro por km, puesto que su consumo medio ronda los 4 kg/100 km. Ahora bien, en España sólo hay 127 estaciones, la mayoría concentradas en torno a Madrid y Barcelona, y eso repercute en que repostarlo no es tan fácil en según que zonas. Aquí puedes conocer la localización de las estaciones.
Y existe un ‘problemilla’ adicional. El León TGI funciona tanto con GNC como con gasolina, pero el depósito de gasolina del que dispone es de sólo 9 litros de capacidad, por lo que proporciona una autonomía muy limitada con este combustible, lo que podría convertirse en un inconveniente a la hora de afrontar largos viajes por autopista. Eso sí, los 17,3 kg que puede almacenar de GNC le bastan para superar los 400 km sin repostar. En definitiva, teniendo en cuenta esos factores desfavorables previamente citados, así como el riesgo que existe en cuanto al variable precio del GNC, el León TGI es el apropiado para recorrer kilómetros con el coste más bajo posible.
Seat León híbrido enchufable
El León e-Hybrid tiene lo mejor de todas las alternativas anteriores (además de la etiqueta 0), razón por la cual es el más caro: 35.940 euros. Por un lado, es el mejor para los desplazamientos diarios cotidianos por una razón evidente: su batería, de 10,8 kWh útiles, le proporciona una autonomía eléctrica real de entre 55 y 58 km. Por otro, la asociación del motor eléctrico con el propulsor 1.4 TSI de combustión suma una potencia de 204 CV, por lo que es el que mejores prestaciones registra de toda la gama.
El León e-Hybrid es la elección idónea para quien recorra unos 50 km diarios y, por tanto, pueda utilizarlo como coche eléctrico. A cambio, eso sí, el comprador debe ser una persona para la que el precio de adquisición no sea un problema.
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