El principal objetivo de los radares de la Dirección General de Tráfico (DGT) siempre ha sido vigilar, controlar y evitar los excesos de velocidad. Pero lo que seguramente no sabías es que determinados cinemómetros pueden comprobar si el vehículo circula con el seguro obligatorio o con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) pasada correctamente.
No todos los radares pueden efectuar tales comprobaciones. Solo los fijos pueden ‘cazar’ a un vehículo sin el seguro o sin la ITV. Y es que este tipo de cinemómetros cuenta con un sistema que les permite reconocer las matrículas. Gracias a él, la DGT puede comprobar si todo está en regla, así como controlar los robos, ya que pueden avisar a las autoridades sobre coches que están en búsqueda tras haber sido robados.
Cuantía de las multas
Que los radares fijos puedan comprobar estos datos tiene que ver con la gran cantidad de vehículos que circulan sin seguro o sin ITV. Y es que según datos de la DGT, en 2016 cerca de dos millones de vehículos circulaban sin seguro, suponiendo un 10% del parque de vehículos español.
En este sentido, circular con un vehículo sin el seguro se salda con la inmovilización y posterior depósito del vehículo, así como una multa que puede ir de los 601 a los 3.005 euros. Asimismo, conducir sin la ITV acarrea hasta tres tipos diferentes de sanciones: si está caducada, la multa es de 200 euros. Si el resultado ha sido desfavorable, 200 euros. Mientras que si ha sido rechazada y seguimos circulando, la sanción económica ascenderá a 500 euros.
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