Seguro que muchas veces has llegado con el coche a un atasco, un accidente o un control de alcoholemia, por ejemplo, y hay uno o varios agentes de tráfico dando órdenes a través de movimientos con el brazo. La mayoría de nosotros conocemos algunas de esas señales que nos hacen, pero desconocemos que, en caso de no cumplirlas, estarás cometiendo una infracción grave.
Sobre todo porque sus indicaciones son prioritarias por encima de las demás. Aunque un semáforo esté en rojo, si el agente te ordena que debes continuar la marcha, debes hacerlo. Incluso por encima de las señales verticales o las marcas viales que indiquen que una calle es de dirección prohibida o hay línea continua. Siempre que un agente esté dirigiendo el tráfico y te de una indicación tendrás que seguirla.
De lo contrario, esta infracción grave en la que incurres te costará 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné de conducir. Y si se trata de revisar la documentación y no la llevas, o tienes la ITV caducada, por ejemplo, se sumará una sanción leve de 100 euros. Además, si la detención es para una prueba de alcoholemia o drogas y te niegas, podrías incurrir en un delito penal si el agente considerara que hay pruebas. Sino recibirías una multa administrativa de 1.000 euros y la retracción de 6 puntos.
Así que para evitar que esto suceda, te explicamos las indicaciones más habituales que te puede hacer un agente de tráfico. Recordar que siempre será con movimientos de brazo, quizás acompañados por un silbato (pitidos cortos indican detenerse, y uno largo reanudar la marcha), y todos ellos están recogidos en el Reglamento General de Circulación (RGC).
En el caso de que esté con el brazo extendido y lo mueva de arriba a abajo, te estará indicando la obligación de disminuir la velocidad ya que posiblemente haya un riesgo en la carretera como un accidente de tráfico, retenciones… Y no será preciso parar el coche. Cuando sí debes detener el coche, es cuando el agente mueva el brazo de arriba a abajo con una luz roja o amarilla. Seguramente en este caso el riesgo en la carretera es mayor, y está es una de esas situaciones en las que no obedecer, supondrá una sanción.
Por otro lado, cuando se trata, por ejemplo, de un atasco o una retención, te lo encontrarás con el brazo levantado en posición de 90 grados y también tendrás la obligación de detener el vehículo. Y finalmente, cuando los brazos estén extendidos horizontalmente, estará indicando la necesidad de que todos los vehículos que se encuentren a su alrededor, indistintamente del sentido de la circulación, tienen que detenerse. Y la circulación no podrá reanudarse hasta que el agente de tráfico cambie la posición.
Asimismo, un agente de tráfico también puede darte indicaciones desde el coche patrulla. Si te adelanta y saca el brazo por la ventanilla, extendido e inmóvil, significará que debes detenerte en el lado derecho de la calzada cuando las condiciones lo permitan con máxima seguridad. Si miras por el retrovisor que encienden las luces roja o amarilla intermitente, estás obligado a detenerte delante de su vehículo, en el lado derecho, también con la máxima seguridad.