Fue en 2013 cuando Renault puso a la venta el primer Captur. Basado en el Clio de aquel momento, el Captur se posicionaba como uno de los pioneros en el segmento que más ha crecido desde entonces, el de los SUV urbanos. Pues bien, seis años después plagados de éxitos a nivel comercial, la marca francesa nos ha citado en Grecia para probar a fondo la segunda generación de este modelo.
Cabe detallar que el Captur se fabrica en exclusiva en Valladolid para más de 70 países de cinco continentes, y que el 92% de la producción que sale de esa fábrica es para exportación. Precisamente en octubre de 2019 se ha llegado a 1.500.000 de unidades fabricadas del Captur en esta planta, de las cuales algo más de 108.000 han ido a parar al mercado español.
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Pues bien, el nuevo Renault Captur ha sido renovado por completo, si bien es cierto que el diseño se su carrocería es muy continuista con su predecesor. Si no fuera por los faros y pilotos, completamente reimaginados, el resto de la nueva carrocería no es tan fácil de diferenciar de la de su antecesor, a pesar de que uno y otro coche no comparten ni una sola pieza.
El nuevo Captur mide 4,23 metros de largo, lo que son 110 mm más que su predecesor. También es 19 mm más ancho y la batalla crece en 33 mm. Asimismo, se desmarca de la mayoría de la competencia por incluir iluminación led de serie en todos sus grupos ópticos, así como por ofrecer hasta 90 combinaciones diferentes para el exterior gracias a los 11 colores distintos para la carrocería, las 5 tonalidades diferentes para el techo y los diferentes paquetes estéticos que se ofertan.
Bajo todo ello se esconde la plataforma CMF-B de la marca, que es la misma que emplean los nuevos Renault Clio y Nissan Juke. Precisamente al igual que sucede con su primo nipón, en el interior se aprecia un enorme salto de calidad con respecto al antiguo Captur. Ahora la mayoría de recubrimientos son de plástico blando o de piel sintética, y además la ergonomía es mucho mejor. Atrás queda la antigua pantalla multimedia de cuestionable manejo para dar lugar a un nuevo sistema multimedia mucho más intuitivo y, sobre todo, mucho más rápido.
Según acabados, la pantalla central puede ser monocromática o a color, esta última de 7″ o de 9,3″ de tamaño y compatible con Android Auto y Apple CarPlay, cámara de 360º, Google Search y actualizaciones de software automáticas. Por su parte, excepto en el acabado básico Life, el cuadro de mandos es virtual con dos tamaños de pantalla: 7 ó 10,2″.
La habitabilidad es otro de los capítulos en los que más ha mejorado el Captur. Detrás hay 17 mm más de espacio para las piernas, lo cual puede no parecer demasiado, pero lo cierto es que dos adultos de elevada estatura pueden viajar con total comodidad. También crece la anchura en esta parte, concretamente en 40 mm, posicionando al Captur como uno de los mejores SUV-B en cuanto a espacio para los pasajeros de las plazas posteriores (los cuales, por cierto, se benefician ahora de salidas de climatización y dos tomas USB para recarga de dispositivos).
Asimismo, conserva de su predecesor la banqueta trasera deslizable, pero ahora además puede moverse longitudinalmente en 16 cm (antes 12 cm), lo cual da lugar al mejor maletero de su segmento: con la banqueta desplazada delante del todo, y contando con el doble fondo del maletero, este llega a cubicar 536 litros. A esa capacidad de carga ha de sumarse la de almacenaje, que no es poca: una guantera de 10 litros, huecos para botellas en los paneles de las puertas y hasta una consola central flotante bajo la cual hay un hueco extra para pequeños objetos. Por último, las posibilidades de personalización del exterior se trasladan al interior: hasta 18 combinaciones diferentes.
La gama mecánica inicial se compone de motores gasolina y diésel. Los primeros son tres: un 1.0 TCe de tres cilindros y 100 CV, un 1.3 TCe de 130 CV (manual o automático EDC de doble embrague) y un 1.5 TCe de 155 CV con cambio EDC. Los diésel se basan en el robusto 1.5 dCi en versiones de 95 CV y 115 CV, este último a elegir entre transmisión manual o automática EDC. Además, en marzo de 2020 se incorporará a la gama una versión 1.0 TCe con adaptación a GLP, y antes de verano llegará una versión híbrida enchufable de 160 CV basada en un bloque 1.6 atmosférico asociado a un propulsor eléctrico alimentado por una batería de 9,8 kWh.
Todos los Captur incluyen frenada de emergencia autónoma con reconocimiento de peatones y ciclistas, y las versiones con cambio automático pueden llevar conducción autónoma de nivel 2, es decir, capaz de mantener el coche dentro de un carril y también de regular la distancia con el vehículo precedente incluso en atascos, pudiendo pararlo y también iniciar la marcha.
Al volante también se aprecia un gran avance en este Captur respecto a su predecesor. Ahora es más ágil y cómodo, su suspensión filtra mejor las irregularidades del asfalto sin que eso se traduzca en un mayor balanceo de la carrocería, el tacto del cambio y de la dirección es más preciso, y la insonorización se ha trabajado.
Hemos probado el motor 1.3 TCe con cambio manual y ofrece una respuesta suave y contundente a la par de un consumo que ronda los 7,0 L/100 km con muchísima facilidad. Todo parece indicar que la versión 1.0 TCe será suficiente a nivel prestacional, pero este motor 1.3 TCe dispone de mucha más fuerza y de un excelente medio régimen. El nuevo Captur llegará a los concesionarios en torno al 15 de enero de 2020, así que muy pronto publicaremos los precios de cada versión.
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