El motivo principal es el de siempre: lo manda Europa, pues en la negociación del plan que se ha traducido en la llegada de fondos de la Unión Europea a España (84.000 millones de euros) se comprometió la implantación de este pago por uso de las vías, entre otras cosas. También hay que decir que, esto en concreto, nos lo llevaba reclamando la Unión Europea una década. Ahora, el Gobierno desmiente que esté pensando en la imposición de peajes por el uso de carreteras.
Sin embargo, la realidad es que, a día de hoy el déficit de mantenimiento de las infraestructuras (unos 7.500 millones de euros, según estima la Asociación Española de la Carretera) ya sólo puede pagarse con semejante derrama adicional de los contribuyentes. En este caso, los conductores, pues los transportistas ya arrancaron al Gobierno el compromiso de no gravarles de más con el nuevo sistema.
Así, aunque no haya trascendido nada prácticamente de cómo será el pago por uso de las carreteras españolas, sí parece que será un sistema que grave a toda clase de vehículos. Lo que se desconoce por ahora es en qué tipo de vías se aplicará, si sólo en autopistas o en todas las carreteras del Estado, autonómicas, etc.
Qué sistemas de peaje se utilizan en Europa
Así funciona la primera autovía de peaje con sistema de pago sin cabinas en España
La euroviñeta
Todo es posible porque las diferentes modalidades de pago por uso lo permiten. Lo más sencillo es introducir el sistema conocido como viñeta (o euroviñeta, que es lo mismo), un nombre que viene de cuando estaba basado en una pegatina similar a la de la ITV que debía colocarse en el parabrisas del vehículo.
Gracias a la evolución de la electrónica, los métodos para saber que no has pagado son múltiples, pero todos se basan en la lectura de matrícula, también con euroviñeta. Este sistema tiene varias ventajas, la principal es que es, de lejos, el más barato y rápido para introducir el pago por uso en España: simplemente, debes dar de alta tu vehículo en una base de datos y pagas cada cierto tiempo (una semana o un mes) una tasa por circular por todas las carreteras o por determinado tipo de vías.
En países donde ya se utiliza, como Bulgaria, el pago por uso se aplica en las autovías. De manera que, si sólo te desplazas por tu pueblo o por una ciudad, no pagas. Además, puede abonarse en una plataforma on-line o en las mismas estaciones de servicio, así que tienes la flexibilidad de hacerlo, por ejemplo, cuando vas a ir de viaje.
Sin embargo, la UE también tiene marcada una fecha de defunción para la viñeta en 2030, dado que no se considera un sistema justo: te hace pagar por un periodo de tiempo cuando a lo mejor sólo vas a hacer uso de las vías unos días o una sola vez. Es la mayor desventaja de este sistema, dado que si un solo día vas a pasar por una autopista, a lo mejor tienes que pagar como si la utilizaras a diario durante una semana o un mes.
Eso sí, la gran ventaja de la euroviñeta es que es rápida de aplicar para las autoridades y sencilla de usar para los usuarios (no requiere dispositivos adicionales en el coche). En todo caso, antes de su llegada, y aunque en menor cantidad que con otros sistemas de pago por uso, para la viñeta habría que instalar en las carreteras cámaras y otros sistemas de control.
Otros sistemas de peaje: DSCR, Video Tolling y GNSS
Estos métodos de pago por uso emplean los mismos mecanismos (pórticos con comunicación de corto alcance, lectura automática de matrículas con cámaras estroboscópicas o el control por satélite), aunque en mucha menos cantidad. Se trata de los sistemas de pago por uso denominados: DSCR, Video Tolling y GNSS.
Estas tres modalidades (cada una basada en tecnologías diferentes) ofrecen una ventaja principal: con ellos se hace posible cobrar a los vehículos que más utilizan las infraestructuras y no a todo el mundo por igual. Eso sí, todos ellos, es obvio, requerirían una inversión ingente.
Algunos, como el DSCR (Dedicated Short-Range Communications), hacen imprescindible llevar en el coche un equipo (el que emite la señal que se lee en los pórticos de control), que podrían tener que pagar incluso los conductores (entre 20 y 100 euros). Ni qué decir tiene que esto haría al DSCR doblemente impopular. Y más todavía si, como parece, dado que el país es demasiado grande para ser gestionado desde un único lugar, en España convivirán varios sistemas y este sólo se acaba aplicando en una de las regiones de pago por uso en las que se podrá dividir nuestro territorio.
Por su parte, los sistemas de videovigilancia (‘video tolling’) no requieren de dispositivos embarcados, pero sí que les hacen falta pórticos de refuerzo. Si no, como no son tan fiables como el DSCR, se les acaban escapando bastantes coches. En todo caso, aquí bastantes quiere decir que leen siempre más del 99,98 % de las matrículas, por si acaso alguien se estaba haciendo ilusiones de no pagar.
Aunque bastantes menos, también son necesarios esos refuerzos en los sistemas de ‘peaje’ por satélite (GNSS). Hoy día, casi todo el mundo lleva un dispositivo con Global Navigation Satellite System en el bolsillo, de manera que esta clase de pago por uso no requeriría más que descargarte una app que incluso hasta se puede configurar para que funcione sólo cuando te desplazas en coche.
Así, los peajes por satélite son relativamente sencillos y baratos de implantar, pero de cara a la ciudadanía tienen varios inconvenientes, ya que pueden vulnerar con facilidad la privacidad de las personas y, sus apps, son una puerta (otra más) de entrada a cualquiera en nuestros datos más personales.
Por otro lado, con estos pagos por uso a través de satélites se hace necesario un mayor control a pie de carretera de las autoridades y, ni qué decir tiene, muchos de los coches y camiones de tránsito por España no van a pagar jamás.