Rusia quiere su propia marca premium

El gobierno ruso ha constatado el éxito que tienen los coches de alta gama alemanes en su país y está intentando que lleguen a producirse vehículos premium nacionales.


El Ministro de Industria y Comercio ruso, Denis Manturov, está cansado de que sus compatriotas más pudientes se compren se compren modelos de Audi, Mercedes y BMW, y ha propuesto que el país fabrique su propia firma de alta gama.

Tradicionalmente, Rusia ha tenido la marca ZiL, que produce las limusinas blindadas que sirven como coches oficiales, pero está muy anticuada y las altas esferas rusas quieren una firma con una gama más amplia. Manturov ha enviado la petición de fabricar una marca premium a ZiL, al grupo GAZ y al pequeño fabricante de superdeportivos Marussia, que contaría con apoyo estatal. Le gustaría que estas empresas elaboraran sus proyectos y los presentaran en el Kremlin ante el gobierno. Manturov espera tener a mediados de año una idea clara sobre la marca que quiere hacer realidad.

Las tres empresas contactadas han respondido asegurando que considerarán la propuesta, pero que necesitan que el gobierno sea más concreto con lo que pide. La portavoz de ZiL, Tatiana Lomakina, ha declarado que su compañía se encuentra muy ocupada construyéndole un coche nuevo a Vladimir Putin, pero que podría reordenar sus prioridades si realmente detecta demanda en el mercado. A priori, parece que no falta: Las ventas de BMW en Rusia crecieron un 33 % en 2012; las de Mercedes, un 29 %, y las de Audi, nada menos que un 44 %.

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