Además, gracias a sistemas que recuperan energiá en la frenada, una caja manual de 6 relaciones y desarrollos realmente largos, el Start&Stop y un coeficiente aerodinámico de 0,26 Cx -0,27 en la versión Combi-, este Superb también destaca en las emisiones de CO2, con 95g/km, y en autonomía, alcanzando los ¡1.780 km! sin parar a repostar –cifras más propias de un híbrido que de un automóvil con motor de combustión-.
A todo ello contribuyen igualmente una altura libre desde el suelo rebajada en 15 mm, unas llantas de 16 pulgadas con neumáticos de baja resistencia a la rodadura y un alerón trasero. Igualmente, añade un filtro de partículas con catalizador SCR y aditivo AdBlue para apenas emitir gases contaminantes. Si todo lo que nos cuenta Skoda oficialmente resulta ser cierto, estaríamos ante una combinación de elementos que crearía escuela en lo referente a consumo.