¿Por qué baja el nivel de anticongelante de mi coche?

Cuando un motor está en funcionamiento, en su interior se generan una serie de rozamientos y fricciones que provocan un aumento de la temperatura. De ahí que el sistema de refrigeración y el anticongelante sean claves para evitar averías.

En el funcionamiento de un motor de combustión interna se generan rozamientos en los componentes internos, que provocan una subida de temperatura y de desgastes en los componentes del motor. El rozamiento es la resistencia que se opone al desplazamiento de un cuerpo y que, en el interior del motor, se produce por el movimiento del pistón sobre el cilindro o camisa, por el giro del cigüeñal sobre sus apoyos, etc.

El funcionamiento de todos estos elementos produce calor que, a su vez, puede provocar que el rendimiento del motor se vea reducido y, en caso de que no se disponga de un buen sistema de refrigeración, podría desembocar en una avería grave e, incluso, en la rotura completa del propulsor.

Anticongelante: de qué tipos existen y cuál debes utilizar en tu coche

Para controlar la temperatura del motor, se incorpora un sistema de refrigeración compuesto por un circuito cerrado de líquido refrigerante, vaso de expansión, radiador de motor, bomba de agua (que en el caso de vehículos híbridos es eléctrica) termostato, sondas de temperatura.

La sincronización de todos los componentes del circuito de refrigeración, está orientada a conseguir que la temperatura de funcionamiento sea de unos 90 grados centígrados, para que el motor funcione de forma óptima.

¿Que ocurre si el nivel de refrigerante comienza a bajar?

Nivel anticongelante

Es cierto que el nivel de anticongelante por la misma evaporación que se produce en su funcionamiento, ya que las continúas subidas y bajadas de temperatura hacen que algo de líquido se evapore, incluso debiendo rellenar en algunos casos 250 ml cada mantenimiento, sin que eso signifique que haya ninguna avería.

Si vemos de repente en el cuadro de instrumentos una alerta que nos indica un nivel de refrigerante bajo y no hemos notado que la temperatura del motor sube más de la cuenta, ni hacemos más de 15.000 kilómetros al año, es el instante en el cual podemos considerar que tenemos una avería.

En primer lugar, habrá que rellenar de líquido anticongelante hasta el nivel que recomienda el fabricante y observar alguna pérdida de manera visual por algunas partes del motor o a través de máquina de diagnóstico, metiendo presión al circuito y comprobando si la mantiene.

Después de rellenarlo podemos observar el nivel durante un tiempo y ver si sigue igual o si ha vuelto a bajar, momento en el cual confirmaremos si existe una pérdida. Podemos tener pérdida por la bomba de agua y ser una pérdida tan pequeña que no se vea, ya que en la mayoría de motores va montada y movida por la correa de distribución, no estando visible a no ser que la pérdida sea grande.

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En algunos modelos de Mercedes-Benz como en el C220 o C200 W204, la situación del motor es longitudinal y la bomba de agua va en la parte delantera, con buen acceso visual, y recibiendo el movimiento para su funcionamiento a través de la correa auxiliar o de accesorios, pudiendo observar si hay pérdida de líquido por la bomba de una manera más fácil.

Si la pérdida no viene de la bomba de agua, tenemos que buscar si hay algún manguito que tenga un poro o una fisura, que puede ser pequeña, pero provocar con el tiempo una bajada del nivel de refrigerante. Puede ser que no se vea caer líquido anticongelante, quedándose depositado en algún rincón del motor, avería complicada y difícilmente diagnosticable, hasta que va a más y deja rastro en el motor o incluso en el suelo.

Otra zona puede ser el calefactor o radiador de calefacción, el cual va alojado en el mueble de climatización, cayendo refrigerante por el interior de habitáculo y produciendo mancha en la moqueta, con olor característico, notando como se empañan los cristales interiormente por la humedad que existe.

El peor de los casos: una avería en la junta de culata

Avería junta culata

Si después de diagnosticar todos estos sistemas no vemos resto alguno de anticongelante, podemos ponernos en lo peor, ¿qué significa esto? Que podemos tener un problema grave de junta de culata.

Hay veces que aparece una pérdida de anticongelante y se repara, por ejemplo, por el radiador de motor y achacamos a que está roto debido a su funcionamiento y número de kilómetros. Pero después de sustituirlo por otro nuevo, si la fuga aparece en otro componente del sistema y así sucesivamente, es cuando se debe comprobar si tenemos una avería por presión en el circuito de refrigeración derivada de un defecto en la junta de culata.

Puede darse el caso que la temperatura del motor no suba y sea correcta, pero se pase anticongelante a uno o varios cilindros, siendo mezclado en la combustión y haciendo que el nivel baje poco a poco, momento en el cual, deberemos comprobar si existen hidrocarburos en el líquido refrigerante, a través de diagnosis y si en efecto existen, habrá que extraer la culata para sustituir probablemente la junta.

Por lo tanto, si detectamos que el nivel del vaso de expansión baja y tenemos que rellenar cada cierto tiempo, tendremos que llevar el coche al taller para que sea diagnosticado y reparado y así evitar averías más graves y desagradables para nuestro bolsillo.