Dos décadas después, Opel está lista para recuperar esta denominación en lo que será el Opel Astra más potente hasta la fecha. Tendrá un motor 2.0 turbo de gasolina, el mismo que incorpora el Opel Insignia -que, en su versión GSi, también dispone de un diésel con 260 CV-, si bien su potencia se verá rebajada a unos 230 CV. De este modo, se situará en la órbita de modelos como el Volkswagen Golf GTI y el Ford Focus ST, entre otros, y dejará la puerta abierta a una futura versión OPC que rondará los 300 CV.
Opel ha ‘ocultado’ sus intenciones de una forma un tanto peculiar. Por una parte, la unidad de pruebas está dotada de unas discretas llantas de acero, a través de las cuales se aprecian unas pinzas de freno rojas de generoso tamaño. También se pueden ver con total claridad los nuevos paragolpes, muy similares a los empleados en el Insignia GSi, así como los dos terminales de escape en la parte posterior. Y, por si había dudas, el logotipo de la parrilla termina de confirmar que estamos ante un Astra ‘especial’. Saldrá a la venta a finales de 2018, y tendrá un precio alrededor de los 32.000 euros.