Toyota RAV4 AWD-i: primera prueba

El Toyota RAV4 AWD-i es la variante de tracción total de este SUV de 222 CV, 4,60 metros y 580 litros de maletero. Nos ponemos a sus mandos para saber cómo va.

En Toyota afirman están desbordados por la demanda del RAV4, un modelo que hemos probado en Autofácil -y cuya prueba puedes encontrar aquí- y que nos parece una alternativa interesante, sobre todo porque esta nueva generación del RAV4 Hybrid es mucho más eficiente que la del anterior.

Ahora, la gama aumenta con la llegada de la variante de tracción total denominada AWD-i –All Wheel Drive Intelligent-. Como en el RAV4 de tracción delantera, el AWD-i tiene un motor térmico conectado a otro eléctrico que acciona las ruedas delantera, pero añade otro motor eléctrico para accionar las ruedas traseras. Además de convertir al RAV4 en un modelo de tracción total, la llegada de esta segunda unidad eléctrica hace que la potencia total del conjunto pase de 218 a 222 CV.

Curiosamente, pese a tener un poco más de potencia y 60 kilos más de peso -1.650 kilos en vacío-, Toyota espera homologar una cifra de consumo incluso más baja que la del RAV4 de tracción delantera debido a la ayuda que genera en el momento de iniciar la marcha -el RAV4 4×2 declara 4,5 L/100 km; con el AWD-i, esperan bajar a 4,4 litros/100 km-.

Toyota RAV4:¿Cómo va?

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Además de consumir menos, Toyota también declara unas mejores prestaciones para el AWD-i, que según los datos oficiales pasa de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos en vez de los 8,4 litros/100 km del RAV4 4×2.

Sin embargo, las principales ventajas del RAV4 AWD-i se notan en zonas embarradas o con nieve. El AWD-i no es un todo terreno como el Land Cruiser, y tampoco pretende serlo. Pero sí es un modelo que, gracias a la doble tracción, resulta más eficaz en ese tipo de terrenos.

Por lo demás, el RAV4 es un SUV cómodo y agradable, que ha mejorado con la llegada de una nueva caja de cambios que simula tener seis velocidades -en la práctica, no es así- para ser menos ruidoso -aunque sigue siéndolo a la hora de acelerar a fondo-. Además, tiene unas prestaciones suficientes para desplazarse con bastante agilidad, y en la práctica es fácil moverse entre los 6 y los 7,5 L/100 km, en función de si lo hacemos principalmente por ciudad o por carretera, donde los híbridos consumen más.

El comportamiento es bueno. Es un coche fácil de conducir, con unas reacciones nobles y seguras. No es especialmente ágil, pero sí se muestra preciso en carreteras de curvas y la suspensión, de tarados más bien suaves, contiene los movimientos de la carrocería sin grandes problemas.

¿Y por dentro?

El RAV4 destaca por espacio, pues además de contar con unas buenas plazas traseras para tres ocupantes, cuenta con un enorme maletero de 580 litros. Por calidad, y pese a empelar plásticos más duros que otros rivales europeos, el RAV4 cumple sin problema, pues el tacto general de los mandos y de los materiales es agradable y los ajustes, buenos.

El puesto de conducción es un tanto peculiar. La postura al volante es buena, y sólo mejoraría si los asientos sujetasen un poco más en curva. Por su parte, la distribución de mandos es bastante lógica. Sin embargo, hay que acostumbrarse a la pantalla central táctil, que requiere cierta práctica para manejarla con agilidad debido a que hay muchos menús y no todos están diseñados de la forma más lógica posible.

Toyota RAV4: precio y etiqueta

Tanto el RAV4 4×2 como el AWD-i 4×4 tienen etiqueta Eco de la DGT. En cuanto al precio, el RAV4 4×2 arranca en los 31.800 euros de la versión Advance, mientras que este mismo acabado con tracción total cuesta 2.000 euros más. En el resto de acabados, la diferencia es de 3.000 euros salvo en el Business, que llega a los 3.200 euros.