Especializado en vehículos de propulsión eléctrica, el fabricante estadounidense Tesla Motors ha presentado en el Salón de Detroit una nueva variante del Model S. Bajo la denominación P85D, presenta un segundo motor eléctrico, de 221 CV, emplazado en el eje delantero. De esta forma, presenta tracción a las cuatro ruedas y una potencia total de 691 CV, que le convierten en el sedán de cuatro puertas más potente del mundo, situándose al nivel de algunos superdeportivos como el Lamborghini Aventador LP 700-4. No menos espectacular es el par motor, que se sitúa en unos impresionantes 931 Nm.
Con los nuevos elementos, el Tesla Model S P85D es 132 kilogramos más pesado que el modelo del que deriva, aunque a cambio la compañía liderada por Elon Musk asegura haber conseguido un reparto de pesos simétrico entre ambos ejes.
Prestaciones de superdeportivo
El Tesla Model S P85D presume de unas prestaciones solo al alcance de un puñado de modelos en el mundo. La aceleración de 0 a 100 millas por hora „0 a 96 km/h„ se establece en 3,2 segundos, mientras que la velocidad máxima ha sido limitada a electrónicamente a 250 km/h. La energía procede de una batería con una capacidad de 85 kWh, que permite una autonomía máxima de 443 kilómetros. Tesla también ha anunciado el lanzamiento de otra versión menos prestacional, el Model S 85D, también con dos motores eléctricos e idéntica capacidad de batería, aunque con una autonomía mayor, de 475 kilómetros.
Por otra parte, el Model S P85D añade un completo sistema de seguridad que permite una conducción casi autónoma. Consta de una cámara frontal, un radar y sensores de ultrasonidos, capaces de controlar todo lo que sucede alrededor del vehículo, ya sea en corto o largo alcance. Tesla Motors admite que el sistema irá evolucionando en próximas actualizaciones, con el objetivo de que el vehículo pueda realizar una conducción autónoma en autopistas. Como función más destacada, el Tesla Model S puede cambiar de carril de forma automática una vez el conductor active el intermitente, además de leer las señales de tráfico o mantener constante la distancia con el vehículo precedente.