La visión de Trump para el futuro automovilístico de EE.UU. está centrada en revitalizar la industria de combustibles fósiles y fomentar la fabricación local, especialmente mediante la atracción de fabricantes chinos, mientras elimina las políticas de apoyo a los vehículos eléctricos establecidas por la administración actual.
Trump, un firme defensor de los motores de combustión y del sector petrolero, anunció su intención de poner fin a las directivas sobre vehículos eléctricos (BEV) y de atraer a fabricantes de automóviles chinos para que construyan en territorio estadounidense.
Aranceles del 200 % en México

Trump criticó fuertemente a la administración Biden por su manejo de las políticas relacionadas con los vehículos eléctricos y por mantener a los fabricantes chinos alejados del mercado estadounidense. «China está construyendo grandes fábricas en México para vender automóviles en los Estados Unidos», dijo Trump, prometiendo que estas plantas se establecerán en EE.UU. y estarán operadas por trabajadores estadounidenses. Para garantizar esto, amenazó con imponer aranceles de hasta el 200 % a los automóviles importados desde México.
El expresidente también lanzó críticas hacia el presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, acusándolo de permitir que las plantas chinas se construyan en México y pidiendo su destitución inmediata. Instó a todos los trabajadores automovilísticos, sindicados o no, a votar por él en las próximas elecciones.
La postura de Trump contrasta notablemente con la de, su hasta ayer opositor, Joe Biden, quien ha renunciado a la candidatura electoral, dejando una carrera abierta para el liderazgo demócrata. Durante su administración, Biden ha sido firme en la exclusión de empresas con vínculos significativos con el gobierno chino de beneficiarse de créditos fiscales y ha iniciado investigaciones sobre la seguridad de los vehículos con software fabricado en China. Ambos líderes comparten la intención de proteger a los fabricantes nacionales, pero sus enfoques difieren en cómo manejar la competencia china.
Apoyo de Musk a Trump
Además, Trump prometió acabar con las subvenciones y ayudas públicas a la producción y compra de vehículos eléctricos, argumentando que son «demasiado caros», «demasiado pesados» y con «autonomía ridícula«. También sugirió gravar los vehículos eléctricos importados de México para proteger la industria local.
Trump destacó también su buena relación con Elon Musk, CEO de Tesla, el mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, asegurando que lo «adoraba». A pesar de la oposición de Trump a los BEV, este mercado ha ganado una cuota significativa en EE.UU., representando el 7,6% del mercado automovilístico en 2023.
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