El Toyota C-HR es un SUV compacto (de los más compactos entre los compactos) que ha sido recientemente renovado con una segunda generación que replica las características de la primera, pero que cambia por completo y es un poco mejor en todo. No mucho mejor, pero un poco sí.
Si su predecesor fue un superventas, el nuevo modelo tiene pinta de que también lo será. Tiene todo para satisfacer al potencial grueso de compradores que se pueden interesar por un coche así. Es un automóvil vistoso, que gasta poco y que no se rompe. Es decir, cumple con tres cosas que demanda tanta gente.
Voy a contarte aquí qué tal es y qué tal funciona, aunque también puedes empaparte de todo en esta videoprueba. En la presentación del producto a la prensa especializada ya condujimos su versión de acceso 140H, así que ahora nos ponemos al volante de la que se sitúa justo por encima, que se llama 200H, y que en aquel momento no tuvimos la oportunidad de conducir más que unos minutos.
¿En qué se diferencian? Pues básicamente en que la variante 200H tiene más potencia. Combina un propulsor 2.0 de 152 CV con un motor eléctrico de 113 CV, dando como resultado 197 CV de potencia frente a los 140 CV de los que disfruta la versión 140H.
Por qué este es el C-HR que hay que comprar
Todo se reduce a dos motivos: la diferencia de precio y la mejor experiencia de conducción. El C-HR que tenemos aquí luce el acabado Advance. Y se da la circunstancia de que cuesta 34.000 euros, lo que son sólo 1.500 euros más de lo que hay que pagar por el 140H.

Y en marcha es mucho mejor. Aunque no sea un coche con el foco puesto en las prestaciones, corre bastante más necesitando menos.
Me explico: no es un coche para correr, pero el 200H precisa de un menor esfuerzo mecánico que el 140H para cubrir la misma distancia en el mismo tiempo. Eso implica que el ruido en el habitáculo es menor, puesto que la transmisión continuamente variable no necesita subir tanto de vueltas el motor térmico. Digamos que el C-HR 200H no necesita exprimir tanto su bloque 2.0 como el C-HR sí su motor 1.8. Por eso la conducción es más placentera.

Además, en términos de consumo andan muy parejos, casi calcados. El C-HR 200H homologa 4,8 L/100 km que en uso real son perfectamente factibles. Así que si pensabas comprar un C-HR, escoge este. Ah, y pásate por el vídeo para conocer más detalles sobre el vehículo, tanto buenos como malos.
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