En la actualidad, la familia Mercedes cuenta con ocho SUVs diferentes, dejando aparte el todoterreno puro Mercedes Clase G, que es harina de otro costal. Pero hace 25 años, no había ningún modelo de estas características en la gama Mercedes… ni en casi ninguna.
Presentado en enero de 1996, hace exactamente 25 años, el prototipo AAVision proporcionó una vista previa cercana a la producción del Mercedes-Benz Clase M (rebautizado posteriormente ML y, más recientemente, GLE) que se lanzaría un año más tarde.
Se presentó en el North American International Auto Show (NAIAS), en Detroit, EE.UU., y en mayo de 1997 la Clase M comenzó a llegar a los concesionarios. Desde entonces, se han matriculado más de dos millones unidades, lo que convierte al GLE en el SUV más vendido en la historia de Mercedes-Benz.
Tiempos de cambio
Cuando se presentó el AAVision, Mercedes-Benz estaba en momento de cambio, una época en la que también vieron la luz las primeras generaciones de la Clase A (W 168) y el compacto SLK Roadster (R 170).
Por otra parte, el único todoterreno de la marca era el minoritario Clase G, fabricado ininterrumpidamente desde 1979; un modelo cuya continuidad se ha puesto en entredicho en numerosas ocasiones a lo largo de estos 25 años, pero que siempre consigue sobrevivir y reinventarse.
Pero el AAVision respondía a unos requerimientos diferentes a los del Clase G, y su planteamiento se definió en realidad en 1993, tres años antes de ver la luz. El nombre de este concept car era un acrónimo de «vehículo para todas las actividades» (AAV), un adelanto de lo que más tarde se conocería como «vehículo deportivo utilitario» o SUV.
El estreno europeo del AAVision tuvo lugar dos meses después del NAIAS, en el Salón del Automóvil de Ginebra (Suiza). Y junto con el prototipo se dio a conocer el nombre de la que sería la versión de producción: Clase M. El AAVision, además, daba pistas no solo del diseño exterior, sino que mostraba componentes clave, como el chasis (que era de largueros), las suspensiones, el tren motriz con tracción total inteligente y el motor V6 de 3,2 litros recientemente desarrollado.
Llega la Clase M
En enero de 1997 la Clase M definitiva veía la luz nuevamente en Detroit, y casi inmediatamente daba comienzo su producción en serie. Por aquel entonces, tratar de combinar el habitáculo de una berlina con las capacidades de un todoterreno era algo realmente rompedor, y esa mezcla de tracción total, reductora, suspensiones independientes en las cuatro ruedas, gran altura libre al suelo y amplio interior fue todo un éxito, a pesar de que el vehículo inicialmente no llegaba a ofrecer los estándares de calidad de las berlinas Mercedes de la época.
El Clase M fue también importante porque conllevó la creación de la planta de Mercedes-Benz en Tuscaloosa, Alabama (EE. UU.). Aunque ya había otras factorías en el mundo que producían o habían ensamblado modelos de Mercedes (sin ir más lejos, la fábrica de Steyr, en Graz, Austria, o la de la Mercedes Vito, en Vitoria), la decisión de establecer la primera fábrica de Daimler en EE.UU. se tomó en 1993 pensando ya en este modelo y anticipándose a toda la familia SUV que estaba por llegar.
La construcción de la planta comenzó en 1995, y dos años más tarde comenzó a fabricarse allí el ML 320, al que más tarde se sumaría el ML 55 AMG, con 347 CV. No obstante, entre 1999 y 2002, el Clase M W 163 se fabricó también en la planta de Graz.
Tuscaloosa fue expandiéndose progresivamente, y en la actualidad produce los Mercedes GLE, GLE Coupé y GLS para el mercado mundial, así como la Clase C berlina para el mercado norteamericano. A día de hoy, Mercedes ha fabricado 3,2 millones de vehículos en Tuscaloosa, y ha logrado convertirse en el segundo exportador de automóviles de los EE.UU.
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