Pero claro, en los USA, las oscilaciones del precio del combustible son mayores que en nuestro país. Y por motivos de su organización económica, también los cambios macroeconómicos tienen un impacto más rápido en las familias. Así que resulta que como en los últimos meses el precio de la gasolina ha vuelto a los niveles de 2011,(por debajo de los 3 dólares el galón, unos 0,63€ el litro) los norteamericanos han vuelto a comprar enormes «trucks» en vez de ligeros automóviles medianos.
Se ha dado la vuelta la tendencia del mercado. Antes de esta crisis, tradicionalmente el mercado norteamericano, compraba más «trucks» (ya sabes, enormes todo terreno y pick-ups), incluyendo en esta categoría también SUV´s, crossovers y demás que coches «normales». El porcentaje de estos en el mercado alcanzaba el 59% de las ventas, algo que acabó y cambió con la llegada de la recesión. Se empezaron a vender coches más pequeños y el ciudadano medio empezó a buscar coches de bajo consumo. Pero esto ha vuelto a cambiar en los dos últimos meses: septiembre y octubre la venta de «trucks» ha vuelto al 53% y creciendo? Y con ellos, los Hummer. Dice autotrader.com que el interés de los conductores en el Hummer H1 aumentó un 11% el mes pasado.
Aún así, los fabricantes dicen que estos trucks actuales tienen poco que ver con los de hace unos años. Son más eficientes y menos contaminantes, es decir, han seguido los mismos pasos -lógico- que el resto de la industria del automóvil. Pero claro, siguen sin ser precisamente un «Prius«. Por ello, algunos expertos en asuntos energéticos creen que la vuelta a ese tipo de coches podrían provocar la subida de los precios del combustible, y con ello una inflación generalizada que acabase frenando la economía. Y más preocupados todavía andan con las consecuencias medioambientales: un truck de los que hablamos es capaz de generar tres veces más contaminantes que ese Prius del que hablamos.
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Por tanto, no parece que GMC esté por la labor de fabricar aquel «Humvee» que, según dicen los americanos, apenas hacía 10 ó 12 millas por galón. O lo que es lo mismo, entre 19 y 23 litros de gasolina cada 100 kilómetros.
