Vídeo-prueba: BMW Serie 2 Active Tourer 225e – El monovolumen deportivo

Álvaro Sauras
Álvaro Sauras
El Serie 2 Active Tourer es más famoso por su estética que por su tacto y prestaciones, pero las versiones enchufables se encargan de dejar las cosas claras.

En casi todos los sentidos, el BMW Serie 2 Active Touring es un mero monovolumen. Sin embargo, lo que hemos descubierto a lo largo de este vídeo, es que también se trata de un auténtico BMW. Eso supone bastante más que unas formas orientadas a maximizar la habitabilidad y la practicidad o unos buenos acabados. Requiere un chasis de primera, y un propulsor a la altura… y el BMW Serie 2 Active Tourer xDrive 225e que hemos probado ha demostrado contar con ambos. ¡Profundicemos en el tema!

Serie 2 Active Tourer exterior tres cuartos delantero

El BMW Serie 2 Active Tourer por fuera

Los primeros pasos del Active Tourer fueron duros en términos estéticos. La primera generación se presentó en 2014, y ofrecía un diseño un poco delicado y bastante alejado del Concept Active Tourer que se presentó en Paris de 2012. La principal diferencia residía en el morro, que contaba con unos riñones pequeñitos y un capó con una inclinación pronunciada. Por detrás, los últimos 40 centrimetros de longitud recordaban a un BMW Serie 3 Touring. Y entre medias había… una carrocería que unía ambos extremos con gracia, pero sin genialidad.

La segunda generación del Active Tourer, con código interno U06, resulta mucho más agraciada estéticamente (aunque, por supuesto, esto de las apariencias es un juicio muy subjetivo y discutible). O, al menos, mucho más proporcionada. El morro ha crecido en altura para incorporar unos riñones más rotundos… y eso cambia por completo la estética del coche.

BMW Serie 2 Active Tourer detalle emblema

Además, encontramos detalles sutiles de diseño que redondean la experiencia, como el hundimiento en la zona del logotipo de BMW o las manetas enrasadas en la carrocería para reducir la resistencia aerodinámica.

Lo que si tiene en común con su predecesor son unas dimensiones razonablemente contenidas (4,39 m en lugar de 4,34 m), una altura inferior al todocamino equivalente (que seria el X1) y el empleo de la plataforma UKL2 de BMW y Mini, que comparte con el Countryman. Una longitud disccreta y una altura contenida se traducen en buena maniobrabilidad ciudadana y un centro de gravedad bajo que, sin ninguna duda, favorecerá el comportamiento.

Por supuesto, el empleo de la UKL2 significa que estamos ante un BMW de motor delantero transversal… pero igual es un poquito pronto para rasgarnos la vestiduras al respecto.

BMW Serie 2 interior salpicadero

El BMW Serie 2 Active Tourer por dentro

El interior del Serie 2 Active Tourer es tan impecable como cabría esperar en un BMW. Los materiales son buenos, los ajustes son perfectos y la solidez y reticencia a crujir de todos los plásticos es excepcional, incluso en el caso de la unidad que hemos probado, y que ya contaba con más de 10.000 kilómetros realizados por periodistas (esos kilómetros cuentan como los años de vida de los perros, de manera que equivaldrían a unos 70.000 km de un conductor cuidadoso).

La postura al volante es buena, aunque la banqueta queda un poco más alta de lo esperado. Resulta evidente, sobre todo, si comparas con otros modelos de BMW, como por ejemplo un Serie 3, en el que el asiento puede alcanzar una posición ridículamente baja. No es tan grave; transcurrido un rato te acostumbras y la postura acaba siendo confortable.

De hecho, la posición de la banqueta de este Serie 2 Active Tourer plantea un interesante compromiso entre la altura de una berlina (muchos pueden encontrarla poco confortable a la hora de salir) y la de un SUV como el BMW X1, al que hay que subirse.

BMW Serie 2 Active Tourer consola central

Las plazas delanteras ofrecen suficiente espacio y un interfaz táctil de aspecto excelente… aunque no nos acaban de convencer las grafías ‘poligonales’ de la instrumentación, que ofrecen un toque art déc más estético que funcional. También echamos de menos la presencia del fantástico mando controller del sistema iDrive… sobre todo a la hora de recorrer listas largas como, por ejemplo, las emisoras de la radio. En su lugar, encontramos un brazo central que incorpora los controles de desplazamiento, el botón de encendido, el control de volumen y otro par de pulsadores para acceder a la configuración del chasis y el sistema híbrido.

BMW Serie 2 Active Tourer head up display

A cambio, hay que admitir que el Head Up Display opcional (que emplea como combinador un cuadradito de plástico abatible) ofrece mucha información y permite realizar, mediante la rueda derecha del volante, esa misma operación.

BMW Serie 2 active tourer plazas traseras

Las plazas traseras ofrecen el espacio esperable de un coche con una longitud de alrededor de 4,40 metros y una batalla de 2,67 metros. La baqueta tiene la longitud correcta, los respaldos tienen la inclinación adecuada (pueden colocarse en otras posiciones más verticales, como ilustra la fotografía superior, pero sólo con el propósito de ampliar el volumen del maletero), hay suficiente espacio para la cabeza, los pies caben bien bajo la banqueta del asiento delantero y una persona de 1,80 tendrá el espacio justo para que sobren un par de dedos de hueco a la altura de las rodillas.

BMW Serie 2 Active Tourer maletero

En cuanto al maletero, ofrece formas regulares y cubica 406 litros (en esta versión enchufable que hemos probado; 470 litros en el caso de las de motorización ‘convencional’). El suelo del maletero está bien enrasado con la boca de carga, y bajo ese suelo encontramos espacio para, por ejemplo, guardar un cable de carga ‘tipo 2-tipo 2’. Además, el maletero cuenta con perchas (para colgar bolsas) una iluminación correcta y una toma de 12 voltios. Nos habría encantado que los asientos pudieran abatirse desde el propio maletero… aunque, a cambio, ofrece la posibilidad de abartirlos en tres secciones independientes, permitiendo, por ejemplo, combinar el transporte de esquíes con el disponer de cuatro plazas.

BMW Serie 2 Active Tourer motor

La técnica del Serie 2 Active Tourer 225e

El Serie 2 Active Tourer está disponible con una oferta de mecánicas de gasolina, diésel e híbridas enchufables. Dentro de las versiones de gasolina, podemos elegir entre un 218i de 136 CV o un 22i de 170 CV (que parten, respectivamente, de 38.950 y 42.100 euros). La oferta diésel consiste en un 218d de 150 CV que cuesta desde 39.900 euros. Y en cuanto a las versiones enchufables, podemos elegir entre un 225e de 245 CV y un precio de salida de 49.200 euros… o un 230e con 326 CV y un precio de 52.250 euros.

En esta ocasión, hemos probado el modelo enchufable ‘de acceso’; esto es, el 225e. Se trata de un híbrido paralelo de tipo P4. Eso significa que el tren delantero está animado por un motor térmico, mientras que el eje trasero cuenta con un eje electrificado. El coche puede propulsarse en modo térmico, en modo 100% eléctrico (empleando tracción trasera) o usando una combinación de motor térmico y eléctrico. De hecho, incluso es capaz de emplear el motor térmico delantero para para impulsarse mientras regenera con el motor eléctrico trasero.

La batería recargable ofrece una capacidad más que aceptable: 16,3 kWh de capacidad bruta de los que 14,2 kWh pueden emplear para la propulsión 100% eléctrica. A la hora de recargar la batería, contamos con un cargador embarcado de 7,2 kW de potencia. Gracias a él, se puede completar una carga en prácticamente dos horas… aunque lo más habitual será invertir 4 horas mientras cargamos en casa, usando una wallbox y a 3,6 kW de potencia.

Por supuesto, la presencia de motores en ambos ejes significa que este Serie 2 Active Tourer 225e cuenta tracción a las cuatro ruedas y con el apellido xDrive… que venimos omitiendo para hacer un poco menos larga la denominación.

BMW Serie 2 Active Tourer en marcha trescuartos delantero

El Serie 2 Active Tourer 225e en marcha

En marcha, el Serie 2 Active Tourer 225e ofrece un resultado sorprendentemente bueno… incluso partiendo de la base de que se trata de un BMW. Comenzando por el funcionamiento 100% eléctrico, es extremadamente silencioso y confortable. Cuenta con un buen tacto de acelerador y con un freno de tacto esquisito, sin ninguna clase de sensación o reacción extraña durante las fases de deceleración o a la hora de detener por completo el vehículo (y esto, no es nada habitual).

Los 14,2 kWh de capacidad neta de la batería brillan muchísimo, porque este Active Tourer 225e hace una utilización realmente eficiente de la energía. Estamos acostumbrados a lidiar con enchufables que se sitúan de manera invariable en cifras de consumo de unos 20 kWh/100 km. Sin embargo, este BMW consigue recortar esas cifras hasta los 16 kWh/100 km (y eso, bajo un calor infernal), lo que nos ha permitido recorrer entre 76 y 82 kilómetros con una carga de batería. Al desenchufar el coche, la instrumentación vaticina 101 km de autonomía 100% eléctrica… y creemos que, en condiciones de temperatura primaveral, serían alcanzables.

BMW Serie 2 Active Tourer tres cuartos trasero

Y cuando queremos aprovechar los 245 CV y activamos el modo Sport, las sorpresas continúan. De todos los híbridos enchufables del mercado, hay pocos que utilicen esta topología de motor térmico delante y motor eléctrico detrás y, de esos, no había ninguno que realmente empleara el motor trasero para proporcionar buen tacto y comportamiento.

Sin embargo, el Active Tourer 225e hace exactamente eso. El motor eléctrico trasero de 110 CV empuja con una fiereza perceptible, incluso llegando a ayudar a redondear las curvas, mientras que el 1.5 tricilíndrico delantero (dotado de doble VANOS, Valvetronic y todas las tecnologías habituales de BMW) se encarga de tirar con fuerza del morro, y ayudado por una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades de funcionamiento bastante elogiable.

El complemento a todo eso es un chasis equilibrado, con una buena suspensión (tal vez un poco lindando en lo durito, pero se le perdona a cambio de lo bien que contiene el movimiento de la carrocería) y una dirección delantera excelente: con el nivel de asistencia perfecto, un grado aceptable de información y una precisión y facilidad para guiar el coche que hace que conducir a ritmos ligeros resulte un agradable juego de niños.

BMW Serie 2 Active Tourer en marcha conduciendo

La opinión de Autofácil…

Muchos ven en el Serie 2 Active Tourer una especie de patito feo que no encuentra acomodo dentro de la gama de BMW… pero eso es un prejuicio basado en su apariencia exterior y, probablemente, influido por por la estética del primer Active Tourer.

Desde dentro, este BMW se siente y comporta exactamente como cabría de esperar de un modelo de la marca. Y más allá de eso, su sistema de propulsión híbrida enchufable es un auténtico soplo de aire fresco, porque ofrece la eficiencia necesaria para llegar lejos en modo eléctrico y un trabajo colaborativo entre unidad térmica y eléctrica para proporcionar exactamente lo que se espera de 245 CV de potencia.

¿Estaría justificado decantarse por el 230e? La verdad es que 326 CV se nos antojan del todo innecesarios.. pero la diferencia en precio es tan pequeña (alrededor de 3.000 euros) que no podríamos criticar a nadie por darse el gustazo.

 

BMW Serie 2 Active Tourer

BMW Serie 2 Active Tourer