Gracias a ella, el SUV alemán reducirá significativamente su peso al tiempo que podrá incluir variantes híbridas enchufables «e-tron». Hasta que eso ocurra, lo que es seguro es que montará, al menos para EE.UU. un motor turbo de 2.0 litros de cuatro cilindros que produce 252 CV y otro diesel 2.0 TDI de 190 CV que se asociará a una caja de cambios automática S Tronic de siete velocidades S tronic. También habrá hueco para la versión más deportiva, el SQ5 ya sea tanto en su versión de gasolina como diesel.
Audi ha confirmado que la producción del nuevo Q5 se iniciará a finales de 2016 por lo que no sería extraño que durante 2017 lo viéramos ya expuesto en algún Salón del Automóvil y que para 2018 estuviera rodando por las carreteras.