Siempre he sido un apasionado de los Mini. Posiblemente por culpa de mi padre, que competía con uno y que tuvo varios de calle. Yo aprendí a conducir en un Mini clásico y me compré un Cooper de 2001 en cuanto saqué el carnet. Después he tenido un Clubman, un Cabrio… y ahora en casa tenemos un Countryman que conduce mi mujer.
Incluso tuve un Mini GP hace unos años que acabé vendiendo cuando la burbuja puso su precio por las nubes. Ahora, reconozco que asisto entristecido al hecho de que Mini va a ser una marca de coches eléctricos de aquí a nada. Así que quiero ‘tomarme la última’ con el Mini John Cooper Works que actualmente se vende.
Es caro pero, ¿lo veis como una buena compra? Dicen que ya no es ‘tan Mini’ como antes. Pero a mí me encanta. Lo utilizaría para todo excepto para viajar. ¿Me echáis un cable?
Mini John Cooper Works – 43.770 euros
Lo de que ya no es ‘tan Mini’ como antes, es totalmente cierto. Con el tiempo y las generaciones ha crecido en tamaño y peso hasta situarse en cifras próximas a las de los coches del segmento B, que inicialmente no era el suyo. Ahora mide 3,87 metros de largo y, si bien es un excelente coche en términos de calidad o tecnología, es cierto que atrás quedó ese maximizado tacto de conducción típicamente Mini.
Pero bueno, eso no significa que sea mal coche. De hecho, sigue siendo un trepidante pequeño deportivo que mola mucho conducir, aunque ahora tenga reacciones de otro tipo. Con 231 CV procedentes de un motor 2.0 turbo, es el urbano más potente del mercado si no tenemos en cuenta al Toyota GR Yaris, que es un coche que juega en otra liga, tanto para bien como para mal.
Obviamente este Mini corre mucho, pues por ejemplo en 6,1 segundos se planta en 100 km/h. Y registra un consumo de 6,6 L/100 km que en la práctica pueden aumentar hasta 8,0 L/100 km, no muchos más. Cuenta con transmisión automática (ya no lo hay manual), pero es una caja de convertidor de par y ocho relaciones que funciona a las mil maravillas.
Si te somos sinceros, desde el lado más entusiasta, es un coche menos divertido de conducir rápido que un Hyundai i20 N o que un Ford Fiesta ST. Pero, a cambio, tiene mucha más calidad y es mucho más refinado. Es rival del Audi A1 40 TFSI Competition, que por cierto probamos recientemente.
Nosotros diríamos que, si amas los Mini, no lo dudes: tómate la última. Es cierto que este no es el Mini deportivo más entusiasta de la historia, pero con la electrificación la cosa va a ir a peor desde ese punto de vista. Y el modelo actual es un muy buen deportivo para todo.