La electrificación del automóvil está trayendo consigo numerosos cambios, no solo para los fabricantes de estos coches eléctricos, sino también para la legislación e, incluso, para la recaudación de impuestos.
Y es que mientras en España las asociaciones del sector no se cansan de pedir ayudas directas a la compra o una fiscalidad específica para los coches eléctricos, que rebajen su coste final para el usuario; en otros países ya se plantean impuestos específicos para estos vehículos sin emisiones.
Un impuesto ‘por uso’ para los “pesados” coches eléctricos
Es lo que ha ocurrido en el Reino Unido (que ya plantea varias restricciones a los coches eléctricos), con la publicación de un informe del Centro de Estudios de Políticas (vinculado al partido conservador) denominado ‘The Future of Driving’ (‘El futuro de la conducción’) en que sus autores plantean el pago por uso como “única forma de impuesto” para estos vehículos.
Este informe plantea el pago de una cantidad concreta por cada milla recorrida por cada coche eléctrico, algo que argumentan indicando que “es injusto que los conductores de los actuales coches eléctricos no contribuyen en nada al mantenimiento de las carreteras, a pesar de que [estos vehículos] causan un daño significativo a las mismas dado su mayor peso”.
Por eso, los autores creen que este dinero debería usarse para mejorar el estado de las carreteras: una propuesta que justifican señalando que los conductores del Reino Unido pagaron 38.673 millones de euros en impuestos sobre el combustible en 2021, pero solo 13.797 millones de euros se reinvirtieron en la mejora de las vías.
Ahora bien, el informe señala que “el pago de una cantidad por milla recorrida debería estar basada principalmente en el peso del vehículo (en cuanto que un coche más pesado causa mayor desgaste a las carreteras)”. Los autores también señalan que, ya actualmente, los coches más pesados gastan más combustible y que, en ese aspecto, “sus propietarios también pagan más dinero en el impuesto a los carburantes”
Este sistema de pago se recaudaría mensualmente por el Gobierno, y se podría calcular a través de “diversas opciones” que van “desde las más simples, con la lectura periódica de los cuentakilómetros; a las más avanzadas, como la inclusión en los vehículos de aparatos específicos y con capacidad GPS”.
Kilómetros o millas gratis; y más para aquellos propietarios que vivan en zonas remotas
Una vez expuesta la necesidad de este impuesto, los autores explican que, de entrada, todos los propietarios de estos coches eléctricos recibirían un “bono de millas gratis anuales” y esta cantidad de distancia a recorrer sin pagar “sería más elevada para aquellos que vivan en áreas remotas con menos opciones de transporte”. La asignación de este “bono extendido” se llevaría a cabo tomando como referencia el código postal de cada área.
Pero ojo, porque el informe deja abierta la posibilidad de que este sistema de pago por uso se llegue a aplicar a los vehículos con motor térmico gasolina o diésel. No en vano, según los autores de este informe, a la larga, y con “el previsible aumento de la presencia de coches eléctricos en las carreteras”, este sistema de pago por uso podría llegar a reemplazar a la actual tasa sobre los carburantes y a los impuestos especiales sobre los automóviles” por algo “a prueba del futuro y mucho más justo para los conductores”.
¿Un modelo de impuestos a tener en cuenta en el futuro?
Desde luego, y si el futuro de los vehículos pasa por la electrificación, hay un hecho incontestable: un cada vez menor número de vehículos con motor térmico y que consuman carburante supondrá, lógicamente, una menor recaudación de los distintos Gobiernos por los impuestos sobre los combustibles. Y no es un problema menor, ya que, por ejemplo, y sólo en España, en 2021 el Ejecutivo recaudó 11.492 millones de euros por los gravámenes sobre la gasolina y el diésel.
Así las cosas, los Gobiernos ya intentan buscar fuentes de impuestos alternativas. Y sin salir de España, hay que recordar que, de cara a 2024, el Ejecutivo español prometió a la UE que implementaría el pago por uso en nuestras carreteras (aunque por ahora, esta propuesta parece haber quedado fuera de la agenda.
Pero, sin duda, la apuesta por gravar el peso de un vehículo no es mala… ni mucho menos poco realista. Que se lo cuenten al Gobierno noruego que, tras muchos años de exonerar del pago del 25% de IVA y del impuesto de matriculación a los coches eléctricos, ha visto como esa medida creaba un importante agujero en sus arcas públicas y ha ‘contraatacado’, además de restableciendo estos impuestos a partir del pasado 1 de enero; estableciendo, precisamente, un impuesto especial a partir del peso de los vehículos, ya sean eléctricos o no. Aunque claro, si tenemos en cuenta los cientos de kilos que pesas las baterías de los coches eléctricos…