En la actualidad, un coche de gas es aquel capaz de utilizar gasolina y Gas Licuado de Petróleo o GLP, de ahí su denominación. Hasta 2022, algunas marcas como las del Grupo Volkswagen ofrecían modelos de GNC (Gas Natural Comprimido) pero, pese a ser aún más eficientes, la falta de infraestructura debido a su alto coste ha provocado su desaparición.
Los coches de GLP presentan, técnicamente, dos bocas de llenado de combustible (una para gasolina y otra para GLP), dos depósitos (el de GLP ofrece de 30 a 40 L de este gas y se instala, normalmente, en el maletero; en el hueco de la rueda de repuesto), dos circuitos de combustible independientes y dos rampas de inyección, que introducen en el motor gasolina o GLP según las circunstancias. Por último, en su interior disponen de un botón que permite seleccionar al conductor entre ambos combustibles.

Lo mejor de los coches de GLP es que suponen un ahorro de uso inmediato, ya que, aunque el consumo de un motor es aproximadamente un 15% superior que cuando funciona con gasolina, el precio del GLP es en torno a un 40-45% más barato que el de la gasolina, por lo que el ahorro final en carburante se sitúa en torno al 25-30%.
Es cierto que las versiones de GLP son algo más caras que las correspondientes de gasolina. Pero con esta diferencia de precio de combustible, los 1.000 ó 2.000 euros de sobreprecio los amortizarás en unos 40.000 ó 60.000 kilómetros.
Y..¿cómo es la conducción de un GLP?
En cuanto a la conducción, en la práctica los coches de GLP se conducen como un coche de gasolina cualquiera. Lo único que debes saber es que, pase lo que pase, estos coches siempre arrancarán utilizando el sistema de inyección de gasolina y que, normalmente, pasarán a funcionar automáticamente con GLP cuando la temperatura del motor supere los 40ºC aproximadamente.
De igual forma, con el conmutador en su interior podrás elegir qué combustible quieres utilizar en cada momento. Lo mejor es que podrás cambiar de tipo de combustible en marcha y sin tener ninguna precaución especial. ¿Y si ocurrirá te quedas sin GLP? Ni te preocupes, porque el coche pasará automáticamente a utilizar gasolina. Otra ventaja es que, al llevar dos depósitos de combustible, estos coches tendrán más autonomía que el gasolina equivalente.
En España, encontrarás hoy día más de 800 estaciones de servicio que sirven GLP extendidas por todo el territorio nacional, aunque la red está más concentrada en Madrid, Barcelona y Andalucía. Además, siempre podrás conocer la ubicación de las estaciones de servicio que disponen de este combustible en webs como www.ircongas.com o www.dacia.es/dacia-glp/gasolineras.html.

Por último, debes tener en cuenta que en principio es posible convertir cualquier coche de gasolina en uno de GLP, pero si queremos que además nos den la etiqueta Eco de la DGT, debe cumplir ciertas condiciones. La primera es que el coche debe cumplir con la normativa Euro 4 (básicamente, coches gasolina matriculados a partir de 2006). Si es así, podrás acudir a un taller especializado para convertir tu coche a GLP y homologarlo, algo que te costará entre 1.500 y 3.000 euros según el modelo, el tamaño del depósito.
El taller llevará tu coche a la ITV para que certifique la instalación y se lo notifique a la DGT. Aunque, según indican a Autofácil desde algunas ITV, “lo más habitual es que tengas que solicitar cita previa en Jefatura para que Tráfico incluya esta modificación en el Registro de Vehículos”, momento a partir del cual podrás solicitar la etiqueta ECO.