El AdBlue es una mezcla de urea y agua destilada que se emplea como aditivo para eliminar los óxidos de nitrógeno en los motores diésel. Como producto químico, se trata de uno bastante fácil de fabricar. Sin embargo, su escasez está a punto de poner en jaque a una parte importante de la red de distribución de mercancías de Alemania porque, sin AdBlue, los motores diésel no pueden arrancar… y el principal y mayor fabricante de Alemania, SKW Piesteritz, lleva sin producirlo desde finales de agosto.
¿Qué puede pasarle a tu coche diésel si te quedas sin AdBlue y no rellenas el depósito?
Stickstoffwerke Piesteritz GmbH (traducible como Fábrica de Productos de Nitrógeno Pierteritz Sociedad Anónima) es una industria química alemana situada en la región de Wittenberg. Es una de las 50 mayores compañías de Alemania, además del mayor fabricante de amoniaco, urea y fertilizantes del país. Cada año, SKW produce más de 4 millones de toneladas de estos productos.
Una de las materias primas clave de SKW es el gas natural o metano. El proceso habitual consiste en ‘reformar’ el metano (CH4) en hidrógeno (H2). Después, el hidrógeno se hace reaccionar con nitrógeno (N2) para producir amoniaco (NH3). En un último paso, el amoniaco se hace reaccionar con dióxido de carbono para producir la urea (NH2CONH2).
Los principales usos de la urea son la producción de fertilizantes, la aditivación de piensos para el ganado, la producción de resinas fenólicas (plástico) y la fabricación de AdBlue. En el escape de los motores diésel, la urea contenida en el AdBlue se descompone en amoniaco, y este producto reacciona con los óxidos de nitrógeno para dar nitrógeno y agua. Técnicamente, los motores diésel pueden funcionar sin AdBlue… pero es ilegal que lo hagan (no cumplirían las normativas de emisiones), de manera que las centralitas están programadas para impedir el arranque si el depósito de este aditivo se encuentra vacío y no hay forma de evitarlo.
La práctica totalidad de la flota de camiones alemana emplea motores diésel dotados de sistemas con AdBlue (técnicamente conocidos como Reducción Catalítica Selectiva de Óxidos de Nitrógeno). Se trata de la misma clase de sistema que emplean todos los motores diésel modernos para coches de pasajeros. Como resultado, el consumo de AdBlue de la flota alemana es terrible: unos 4 millones de litros al día. Con una concentración en peso del 25%, eso se traduce en mil toneladas diarias de urea.
SKW era responsable de la producción del 50% de esa urea. Sin embargo, los niveles de producción de SKW están bajo mínimos desde agosto. «A los precios actuales del gas natural, generamos 35 millones de pérdidas mensuales», explicaba hace dos días Christopher Profitlich, portavoz de SKW. «Eso es más de lo que ganamos en todo el año con el negocio del AdBlue», añadía en declaraciones al periódico alemán Sächsische Zeitung. Antes del paro de la producción, las instalaciones de SKW en Piesteritz eran la fábrica con el consumo energético más elevado de toda Alemania, con un gasto anual de 1.2 billones de metros cúbicos de gas natural.
Aunque es un problema que progresa de manera lenta a medida que descienden los stocks, podría tener un efecto catastrófico en la cadena de suministros y el transporte en Alemania. Los otros dos principales fabricantes (la alemana BASF y la noruega Yara) siguen manteniendo su producción… pero al menos Yara ya ha explicado que no puede incrementarla a corto plazo. Mientras, el AdBlue, que antes del comienzo de la guerra cotizaba a unos 17 céntimos, ronda hoy los 1,45 euros por litros en Alemania.
Todo depende del precio del gas
Una posible solución a esta crisis (antes de que afecte indirectamente a otros países europeos) es la relajación de los precios del gas natural. En el momento de la publicación de esta noticia, el gas natural cotizaba a 116 €/MWh en el mercado holandés… pero, para regresar a precios ‘soportables’, esa cifra tendría que bajar de los 100 €/MWh.
De hecho, grandes fabricantes de AdBlue como GreenChem solían trabajar con un umbral ‘elevado’ de precio del gas natural de 80€/MWh… y la checa ha dejado de publicar su «Índice de precio del AdBlue» debido a la «Alta Volatilidad del precio del Gas», remitiendo a la cotización del Gas Natural (debajo) para poder estimar su evolución futura, al haberse convertido el coste de la materia prima en el principal (casi único) factor de influencia.
En cuanto al precio del AdBlue en España, la tendencia del precio es similar a la de Alemania: en comparación con los precios de la pandemia, el AdBlue ha subido más del 100%. Actualmente, el precio minorista del AdBlue es de 1,60 €/litro (consultado para el producto Blue+ de la marca Repsol).
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