El DFSK 500 es el cuarto integrante de la gama DFSK. En esencia, es la versión con motor térmico del Seres 3 eléctrico. Ya lo habíamos probado en primera instancia, pero en estos días estamos preparando un vídeo en el que te explicamos al detalle cómo es el coche. Mientras tanto, vamos con sus 5 cosas buenas y sus 5 cosas malas.
5 cosas buenas del DFSK 500
- Precio (con matices): El DFSK 500 sale desde 20.995 euros, lo que le sitúa como el SUV de su tamaño con cambio automático más barato del mercado empatado con el MG ZS. Sólo se les acerca el SSangYong Tivoli.
- Etiqueta ECO: Puede adaptar un kit de GLP pagando un extra de 2.224 euros. Esto le sitúa, ahora ya en solitario, como el SUV de su tamaño de GLP y con cambio automático más barato del mercado.
- Autonomía: Si optas por instalar el mencionado kit de GLP, podrás transportar 102 litros de combustible (50 L de gasolina y 52 L de GLP), lo que se traduce en una autonomía total y real que supera los 1.000 km con muchísima facilidad.
- Buen equipamiento: hay dos acabados (Luxury e Intelligent; este último 2.000 euros más caro) y, desde el básico, el DFSK 500 ya lleva asientos de cuero sintético y una pantalla de 7″ con navegador y conexión para enlazar tu smartphone.
- Espacio interior: Las plazas traseras son muy espaciosas. Por un lado, la butaca va bastante abajo, lo que habilita una generosa altura disponible. Por otro, la zona central del piso es casi plana, de manera que un tercer pasajero eventual puede ir razonablemente cómodo en esas plazas posteriores.
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5 cosas malas del DFSK 500
- De nuevo el precio (y de nuevo con matices): Si el cambio automático no es un requisito indispensable para ti y aceptas el manual, entonces hay varias alternativas más baratas, como el MG ZS, el Dacia Duster, el SSangYong Tivoli, el Kia Stonic, el Hyundai Bayon o, incluso, el Renault Captur. Bien es cierto que todos ellos salen desfavorecidos en equipamiento de serie frente al DFSK 500.
- Caja automática muy mejorable: La transmisión del DFSK 500, fabricada por Punch Powertrain, es de variador continuo. Si bien a ritmo lento funciona de forma aceptablemente suave, en cuanto sales a carretera o demandas aceleración se muestra lenta y muy ineficaz. Penaliza mucho las prestaciones de un motor que, precisamente, no va sobrado en rendimiento.
- Prestaciones muy pobres: Derivado de lo anterior, el modesto motor 1.5 atmosférico de 106 CV ofrece un rendimiento muy pobre, marcadamente inferior al del propulsor más básico de cualquiera de los modelos previamente mencionados. Además, cuando aceleras a fondo y la transmisión de tipo CVT lo hace girar al máximo régimen, su sonido llega con excesiva claridad al habitáculo. No es una experiencia agradable.
- Detalles low-cost: No es un coche veterano, pero muchas de las soluciones que presenta sí son de otra época, como una columna de dirección que no se ajusta en profundidad (sí en altura) o que la información del ordenador de a bordo se proyecte en pequeño display monocromático entre las dos esferas analógicas del cuadro de mandos. Aparte, el software de la pantalla central se asemeja mucho al de cualquier pantalla barata de origen chino que puedes encontrar en el mercado aftermarket.
- Consumo: Aunque no es dramáticamente alto (de hecho, en la práctica es ligeramente inferior a los 8,3 L/100 km que homologa el coche), sí que es cierto que resulta más alto que el de los SUV que hemos mencionado antes. La principal razón de que el DFSK 500 gaste un poco más de la cuenta se haya en la desacertada caja de cambio.