Los nuevos compactos de la recién independizada DS, el 4 y el 4 Crossback, aterrizan en el mercado con marcadas señas de identidad que le desmarcan de Citroën. Lo más llamativo a primera vista es una nueva calandra que le otorga la imagen de marca propia, con su logo presidiendo el frontal. Además, ambos incluyen detalles cromados por toda la parte externa para darle un toque más distintivo.
A unas líneas en las que se ha cuidado cada detalle se suma una diferenciación entre los dos modelos que era necesaria, pues precisamente el ya extinto Citroën DS 4 tenía una altura libre del suelo algo confusa, a medio camino entre un crossover y un compacto. Como añadido exclusivo, DS presume de una alta personalización, siendo el único compacto premium del mercado con la posibilidad de escoger pintura bitono para el exterior, dividiéndose entre carrocería y techo.
En lo referente al interior, combina la originalidad que siempre ha acompañado a Citroën, si bien su apuesta por la calidad lo sitúa a la altura de los rivales más distinguidos, como el BMW Serie 1, el Audi A3 o el Mercedes Clase A. No obstante, DS tiene un as en la manga para aportar un valor añadido frente a éstos: DS 4 Crossback. Se trata de una variante ´campera´ con mayor distancia al suelo, protecciones en los bajos, llantas modificadas y barras en el techo.
En cualquier caso, los dos modelos incorporan el sistema de conectividad DS Connect –con Appel CarPlay-, faros DS LED Vision, salpicadero e interior de las puertas en cuero y napa y propulsores de hasta 210 CV. Presentados en el pasado Salón de Frankfurt, estarán disponibles a partir del mes de noviembre en toda España.