El 488 GTB es un gran Ferrari. Así lo creemos firmemente en EVO. No obstante, cambia el V8 atmosférico de 4.5 litros del 458 Italia por otro V8 biturbo de 3.9 litros y, con él, la filosofía de la marca italiana. Con este motor, Ferrari gana en eficiencia, pero también en potencia. El resultado final es una mecánica que podría calificarse como obra maestra. La pérdida de carácter con respecto a su predecesor la compensa con un rendimiento escandaloso y la capacidad de rodar a cualquier velocidad sin ´despeinarse´. De hecho, cuando demandes, a través del acelerador, sus 670 CV y sus 760 Nm, el 488 GTB no tardará en dártelos. Ni un nanosegundo.
Por otro lado, su chasis es sublime. Combina una inesperada comodidad con un control sobre el vehículo inmejorable. A medida que el ritmo se acelera, las sensaciones de conducción percibidas van a más. El 458 Italia salió ´a hombros´ con el Speciale, pero con el 488 GTB Ferrari ha dado un golpe en la mesa y ofrece emocionantes promesas sobre la futura evolución de su mecánica.
Nuestro consejo EVO
Si tienes el dinero para ello -237.653 euros, como mínimo-, compra uno. Pero hazlo ya. Este atractivo superdeportivo de Ferrari llega con tanta fuerza como lo hizo el F355 hace ahora algo más de 20 años. Incluso en un mundo de magníficos McLarens, inverosímiles Lamborghinis y potentes Porsches, la fascinación que despierta este Ferrari es más poderosa que nunca.
Sea cual sea tu opinión sobre el paso de Ferrari a la turboalimentación, la única verdad es que la marca italiana ha completado un trabajo fantástico, con un imperceptible retraso y un poderoso rendimiento. Sin ir más lejos, ha ganado el premio global al Mejor Motor del Año 2016, junto con otras victorias en los apartados de rendimiento, nuevo motor y motor de entre 3.0 y 4.0 litros. Es una maravilla de la ingeniería.
Ferrari 488 GTB: Comportamiento, conducción y 0 a 100 km/h
Con 670 CV de potencia y un par motor máximo de 760 Nm, el Ferrari 488 GTB consigue cifras espectaculares casi sin esfuerzo: acelera de 0 a 100 km/h en 3,0 segundos y alcanza una velocidad máxima de 330 km/h. Pero el tiempo que consigue bajar la mandíbula es el 0 a 200 km/h: 8,3 segundos. En este sentido, es tres décimas más rápido que un Aventador LP750-4 SV, una más que un McLaren 650S y dos segundos comparado con el mítico F40. Sí, has leído bien, dos segundos más rápido que el sagrado V8 biturbo que montaba el superdeprotivo de referencia en los años 80.
Lo que hace que el rendimiento del 488 GTB destaque es de qué forma se entrega la potencia del turbo. Todo el par motor disponible se pone a disposición del acelerador a partir de 3.000 rpm. Sin embargo, hasta circulando a 60 km/h en cuarta velocidad el 488 GTB te empujará hacia atrás con un solo golpe de pie, permitiendo un contoneo que te alertará si estás mal sentado. Cómo sube de velocidad es muy difícil de registrar visualmente en el cuentakilómetros, pues lo hace realmente rápido.
Pero el manejo de las siete velocidades de su caja de cambios es tan impresionante como su entrega de potencia. Los tres primeros toques de mano a la leva derecha pasan en un abrir y cerrar de ojos, y no es que la aceleración cese al llegar a la cuarta velocidad, sino que al menos se dispone de un segundo más para esperar antes de meter quinta. Esto también pasa con la sexta y, si se llega a meter séptima, conviene cuestionarse por qué se está circulando a tal velocidad.
Por otro lado, la calidad de rodadura es inesperada en un coche de estas características. La forma en la que se deshace de las imperfecciones de la carretera es surrealista, especialmente porque no afecta en absoluto al dominio del conjunto. No importa la velocidad. La tracción es perfecta en todos los sentidos y anima al conductor a empujar más y a exigir una mordida más agresiva a sus Michelin Pilot Super Sports.
Aun así, hay un momento en el que se detecta un leve subviraje, pero no es necesario más que pegar un apretón para que el eje trasero corrija la trayectoria con éxito. Pero en general, gracias al trabajo de toda su tecnología, el Ferrari 488 GTB es un coche realmente fácil de controlar si uno se lo propone.
Ferrari 488 GTB: Motor y caja de cambios
El alcance del propulsor de 3.9 litros es tan sorprendente como la aceleración que ofrece. La respuesta al acelerador no es tan aguda como en un 458 Speciale -pocos le superan en esto-, pero cualquier síntoma de ´lag´ se descarta instantáneamente. El V8 es tan sensible a 1.500 como a 5.000 rpm. Con ello, Ferrari ha demostrado que el cambio a la turboalimentación no es el fin del mundo, sino una evolución necesaria.
El V8 de 3.902 cc tiene una relación de compresión de 9,4:1 y utiliza dos turbocompresores. La fricción entre sus componentes ha sido reducida en un 30%, la resistencia al calor ha sido aumentada y la rapidez de respuesta, mejorada. Ferrari cifra en 0,8 segundos el tiempo de respuesta del motor a 2.000 rpm en tercera marcha. El V8 atmosférico del 458 Italia el más rápido -0,6 segundos en total-, pero el 488 GTB ofrece una aceleración de entre un 20% y un 25% mayor a velocidades bajas, un 30% más en quinta velocidad y un 40% en sexta.
El sistema de control de par variable -Variable Torque Management- tiene muchos beneficios, según Ferrari. En primer lugar, le otorga al motor una energía que permite llegar antes a la máxima potencia sin una caída de la fuerza a altas revoluciones. Esto también beneficia a la tracción y a la utilización de marchas más cortas que aumenten más la excitación del piloto. Además, tiene el carácter y el sonido inconfundible de un Ferrari. Tan rabiosa es su aceleración que ya no es necesario preguntarse cómo sería eso de disponer del par motor máximo en cualquiera de las marchas.
La caja de cambios de doble embrague y siete relaciones es una versión actualizada de la que utiliza el 458 Italia, aunque ahora cuenta con el mencionado Variable Torque Management, estrenado por el California T. Es la compañera perfecta para el V8 de 3.9 litros. Las levas solamente requieren un ligero toque para cambiar de velocidad y la única crítica posible sobre el cambio son unas relaciones demasiado cortas, si bien han sido configuradas así para maximizar la potencia del motor. No disminuye la emoción ni estropea la experiencia, pero puede mantener los dedos demasiado ocupados.
Ferrari 488 GTB: Interior
En términos de postura de conducción, el Ferrari 488 GTB vuelve a ser perfecto, aunque algunos pueden sentirse algo desubicados. No es problema, pues el volante se ajusta hasta encontrar el punto exacto que busca cada conductor. El diseño de la instrumentación y los mandos depende del gusto de cada cual. A algunos les encanta y otros piensan que los controles no son todo lo ergonómicos que deberían.
Y aunque no es algo nuevo en Ferrari, la pantalla VDA -Vehicle Dynamic Assistance- nos ha parecido la joya de la corona tecnológica en EVO. A la izquierda de los relojes, este pequeño display muestra la temperatura de algunos elementos clave como neumáticos, motor y frenos a través de una información entendible con facilidad. Saber que los neumáticos traseros están fríos puede ser una información sorprendentemente útil. Por otro lado, el sistema de navegación por satélite está a la derecha de los diales y es relativamente sencillo de usar.
Ferrari 488 GTB: Rivales
Como hemos comentado casi al principio de la prueba, necesitarás -desde- 237.653 euros para comprarte un Ferrari 488 GTB. Ferrari argumentará que sus coches son incomparables, pero la verdad es que el crecimiento del McLaren 650S -desde 238.000 euros, un precio prácticamente calcado- ha sido directamente proporcional al de este 488 GTB. Si prefieres una alternativa atmosférica, el Lamborghini Huracan puede ser una buena opción con su V10 de 5.2 litros y 610 CV -desde 230.096 euros-. No obstante, el Huracan está lejos de ser ´juguetón´ y no tiene la energía de los motores turboalimentados.