Que las clásicas siluetas de los coches están cambiando es una realidad que no tiene marcha atrás. La moda SUV por un lado y las formas que permiten crear los modelos electrificados (el hecho de no tener un gran motor como tal, o de poder alejar el eléctrico en casi cualquier sitio) está provocando que los coches que siempre hemos conocido hayan ido desapareciendo. Primero fueron los monovolúmenes; después, las berlinas. Hace poco, las carrocerías de tres puertas. Y, ahora, un modelo tan mítico como el Ford Fiesta.
El primer Fiesta duró desde 1976 hasta 1983. Equipaba motores sólo de gasolina de 0,9, 1.1 y 1.3 litros, y hasta había un explosivo 1.6 de 84 CV para la deportiva versión XR2. Tenía una longitud de 3,56 metros, sólo lo había con tres puertas y pesaba entre 710 y 800 kilos.
Esta generación tuvo un ligero restyling en 1983 que aguantó hasta 1989 y entre algunos de sus cambios más llamativos estaba el aumento de potencia del XR2 hasta los 96 CV y la aparición de un 1.6 diésel de 54 CV.
En 1989 apareció el Fiesta de segunda generación, el primero que se ofrecía con tres o cinco puertas. Lo hubo con motores diésel 60 CV y turbodiésel de 77 CV, y el XR2i llegó a emplear tres motores diferentes: 1.6 de 110 CV, 1.8 16V de 105 CV y ese mismo motor pero con 130 CV. No fue la versión más potente, honor que recaló en el Fiesta Turbo de 133 CV. Esa segunda generación experimentó dos restylings con los que estiró su vida hasta 2002, si bien en algunos mercados emergentes su producción duró hasta 2010.
El Fiesta de tercera generación llegó en 2002. Alcanzaba ya los 3,81 metros de largo, y también lo había con tres y cinco puertas. En algunos mercados como el nuestro incluso llegó el Ford Fusion, una especie de Fiesta con cierto aspecto SUV y más familiar. Este Fiesta llegó a contar con la versión ST, equipada con un motor 2.0 16V de 150 CV.
En 2008 llegó el Fiesta de cuarta generación, que tuvo una vida de 10 años. Con 4,06 metros de largo y tres o cinco puertas, todos los periodistas del motor recordaremos a este Fiesta por su versión ST, equipada con un motor 1.6 Turbo de 182 CV (llegó a haber una versión de 200 CV) y un chasis de tacto muy ágil y deportivo que convertían a este Fiesta en un auténtico juguete.
Por último, en 2018 apareció el Fiesta actual, el de quinta generación. Aún con tres o cinco puertas, incluso ha contado con una variante de aspecto campero denominada Active. Además de tener también una deportiva versión ST de 200 CV, este Fiesta ha sido el primero de la saga en contar con mecánicas electrificadas, gracias a las versiones microhibridadas de 125 CV del motor 1.0 turbo de tres cilindros de la marca.