Hacía mucho tiempo, desde el Esprit, que Lotus no ligaba a ninguno de sus modelos el apellido Sport, algo que acaba de hacer con el Elise, modelo que actualiza su gama no tanto en estética como en comportamiento. En su aspecto, las únicas modificaciones destacables son la inclusión de unas llantas rediseñadas que rebajan su peso en 5 kg, la posibilidad de contar con un techo duro y un nuevo difusor negro en la parte trasera.
El peso total del conjunto se recorta en 10 kg si lo comparamos con la versión actual, parando la báscula el Elise Sport en 866 kg y en 914 kg el Elise Sport 220, algo que en la práctica no modifica sus prestaciones. En cuanto a equipamiento, las nuevas versiones pueden instalar aire acondicionado, un nuevo equipo de audio Clarion o control de crucero, que se combinan en el interior con unos asientos Club Racer que contribuyen otros 5 kg en la reducción de peso, y que se pueden personalizar con una tapicería inspirada en el Esprit S1 de 1976.
La principal mejora se encuentra en un modo de conducción sport que hace más sensible el acelerador, modifica la cartografía de la ECU del motor, deja más libertad al sistema de control de tracción y cambia el umbral del bloqueo del diferencial autoblocante electrónico. Mecánicamente, la gama sigue igual, con dos propulsores de origen Toyota de 1.6 litros y 136 CV y 160 Nm y 1.8 litros –sobrealimentado por un compresor- de 220 CV y 250 Nm. Las cifras de 0 a 100 son de 6,5 y 4,6 segundos respectivamente.
En cuanto a su llegada a nuestro país, se espera para diciembre, y aunque los precios aún no están definidos, se conocen los del mercado alemán, que se sitúan en 39.900 euros para el Elise Sport y en 48.700 euros para el Elise Sport 220.
