Vivimos en un mundo en el que la apariencia exterior cuenta cada vez más. Esto significa que si un coche no ‘entra por los ojos’, está condenado a fracasar –aunque sea bueno en otros aspectos–. Mercedes lo entiende bien, pues el CLA –a grandes rasgos, es un Clase A sedán– se presenta como una atractiva berlina-cupé dirigida a un público más joven que el del Clase C.
El primer contacto visual con el CLA es extraño, pues parece un CLS pequeño y ‘regordete’. Desde el pilar central, la caída descendente del techo es muy pronunciada, lo que provoca que la altura en las plazas traseras haya mermado respecto a la del Clase A: una persona de 1,80 m de altura roza con su cabeza en el techo.
Hasta la llegada, después del verano, de la versión 45 AMG, la versión más potente es la CLA 250. Adapta un motor 2.0 turbo de 211 CV y va asociado a una caja de cambio automática de doble embrague y siete velocidades fabricada por Mercedes para sus vehículos de tracción delantera. Iniciamos la marcha y encontramos una respuesta lineal y un sonido poco sugerente. El coche es rápido, pero la forma en la que el propulsor entrega la potencia –estira con fuerza hasta pasadas las 5.500 rpm, pero parece como si dicho empuje estuviese ‘atenuado’– y su tímido sonido, se traducen en que la experiencia de pisar a fondo el acelerador resulte un poco insípida. Además, el cambio no ayuda, pues no es muy rápido y, en el modo deportivo, resulta algo brusco. Tampoco elige siempre bien la marcha que hay que insertar, aunque esto es algo que se puede enmendar cambiando de forma manual a través de las levas del volante.
Mercedes CLA 250
Motor: Gasolina, 4 cil. turbo, 211 CV a 5.500 rpm y 350 Nm entre 1.200 y 4.000 rpm. Cambio: Automático de 7 velocidades y doble embrague.
Tracción: Delantera. Prestaciones: 0 a 100 km/h en 6,7 seg.; vel. máx.: 240 km/h. Consumo: 6,1 l/100 km. Precio: 42.700 euros. Rivales: Audi A3 Sedan, Volvo S60, BMW Serie 3 GT.
Lo mejor y lo peor
+ Diseño, tacto de la dirección, frenos potentes
– Esta versión no se ofrece con cambio manual, altura en las plazas traseras.
Técnica
¿Por qué no ‘CXA’?
El coeficiente aerodinámico del CLA es de sólo 0,23 Cx –dato que se reduce a 0,22 Cx en la versión CLA 180 BlueEFFICIENCY–. Esta cifra de récord en su segmento se ha conseguido gracias, en buena parte, al completo trabajo de carenado de los bajos, pues dispone de recubrimiento en el motor, en las articulaciones de la suspensión, en el eje trasero… e, incluso, se ha optimizado el diseño del tramo final del tubo de escape.
La distancia entre ejes no varía respecto al Clase A. Es de 2,69 m y contribuye a la buena estabilidad a alta velocidad que muestra el coche. Respecto a la suspensión, la variante que probamos incorporaba el tren de rodaje deportivo –658e–. Es una amortiguación rígida y algo ‘rebotona’, pero cuando el firme está liso aporta un paso por curva rápido, a pesar de que el coche se muestra subvirador*. Por otro lado, la dirección es electromecánica con desmultiplicación variable. Es muy directa y ofrece una elevada precisión y un tacto excelente.
Otro capítulo en el que el CLA 250 destaca es en el de los frenos, tanto por su eficacia como por su buen tacto.
El CLA 250 es rápido, refinado y tiene un comportamiento equilibrado. No destaca por sensaciones de conducción, pero su belleza es una virtud demasiado buena como para no triunfar.