Mini Clubman JCW 2019: primera prueba

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La variante más deportiva de la carrocería familiar de Mini comparte ese honor con el Mini Countryman JCW -John Cooper Works-, ya que ambos incorporan el mismo motor: un 2.0 Turbo de 306 CV. Pero el Clubman acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 seg., frente a los 5,1 seg que necesita la variante crossover. Por eso, este Clubman JCW también es el Mini más rápido de su historia.

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La marca británica acaba de poner a la venta en nuestro país el resideño de la variante JCW de su familiar Mini Clubman, toda vez que este modelo acaba de recibir los cambios estéticos y de equipamiento que ya se han ido conociendo en el resto de variantes desde 2018. Pero, en el JCW, esta actualización llega… a lo grande, nada menos que con un nuevo motor 2.0 T de 306 CV, lo que supone una ganancia de 75 CV sobre la versión previa, de 231 CV.

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De esta forma, el Mini Clubman, con 4,26 m de largo y con 360 L de maletero se convierte en una alternativa a los compactos más deportivos del mercado, como el Audi S3 Sportback -300 CV-, el Mercedes-AMG A 35 4MATIC -306 CV-, el Volkswagen Golf R -300 CV- o el reciente BMW M135i -306 CV-, con quien comparte base mecánica.

Si nos centramos en el propulsor del nuevo Clubman JCW, las variaciones técnicas son numerosas, pero de lo más eficientes. Así, y sobre la base del bloque 2.0 T de 231 CV, los británicos han optado por un turbo de mayor tamaño, al que suman un sistema de admisión rediseñado, nuevos inyectores -capaces de agregar combustible hasta a 350 bares de presión-, dos radiadores o un sistema de escape específicamente optimizado -con filtro de partículas incluido-. Así, el propulsor entrega 306 CV de 5.000 a 6.250 vueltas y 450 Nm desde ya 1.750 rpm, cifra que mantiene hasta las 4.500 rpm.

A este nuevo propulsor, el Clubman JCW suma una transmisión automática de 8 velocidades mediante convertidor de par con levas tras el volante -y que cuenta con un programa específico Launch Control para realizar salidas más eficaces-; y el sistema de tracción total conectable ALL4 mediante embrague multidisco. La guinda mecánica llega con la inclusión, como equipamiento de serie, de un diferencial autoblocante mecánico en el eje delantero. Y con todas estas características, ¿cuánto gasta este JCW? Según el ciclo de medición WLTP, el consumo de combustible oscila entre 7,1 y 7,4 L/100 km.

Pero los cambios realizados en este JCW no cesan ahí. En el plano dinámico, el Clubman JCW presenta un chasis deportivo. Y dispone de unos frenos de mayores dimensiones -ahora, los delanteros cuentan con discos ventilados de 360 x 30 mm, frente a los de 300 x20 mm, también ventilado, del tren trasero- y, deportividad obliga, con las pinzas pintadas en color rojo. Pero, además, y por 525 euros, puede contar de forma opcional con una suspensión rebajada en 10 mm que cuenta con un sistema de amortiguación adaptativa. Con ella, la respuesta de los amortiguadores se endurece, especialmente en el modo de conducción Sport.

Mini Clubman JCW: así es por fuera

El restyling realizado sobre el Clubman se hace extensivo al JCW quién, además, suma algunas particularidades propias. El primer ejemplo de lo anterior son las llantas específicas Black Grip Spoke de 18″ -de serie, este JCW monta neumáticos en medida 225/40 R18-, aunque opcionalmente se puede optar por otros diseños en 18 y 19″.

Junto a ellas, lo más destacable es un frontal en el que existen grandes entradas laterales de aire, una parrilla con acabado de panal y dividida por un reborde rojo, y unos faldones traseros con difusores laterales integrados. Además, y como muestra de su espíritu deportivo, esta versión cuenta con un alerón posterior específico y sendos escapes gemelos en su parte trasera. Pero Mini ha ido más allá e incluso ha optimizado aerodinámicamente las tapas de los retrovisores laterales.

Finalmente, los cambios estéticos culminan con la presencia de sendos logotipos John Cooper Works en la rejilla del radiador y la tapa del maletero. Como curiosidad, y para cualquier tono de la carrocería, el cliente siempre podrá optar por elegir que el techo y las carcasas de los retrovisores vayan pintados en tonos blancos, rojos, negros o plata; a la vez que puede incorporar franjas en el capó de tonos rojos o negros.

Mini Clubman JCW: así es por dentro

En el interior, el conductor encontrará una atmósfera deportiva conformada por un volante multifunción específico de JCW, unos envolventes asientos deportivo y una palanca del cambio, de nuevo, con diseño específico para esta versión. El equipamiento de serie incluye una pantalla táctil de 6,5″ con sistema multimedia y Bluetooth; pero, en opción, se puede adquirir un equipo de navegación con pantalla de 8,8″ y apto para el sistema de conectividad Apple Car Play -ojo, no es compatible con Android Auto-.

Mini Clubman JCW: así va

Lo primero que llama la atención de este JCW es, nada más arrancarlo, el logrado sonido de su mecánica. Es grave y algo ronco, pero resulta muy grato incluso cuando se introduce, filtrado, en el interior del habitáculo. Este ruido se mantiene como un grato fondo a baja y media velocidad, pero va in crescendo y se va agudizando a medida que vamos ganando revoluciones.

Este JCW es, en términos generales un coche fácil de conducir. El motor entrega 450 Nm de par ya desde 1.750 rpm y, por ello, el empuje y la entrega de potencia es sobresaliente en cualquier circunstancia. Recuerda, acelera de 0 a 100 km/h en 4,9 seg., por lo que las recuperaciones son magníficas e incluso los adelantamientos apurados se convierten en una maniobra bastante sencilla.

Pero, más allá de este derroche de potencia, este JCW ha resuelto muy bien otros elementos dinámicos. Por ej., la dirección, con 2,4 vueltas de tope a tope, resulta directa a la vez que ofrece un tacto preciso. Por su parte, la actuación de la caja de cambios automática resulta notable: si bien, y a la hora de reducir, no es tan sumamente rápida como algunas secuenciales de otras marcas, es apenas algo más lenta y, a cambio, ofrece una suavidad encomiable en la gestión de la potencia -algo que no puede decirse de las citadas secuenciales-.

Cuestión aparte es la suspensión: en general es bastante firme y, si bien calca cualquier irregularidad del asfalto, también la deja notar en el habitáculo; una sensación que se acentúa aún más si el vehículo incluye el sistema de amortiguación adaptativa -como el vehículo de nuestra prueba- y se circula en el modo de conducción Sport. Eso hace que este Clubman haga sufrir levemente a sus pasajeros sobre asfalto bacheado, pero a cambio ofrece una estabilidad y un aplomo sorprendentes, a la vez que una sensación de control y tranquilidad absoluta a su conductor.

¿Un ejemplo practico? Es terriblemente fácil sorprenderse circulando a sus mandos a una velocidad entre ¡30 y 40 km! superior a lo habitual en carreteras secundarias, mientras que en las vías rápidas alemanas -la toma de contacto tuvo lugar en Frankfurt-, y dado su rendimiento, uno puede circular por encima de 180 o 190 k/h tan cómodo como si lo hiciera ligeramente por encima de los límites legales en España.

Y es que el Clubman JWC apenas inclina la carrocería en curvas, incluso en los giros más lentos y pronunciados. Si a ello sumamos el extra de motricidad que le otorga la tracción total y la nada brusca entrada en acción del bloqueo antiblocante -lleva al coche al interior de la curva en caso de subviraje, pero lo hace siempre de forma suave, sin sobresaltos al conductor-, este JCW se muestra como un coche relativamente fácil de conducir incluso yendo a los tremendos ritmos de los que es capaz su motor.

¿Un pero? La actuación de los frenos. Ojo, este Mini frena, y lo hace con contundencia, pero la relación entre el recorrido del pedal y la detención es muy lineal y progresiva. Y dada la velocidad a la que puedes llegar a una curva con este coche, muchos conductores -entre ellos yo-, agradecerían algo más de mordiente en el tramo final del recorrido del pedal.

Queda mencionar el tema del consumo. En autopista es fácil mantener cruceros a 120 ó 130 km/h gastando unos 8,0 L/100 km, pero en carreteras secundarias y realizando una conducción deportiva, el gasto sube hasta los 15 L/100 km. Tampoco es demasiado si consideramos las prestaciones que ofrece el que es, por ahora, el Mini más rápido de la historia.