Por fuera, el Countryman S E es muy parecido a un Mini Countryman S. Tan sólo le delatan los detalles en el particular color amarillo verdoso que ha escogido la marca para identificar a sus modelos enchufables: la S de la calandra frontal, los intermitentes laterales con las ´insignias E´ con forma de enchufe amarillo, y la insignia E del portón trasero. Además, a pesar de ser un Cooper S, sólo cuenta con un tubo de escape. Por lo demás, se trata de un todocamino compacto: con una longitud de 4,30 metros, es seis centímetros más corto que un Nissan Qashqai, un Seat Ateca o un Toyota H-CR.
El interior es muy parecido al de cualquier Mini Countryman, a excepción del botón de arranque, que también es de ese color amarillo verdoso, y la presencia, a su derecha, de un botón eDrive que sustituye al que desactiva el sistema Stop Start en los Mini ´convencionales´, y que sirve para elegir entre tres modos de funcionamiento diferentes, que vamos a repasar más adelante. Según Mini, debido a la presencia de la batería, la banqueta trasera se sitúa 28 mm más alta que en un Countryman convencional€ aunque este aspecto pasa completamente desapercibido. Además, el espacio libre para la cabeza de los pasajeros traseros y hasta el techo es enorme. Debido al sistema híbrido también se pierden 45 litros de maletero, quedando su capacidad en 405 litros. Es espacio que se pierde es parte de un compartimento oculto, situado bajo el suelo del maletero de los Mini convencionales.
Bajo la carrocería, y bajo su razonablemente suntuoso interior (con una calidad de ajustes y acabados muy buena, y acorde con el precio) , se encuentra una de las variantes de plataforma del kit modular UKL2 de BMW. Y eso significa que, de hecho, bajo la chapa, el Mini COuntryman S E es prácticamente un calco del BMW Serie 2 225xe Active Tourer (aunque el trabajo que han realizado BMW y Mini para diferenciarlos es impecable, y nadie lo diría).
De forma que ambos modelos comparten la misma arquitectura. En la práctica, eso significa que el eje delantero está animado por un motor tricilíndrico de gasolina, de 1,5 litros de cilindrada, turboalimentado y con 136 CV de potencia. Este motor está conectado a una caja automática con convertidor de par y seis relaciones (de funcionamiento bastante aceptable), y cuenta con un pequeño motor eléctrico, de 10 CV de potencia, que tiene como misión arrancar el motor térmico cada vez que es necesario, rellenar las lagunas de par del motor térmico durante los cambios de marcha, generar energía eléctrica para recargar la batería durante las fases de circulación en retención y funcionar como un pequeño asistente durante los períodos de aceleración intensa.
Por su parte, el eje trasero está animado por un motor eléctrico de 88 CV de potencia máxima y 165 Nm de par máximo. Además, en la parte trasera se ubican también la batería de litio, de 7,6 kWh de capacidad bruta (6,7 kWh de capacidad neta), el depósito de combustible, de 36 litros de capacidad, la electrónica de potencia y el cargador embarcado.
Esta dualidad de motor térmico delante y motor eléctrico detrás convierte al Countryman S E en uno de los híbridos enchufables más peculiares del mercado. Además, BMW ha decidido ajustar la relación de transmisión de la única marcha de que dispone el motor eléctrico trasero de forma que sólo asista al coche hasta 135 km/h. Eso significa que, a baja velocidad, los 88 CV brillan con fuerza€ pero que, a partir de 140 km/h, el Countryman S E se convierte en un Mini Countryman de tan sólo 136 CV. Una de las repercusiones es que la velocidad máxima declarada es relativamente humilde: 198 km/h.
Como la práctica totalidad de los híbridos enchufables, este Mini Countryman S E homologa una autonomía 100% eléctrica de 42 km (el mínimo legal requerido para poder optar a las mejores subvenciones), que en condiciones reales se quedan en unos 30 a 35.
Para recargar la batería, basta con conectarla a un punto de recarga mural o wallbox. El cargador embarcado es de 3,6 kW de potencia, de manera que la batería se carga completamente en poco más de dos horas. También es posible utilizar un enchufe convencional y el cable ´de modo 2´ que viene con el vehículo. En este caso, la potencia de recarga está limitada a 2.6 kW (suponiendo que la instalación doméstica en cuestión pueda entregar esa potencia), y el tiempo de carga se alarga hasta los 3:15 horas. Son cifras similares a las que anuncian otros vehiculos similares como, por ejemplo, el Volkswagen Golf GTE.
Una de las particularidades de este Countryman S E es la estrategia que sigue para consumir la energía almacenada en la batería. Existen tres modos de funcionamiento: SAVE eDRIVE, AUTO eDRIVE y MAX eDRIVE. Cada vez que arrancamos el coche, este se encuentra en el modo ´por defecto´ AUTO eDRIVE. En esta modalidad, el Countryman S E emplea propulsión eléctrica hasta alrededor de 80 km/h y, a partir de ese punto, pasa a impulsarse con el motor térmico. Por su parte, en el modo MAX eDRIVE, se propulsa utilizando exclusivamente el motor eléctrico, y la velocidad está limitada a unos 125 km/h. Finalmente, el en modo SAVE eDRIVE, el Countryman S E emplea parte de la energía generada por el motor térmico para recargar la batería. A pesar de su engañoso nombre, este modo es capaz de recargar la batería hasta el 90% de su capacidad durante la marcha.
Este funcionamiento se aparta de la norma entre los híbridos enchufables, que suelen apostar por moverse siempre que sea posible consumiendo energía eléctrica para, una vez que se ha agotado la carga de la batería, pasar a funcionar como un modelo meramente híbrido. En el Countryman S E es posible hacer eso, pero hay que seleccionar de forma manual, mediante el botón eMode, la modalidad MAX eDRIVE.
Según BMW, este proceder busca proteger la vida de la batería, que está cubierta por una garantía de seis años o 160.000 km. Sin embargo, esta estrategia significa que, por ejemplo, alguien que realizara la mayor parte de sus kilómetros por vías interurbanas, circulando a más de 90 km/h, casi nunca recurriría a la batería, y obtendría consumo medios del orden de los 7 litros de media€ cuando, si se consume la energía almacenada en la batería, y el recorrido es razonablemente corto, el Countryman S E puede moverse arrojando consumos medios del orden de los 3 litros –el consumo medio homologado es de 2,1 litros–.
Otra posible explicación, no oficial, a esta estrategia de Mini es que, una vez que la batería se ha descargado por completo, las prestaciones del Countryman S E se resienten bastante (esto es algo que también ocurre, aunque en menor medida, en modelos como los citados VW Golf GTE y Mitsubishi Outlander PHEV).
Cómo va el nuevo Mini Countryman S E
Hemos tenido la oportunidad de probar el Countryman SE a lo largo de un recorrido mixto, con bastante autopista y un tramo razonablemente largo de carreteras de montaña bastante sinuosa (más concretamente, en los alrededores del Parque Natural del Monseny, en Barcelona).
A baja y media velocidad, y mientras la batería cuente con carga, el Countryman acelera como lo que es: un SUV deportivo de 224 CV de potencia€ y nada menos que 1.730 kilos de peso. Mini anuncia un tiempo para acelerar hasta 100 km/h de 6,8 segundos, que parece bastante creíble. La combinación de motor de gasolina y motor eléctrico proporciona un acelerador de tacto afilado y un funcionamiento más silencioso y sedoso que cualquiera de las versiones diésel del Countryman.
El peso está bien disimulado y, gracias a lo relativamente ligero que es el motor de gasolina, la dirección cuenta con un tacto bastante incisivo, además de directo. No es un deportivo, y el límite de las ruedas delanteras se alcanza pronto (la altura de la carrocería no ayuda en este sentido y me temo que, como todas las versiones del Countryman, cerca del límite parecerá un coche tan alto y balanceante como realmente es, en lugar de una especie de tabla bien asentada sobre la que se ha montado una ´superestructura anormalmente elevada´).
El funcionamiento en modo 100% eléctrico es muy bueno. El motor eléctrico empuja de forma instantánea y con bastante fuerza para manejarse en ciudad o carretera. De vez en cuando, al solicitar toda la potencia disponible pisando a fondo el acelerador, puedes sentirte algo ´descolgado´ durante las décimas de segundo que tarda el motor térmico en acudir al rescate€ pero es un defecto que el Countryman S E compensa sobradamente con un silencio y suavidad de marcha de notable muy, muy alto.
Mini ha decidido poner a este Countryman S E al mismo precio que el diésel con tracción total más potente, el Countryman S D All4: ambos cuestan 37.600€. El diésel homologa un consumo de 4,9 litros, anuncia una velocidad punta de 218 km/h y un tiempo para acelerar hasta 100 km/h de 7,4 segundos, y pesa 1.610 kilos en orden de marcha. Por su parte, el enchufable anuncia los 198 km/h de punta que mencionamos antes, una aceleración de 0 a 100 km/h de 6,8 segundos y un consumo medio homologado de 2,1 litros€ que puede traducirse por que gasta entre 3 y 7 litros, en función de la frecuencia con la que recarguemos la batería y la clase de recorridos que realicemos. El peso que declara Mini es de 1.730 kilos€ que es bastante, pero no del todo descabellado para las dimensiones y la habitabilidad del coche. De forma que este Countryman probablemente no va a salvar al planeta, pero logra suscitar una duda razonable entre él y su alter ego diésel, lo cual ya es muchísimo. Y además, se enchufa€ una característica que muchos encontrarán chulísima.
