Fue un encuentro abierto al debate en el que se dieron cita tres embajadores de la marca, como son la piloto de rallyes Laia Sanz, el pintor de coches Manu Campa (que plasma su arte sobre las carrocerías) y el aventurero Daniel Illescas, todos ellos con una fuerte presencia en redes sociales.
Además de Autofácil y otros medios invitados, se dieron cita diferentes personalidades entre las que destaca Carlos Martínez, Director General de Mini en España, que fue quien adelantó algunos detalles sobre la estrategia de la marca en el futuro más próximo.
Por un lado, Carlos Martínez aseguró que 2023 será un año de transición para Mini, así como uno de los ejercicios más importantes en su historia. ¿La razón? Será la puerta a 2024, donde se presentará la cuarta generación del Mini 3p (la quinta si contabilizamos al Mini clásico antes de que la marca se integrara en BMW), que ya únicamente ofrecerá motorizaciones eléctricas en su gama. Aunque, según la marca, manteniendo todo el temperamento dinámico que ha caracterizado a este modelo a lo largo de toda su historia.

Ese mismo 2024 también será el año en el que el reto de la gama Mini sufra determinados cambios, con el fin de la comercialización de algunos y la presentación de otros que puedan cubrir el mayor abanico de usos posible, tanto con motorizaciones eléctricas como de gasolina (en principio, ya no habrá hueco para ningún diésel). Este es el camino de un trayecto que culmina en 2030, cuando todos los Mini que se vendan serán eléctricos.
Esta es la dirección que tomará Mini, decisión alentada por los datos de ventas de su actual único modelo eléctrico, el Mini Cooper SE. Esta versión 100% eléctrica se integra en la gama Mini 3p, conviviendo con cuatro motorizaciones de gasolina de 102 CV, 136 CV, 184 CV y 231 CV. Lo sorprendente de todo es que, según Mini, la cuota de mercado del Mini Cooper SE dentro de la gama asciende a nada menos que el 35%. Es decir, más de una tercera parte de los compradores de un Mini 3p, elige la versión eléctrica.
El modelo en cuestión tiene cualidades para justificar esos resultados, en parte porque su precio no es desorbitado, con una tarifa de 34.200 euros que puede reducirse en hasta 7.000 euros acogiéndose al Plan Moves III. Por supuesto, conservando el buen grado de calidad de construcción que caracteriza al Mini

En cuanto a sus datos técnicos, el Mini Cooper SE dispone de un motor de 184 CV, puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 7,3 segundos y su velocidad máxima está limitada a 150 km/h. Disfruta además de un consumo muy contenido, homologando 15,2 kWh/100 km.
La batería de la que dispone es de 32,6 kWh, de los cuales 28,9 kWh son útiles. Proporciona una autonomía máxima de 234 km, más que suficiente para cubrir los desplazamientos cotidianos incluso por más de un día.
Es cierto que la batería no es muy grande, pero resulta ideal para un vehículo de corte urbano. Además, el hecho de que sea de comedida capacidad permite que pueda recargarse en un enchufe doméstico de 2,3 kW sin problema, proceso para el que precisa unas razonables 12 horas aproximadas.

De todos modos, el Mini Cooper SE también admite cargas a ritmo más rápido. En corriente alterna, admite 11 kW de potencia, en cuyo caso el coche podría estar del todo cargado en poco más de 3 horas.
Y, aunque el Mini Cooper SE no sea un coche especialmente indicado para viajar, en el caso de hacerlo puede ser cargado a una potencia de 50 kW en corriente continua. En este caso, puede recargarse el 80% de la batería en apenas media hora.
Con todo, el Mini Cooper SE es uno de los urbanos eléctricos más interesantes que hoy en día se pueden comprar. A continuación te dejamos la videoprueba que publicamos cuando el modelo fue lanzado, y que a día de hoy sigue plenamente vigente.
