Si viajáramos cinco años atrás, al pensar en un patinete eléctrico se dibujaría en nuestra mente un juguete para niños. Sin embargo, hoy día, es una de las formas de movilidad más populares, hasta el punto de haberse convertido en una alternativa real al transporte público.
Y es que el hecho de ser pequeño, mucho más barato que un scooter y el poder conducirse sin carnet lo han convertido a este Vehículo de Movilidad Personal (VMP) más populares… Y tal éxito también ha traído aparejado que muchos usuarios truquen sus patinetes eléctricos para incrementar sus prestaciones.
Los peligros de trucar un patinete eléctrico
La DGT define a los VMP (entre los que se engloban los patinetes) como vehículos de una o más ruedas, con una plaza e impulsados por un motor eléctrico. Además, su velocidad máxima debe oscilar entre los 6 y los 25 km/h.
Y aquí radica el problema. Una velocidad punta de 25 km/h resulta escasa para muchos de sus propietarios, que deciden trucarlos. Y, para bien o para mal, hacerlo es tan sencillo como descargarse una app y modificar su firmware para incrementar sus prestaciones… sin tocar ni un solo tornillo.
El sistema eléctrico, las ruedas y la batería no están preparados
Si bien la potenciación de vehículos siempre ha existido, en el caso de los patinetes no es nada recomendable. ¿La razón? Tradicionalmente, cuando se potencian vehículos como un coche o una moto, todos los elementos encargados de garantizar la seguridad activa -suspensión, los frenos, neumáticos- se adaptan al aumento de prestaciones.
En los patinetes eso no es así y todos los elementos se ven sometidos a un sobreesfuerzo que puede afectar a la fiabilidad y a la seguridad de sus usuarios. A continuación, te dejamos los peligros a los que te enfrentas si lo haces.
Adiós a la garantía… y al seguro
En cuanto truques tu patinete eléctrico perderás la garantía de todos sus componentes. Por otro lado, si sufres un accidente es muy probable que el seguro no se haga cargo de los desperfectos que ocasiones.
Modificar el software tiene consecuencias…
Son muchos los usuarios que después de trucarlo, perciben que los mandos del acelerador y el freno responden de forma ‘diferente’ a como lo hacían antes. Esto se debe a que al manipular el patinete, se modifica indirectamente el software que controla estos mandos.
Tu patinete eléctrico se va a romper
El sistema eléctrico de un patinete está diseñado ‘soportar’ sin problema las prestaciones que anuncia su fabricante. Sin embargo, al trucarlo para mejorar sus prestaciones la batería se descarga (y se calienta) mucho más rápido, algo que reduce su autonomía y su vida útil.
Por otro lado, el motor también se ve sometido a un sobreesfuerzo, que lo sobrecalienta y podría terminar quemándose.
Las ruedas y los frenos acabarán KO
Las ruedas y los frenos que incorporan los patinetes eléctricos están pensadas para funcionar con una determinada velocidad y aceleración. Si las prestaciones aumentan, las ruedas y los frenos se desgastarán antes y, por otro lado, no serán capaces de detener con eficacia el patinete si se circula por encima de su velocidad máxima, lo que supone un riesgo para la seguridad.
Te juegas una multa de 500 euros
De acuerdo con la DGT, la multa por modificar las características técnicas de un vehículo, como por ejemplo, su velocidad máxima supone una multa de 500 euros y la inmovilización del vehículo. Algo que también se aplica a los patinetes eléctricos trucados.