Qué susto! Cuando Nissan anunció que volvía al segmento de los compactos con el Pulsar, unas gotas de sudor frío recorrieron parte de mi cuerpo. En mi mente apareció el Tiida, el último compacto que la marca vendió en España entre 2007 y 2009. Sí, por fortuna, este modelo duró sólo dos años; y fueron hasta demasiados… El problema del Tiida fue que no era un coche pensado para el mercado europeo, si no para países emergentes asiáticos, sudamericanos… Por eso, el apaño de traerlo a Europa y venderlo como una alternativa a los Ford Focus, Renault Mégane… fue un estrepitoso fracaso.
Por fortuna, entre el Tiida y el Pulsar no hay nada en común. Supongo que alguien en Nissan debió dar un puñetazo en la mesa antes de jurar por sus antepasados que jamás volverían al segmento de los compactos en Europa hasta que tuviesen un modelo preparado para este mercado. Y, con el éxito del Qashqai asegurando beneficios, tenían tiempo de sobra para preparar uno a conciencia.
Nissan Pulsar 1.2 DIG-T
Precio: desde 17.150€
Motor: 1.2, 4 cil. en línea; 115 CV a 4.500 rpm;
190 Nm a 2.000 rpm. Cambio: Manual de seis
velocidades.
Tracción: Delantera.
Prestaciones: 0 a 100 km/h en 10,7 seg.;
vel. máx.: 190 km/h.
Consumo: 5,0 l/100 km. Peso: 1.333 kg.
LO MEJOR Y LO PEOR
+ Si necesitas un compacto tranquilo y equilibrado, no es mala compra…
– … pero tampoco es mejor opción que rivales como un Ford Focus, un Seat León…
Cinco años después de que el Tiida se marchase por la puerta de atrás, llega el Pulsar.
Y sí, como bien puedes sospechar por su estética, estamos ante un compacto derivado del Qashqai: sus faros son muy parecidos, el interior también lo es, emplea sus motores –o, mejor dicho, también los toma prestados de Renault– y la mayor parte de la plataforma…
Así, el interior es tan moderno y está tan bien acabado como el del Qashqai, cuenta con un puesto de conducción cómodo y unas plazas traseras que sorprenden por ofrecer mucho espacio para las piernas –el maletero, con 385 litros, tampoco está nada mal–.
En marcha, basta con comenzar a circular para descubrir que la comodidad y la seguridad han sido el principal objetivo, y eso se traduce en que su conducción no es muy excitante –algo que también ocurre con la mayoría de sus alternativas–.
Tú apuntas por dónde quieres ir a través de una dirección no demasiado informativa, y él se limita a llevarte justo por ahí, sin reacciones bruscas y con un control absoluto de la situación.
De todas formas, el hecho de que la gama sólo esté formada por dos motores de 110 –1.5 dCi– o 115 CV –1.2 DIG-T– tampoco invita a practicar una conducción muy deportiva. Aun así, decido arriesgarme y probar el gasolina, pues según la marca es más rápido acelerando. Hace unos cuantos años, tener un motor turbo significaba llevar una mala bestia bajo el capó; ahora, quiere decir que su respuesta es agradable, que ayuda a gastar poco, que corre lo que debe correr para su potencia… y, en este caso, que la potencia máxima se entrega a sólo 4.500 rpm, cargándose de un plumazo ese inexplicable placer que nos produce a los más quemados sentir cómo aumenta el rendimiento del motor conforme te acercas a la zona roja del cuentavueltas.
Con todo, el Pulsar es un buen coche para usar a diario, y ha conseguido borrar de golpe el recuerdo del Tiida, que ya tiene mérito.
Pero eso no significa que aporte gran cosa a un segmento en el que la competencia es feroz, ni que tenga algo que le haga destacar claramente por encima del resto. ¿Es una buena compra? Sí. ¿Mejor que sus rivales? No. ¿Te gusta? ¿Sí? Pues cómpratelo, no te defraudará. ¿Debes descartar para siempre un Pulsar si quieres un compacto deportivo? No, hazlo sólo de momento: por fortuna, es probable que la próxima vez que te hablemos del Pulsar será para ponerte los dientes largos con algo que tendrá 190 CV bajo el capó. Y no se descarta que Nismo empiece a hacer de las suyas dentro de unos meses para cerrarnos la bocaza a algunos periodistas como yo…