ID. Buzz Apertura

Nuevo Volkswagen ID. Buzz 2023: la furgo eléctrica del flower-power

El nuevo Volswagen ID. Buzz es un monovolumen eléctrico inspirado en el legendario Volkswagen T1 de los años 50. Cuenta con una batería de 77 kWh y está disponible en versiones de pasajeros (63.560 euros) y de carga (58.200 euros). En 2024, llegará una versión de batalla larga.

En 1947, Ben Pon, importador holandés de Volkswagen, descubría en la factoría de la marca un genial vehículo de transporte diseñado por los propios trabajadores para trasladar planchas de metal y basado en un Beetle. Le denominaban el Plattenwagen, y destacaba (en su época) por su gran distancia entre ejes, su espacio diáfano de carga, sus cortísimos voladizos y su parte delantera extremadamente simplificada.

Plattenwagen
El Plattenwagen original

Ben vio inmediatamente el potencial para un vehículo multipropósito y extremadamente versátil, capaz de transportar desde mercancías a familias enteras. Y pocos años después, nacía el Bully o T1, la primera Transporter de Volkswagen.

Volkswagen T1
La Volkswagen T1 original

Salvando mucho las distancias, la ID. Buzz representa el renacer eléctrico de la T1, y cuenta con muchos de sus atributos. Empezando por ese concepto de ejes a los extremos y maximización de espacio interior, algo que consigue gracias a la plataforma para eléctricos MEB de Volkswagen, que permite concentrar la tracción en un paquete poco voluminoso alojado en el eje trasero… y el resto de elementos en un morro alto, pero compacto.

La ID. Buzz ya esta a la venta con una única opción de batería y motorización (77 kWh netos y 204 CV de potencia) y un solo acabado Pro, y cuesta desde 63.560 euros.

Volkswagen ID: Buzz Cargo
La versión «comercial» del ID. Buzz, denominada Cargo

Además, también está a la venta una versión Cargo, con espacio independiente para la carga y una fila delantera de tres asientos (opcionalmente, puede pedirse con dos), que ofrece 4m3 de espacio (caben dos europallets en configuración de T) y una carga útil de hasta 650 kilos. Homologa una autonomía de 414 km y tiene un precio de 58.200 euros.

Volkswagen ID. Buzz en marcha

El ID. Buzz por fuera: tan “mono” como el original

El exterior del ID. Buzz tiene un diseño realmente llamativo, con una combinación bicolor que le da una apariencia muy desenfadada. La longitud total es contenida (4,71 metros), lo que le convierte en un vehículo bastante maniobrable. Las cotas de anchura y altura, en cambio, son muy grandes: mide 1,99 metros de ancho (como un superdeportivo) y 1,94 metros de alto. Ambas medidas, combinadas con un Cx de 0,29, auguran una resistencia aerodinámica elevada.

Las formas exteriores realzan características como una elevada distancia entre ejes (de 2,99 metros) y unos voladizos cortos. En la vista frontal también resulta evidente la presencia del radar en el centro del faldón delantero y de las cámaras en la base del parabrisas (que, por sus dimensiones, emplea un sistema de limpiaparabrisas que barren desde el centro y hacia fuera).

De hecho, y según Volkswagen, el ID. Buzz va a ser el vehículo sobre el que van a desarrollar sus primeros modelos autónomos, de manera que no nos debería de extrañar el ver cómo comienzan a agregar sensores como, por ejemplo, radares Lidar. Lo cierto es que hay mucho espacio disponible para alojarlos.

Vokswagen ID. Buzz vista lateral

En el lateral, encontramos dos puertas correderas que ofrecen un fantástico acceso a la fila de asientos de la parte trasera. Esta ID. Buzz de “batalla corta” que hemos probado no va a ofrecer configuraciones con siete plazas en tres filas (sí se ofrecerá una versión de seis plazas a finales de 2023, empleando una banqueta delantera corrida).

Las siete plazas en tres filas de asientos se reservan para para la versión de batalla larga que llegará en 2024, que ofrecerá una batalla de 88 kWh (frente a los 77 kWh de este ID. Buzz) junto con 25 cm extra de longitud de carrocería que se invertirán, íntegramente, en aumentar la batalla.

Volkwwagen ID. Buzz vista lateral

El ID. Buzz por dentro: minimalista y espacioso

El interior del ID. Buzz se parece mucho al de sus hermanos ID. como el ID. 3, el ID. 4 o el ID. 5, y está caracterizado por la amplitud y un diseño simplificado y minimalista.

El salpicadero está presidido por un pantalla central que puede ser de hasta 12” y desde la que se controlan casi todas las funciones. La pantalla de la instrumentación, de 5,3”, es un poco más grande y completa que la de, por ejemplo, un ID. 3… pero nos sigue pareciendo que escasea mucha información para tratarse de la instrumentación de un eléctrico, en el que informaciones como el % de carga de la batería y el consumo medio o el instantáneo deberían de poder estar presentes de manera clara y permanente.

La posición al volante es elevada, y muy desahogada en términos de espacio. La distancia entre el salpicadero y la base del parabrisas es enorme, como también lo es la cota de anchura, hasta el punto de que ambas butacas delanteras cuentan con reposabrazos individuales ajustables.

Volkswagen ID. Buzz salpicadero

El número de huecos para guardar cosas también es muy grande, al igual que la guantera o las bandejas de las puertas. Dentro del minimalismo imperante, los acabados dan una impresión de mayor calidad que, por ejemplo, en el compacto ID. 3.

Volkswagen ID. Buzz maletero

La fila trasera ofrece un grado excelente de espacio y confort. Y el maletero cuenta con una capacidad singularmente alta (1.121 litros)… probablemente un poco desproporcionada. Este enorme maletero es el rasgo más característico de la ID. Buzz y el motivo por el que este vehículo le encajará especialmente a quien necesite un lugar de almacenamiento grande y de formas regulares.

Volkswagen ID. Buzz en marcha

El ID. Buzz en marcha: aplomado y sorprendente

El ID. Buzz es un modelo pesado, que homologa 2.480 kilos con un ocupante. Por fortuna, al volante no parece nada intimidante. Lógicamente, no da la sensación de ser una bailarina, ni de contar con prestaciones fulgurantes (los 204 CV le permiten alcanzar 145 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 10,2 segundos), pero sí que aparenta unos 200 o 300 kilos menos.

El tacto de la dirección es bueno, suave, preciso y razonablemente rápido. El acelerador tiene una respuesta suave y lineal. Y el freno… podría tener mejor tacto en la primera mitad del recorrido; una deficiencia común a otros modelos de la gama ID.

La suspensión es firme. La decisión se entiende desde el punto de vista de garantizar el control del movimiento de la carrocería de un vehículo pesado, pero es un hecho que no va a pasar desapercibido para muchos pasajeros (especialmente, para aquellos ubicados en la segunda fila). En viajes largos por carreteras en mal estado, creemos que es un aspecto que puede llegar a pasar factura en términos de fatiga.

En términos de regeneración, contamos con dos niveles (D y B), y con una función de regeneración adaptativa que reacciona tanto a las características de la vía como a la presencia de otros vehículos y que, en términos eléctricos, es probablemente lo mejor del coche.

En cuanto a la autonomía, Volkswagen anuncia un consumo medio de 20,9 kWh/100 km y una autonomía oficial de 417 kilómetros. Las presentaciones no son el lugar ideal para llegar a conclusiones definitivas sobre los consumos, pero creemos que al autonomía real en carretera rondará los 300 kilómetros.

Sobre la recarga, Volkswagen ha implementado mejoras tanto en el hardware como en el software de la batería, y ahora este ID. Buzz es capaz de alcanzar los 170 kW de potencia pico en recarga, lo que le autoriza a pasar del 10% al 80% en un poquito menos de 30 minutos. El cargador embarcado es de 11 kW, de manera que la batería podría cargarse por completo, en corriente trifásica, en unas 8 horas.

Volkswagen ID. Buzz en campo

La opinión de Autofácil…  

Según Volkswagen, el ID. Buzz crea una nueva categoría de producto. Se trata de una reencarnación de una furgoneta como la T1, pero que sin duda apela a clientes con elevado poder adquisitivo y en los que el enamoramiento va a jugar un papel importante. El ID. Buzz es un vehículo icónico, deseable, tecnológico y atractivo, pero su naturaleza eléctrica entraña ciertas limitaciones que no casan con la filosofía de trotamundos aventurero que devora kilómetros sin saber dónde estará mañana.

Los vehículos eléctricos son capaces de devorar kilómetros… pero requieren de cierta planificación en los itinerarios. Una planificación para la que, sinceramente, no tenemos claro que los usuarios que se identifican con la revolución flower power estén mentalizados.

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