► Nuevo modelo ► De inicio, sólo con cinco puertas ► Nueva plataforma ► 470 litros de maletero ► Motores gasolina y diesel de 90 hasta 150 CV ►desde 16.500 euros llega en noviembre
Como siempre, el equilibrio lo representa el motor diesel de 115 CV.
¿Qué tecnología puede llevar?
Según acabados, dispondrá de aparcamiento automático, avisador de salida del carril, control de velocidad inteligente, freno de mano automático, acceso manos libres e, incluso, faros delanteros con leds para luces cortas, largas… -algo que, de momento, ofrecen los Seat León y Audi A3-.
¿A quién se parece por fuera?
Respecto al anterior 308, el nuevo modelo es más corto –pasa de 4,27 a 4,25 m de largo- y bajito –de 1,50 a 1,46 m-. Incluye rasgos de los últimos Peugeot, como el 208 o el 2008 y no faltan elementos como las luces diurnas de LEDs, un gran techo panorámico en opción o las llantas, de hasta 18″.
¿Qué más añadirá en el futuro?
Llegará una variante deportiva denominada GTI, con una puesta a punto del chasis específica y con una motorización 1.6 turbo de 260 CV. Asimismo, dispondrá de una carrocería familiar –SW- con cerca de 600 litros de maletero, que llegará en 2014, año en el que también se presentará la versión descapotable.
¿Y por dentro?
Destaca la instrumentación en posición más elevada de lo habitual -como en el 208- y una gran pantalla táctil de 9,7″ situada en la consola central y desde la que se controlan funciones como el equipo de audio, el navegador… Por espacio, será de los mejores de su segmento, sobre todo en maletero: con 470 litros ningún rival le iguala. Y, por calidad, mejora en ajustes y tacto de los mandos.
Lo peor es el pequeño volante, que tapa el cuadro de mandos.
¿Algo nuevo ‘bajo la chapa’?
Este Peugeot estrena una plataforma denominada EMP2 y, respecto a la del actual 308 destaca porque pesa 140 kg menos, algo que le permite ser más estable y ágil de conducir-según la marca-. Además, todo apunta a que no contará con una suspensión trasera multibrazo como en el Ford Focus -más refinada al circular sobre asfaltos en mal estado- o la amortiguación regulable de un VW Golf -que permite elegir entre un coche más cómodo o deportivo con pulsar
un botón-.
