El giro Premium que ha tomado Peugeot sigue su curso y ahora la marca gala nos muestra su reinterpretación de cómo debería ser una berlina deportiva. Con 4,70 metros, el Exalt se sitúa justo por debajo del Peugeot 508 -4,83 m- en cuanto a longitud, pero también lo hace en altura, pues sólo mide 1,31 metros de alto, es decir, una cota más propia de un deportivo.
Y es que este modelo toma la base del prototipo Onyx, de ahí que su carrocería esté construida en acero pulido, eliminando todo tipo de pintura a excepción de la parte trasera, justo tras el pilar C, revestida en un tejido conocido como Shark Skin que imita la piel de un tiburón.
Si el exterior rebosa deportividad, el interior, apto para cuatro plazas –pues se trata de un cinco puertas-, destila lujo y nobleza de materiales. Así, el acero se entremezcla con la madera otorgándole un aspecto mucho más minimalista, concepto que se comprende al ver los nueve botones, o Toogle Switches como lo denomina la marca, que se sitúan a ambos lados del volante.
Un puesto de conducción que mantiene la configuración i-cockpit de los 208 y 308, es decir, con el volante situado en una posición más baja que el cuadro de instrumentos, mientras que en la consola central se disponen dos pantallas táctiles escamoteables. Además, en el maletero –también recubierto de madera-, se integra el denominado Hybrid-kick, un patinete eléctrico plegable que se guarda bajo el piso.
Mecánicamente, emplea el sistema de propulsión HYbrid4 combinando el motor de gasolina 1.6 THP y 270 CV, que manda la fuerza a las ruedas delanteras, con otro eléctrico de 68 CV que transmite la fuerza al eje trasero; con lo cual, el Exalt es un vehículo de tracción total que, además, marca una potencia conjunta de 340 CV. La fuerza se transmite a través de una caja de cambios automática de seis velocidades. De momento no sabemos si se convertirá en realidad, pero que se presente en París ya es un buen síntoma.
