Éste adelanto irá únicamente en los pilotos traseros, representando un gran avance en el terreno de la iluminación, ya que generan luz sobre la base de capas semiconductoras compuestas por materiales orgánicos –polímeros generalmente-. Los componentes usados se encuentran encapsulados herméticamente entre dos placas de cristal o láminas de material sintético, con una estructura que ocupa una altura de aproximadamente 400 nanómetros, unas 150 veces más delgada que un cabello humano.
Además, la luz emitida no se dirige hacia un punto en concreto, sino que su función es cubrir una superficie de manera totalmente homogénea; por ello, su empleo principal estará reservado a los faros posteriores, cumpliendo a la perfección la función de ser vistos. Igualmente, en un futuro la iluminación OLED podrá implementarse en el habitáculo, creando un ambiente luminoso y agradable, pudiendo asumir diversas funciones de iluminación al tener la capacidad de adoptar formas muy diferentes.
Por último, representan otras ventajas clave. En primer lugar, que ocupen tan poco espacio redundará en un aumento de la capacidad del maletero o del habitáculo, reduciendo también el peso del vehículo y por ende el consumo y las emisiones. Seguidamente, gozan de una larga vida útil y carecen prácticamente de mantenimiento alguno. Asimismo, su consumo de corriente es inferior al de un LED convencional, lo cual derivará en una mejora de rendimiento en los motores de combustión.