La gama GTS de Porsche se completa con la llegada de las versiones correspondientes del Cayenne y del 911 Targa 4, que se suman a las ya existentes del Boxster, Cayman y Panamera.
GTS son las siglas de Gran Turismo Sport, siglas bajo las que Porsche pretende crear una serie de modelos más exclusivos, deportivos y equipados que las versiones normales de las que derivan. En el caso del 911 Targa 4 –a diferencia del coupé y del Cabrio, el Targa sólo se comercializa con tracción total-, equipa un motor 3.8 atmosférico de seis cilindros opuestos con 430 CV, y se puede adquirir tanto con cambio manual como automático PDK, siempre de siete marchas. Cuenta de serie con la suspensión adaptativa PASM, unas exclusivas llantas de 20 pulgadas con una suela tuerca central, detalles en negro brillante repartidos por la carrocería, escape deportivo de serie, faros bixenón…
Por dentro, el Targa está tan bien acabado como cualquier otro 911, si bien añade un volante forrado en Alcántara, material que también recubre parte de los asientos y de los paneles de las puertas. Se mantiene la gran cantidad de botones del resto de 911, algo que requiere cierto período de aprendizaje para poder usarlos con cierta rapidez y seguridad en marcha.
Las posibilidades de reglaje de la suspensión y de la respuesta del acelerador, del cambio y de los controles de tracción y estabilidad con los botones Sport y Sport Plus hacen que el 911 pueda ser tanto un modelo relativamente cómodo para un viaje largo como todo un deportivo. No es en ningún caso silencioso, algo que Porsche ha buscado deliberadamente. Y, si se conectan los escapes deportivos –pulsando un botón que hay junto al cambio-, menos todavía. Su sonido se vuelve aún más estruendoso al acelerar y emite unos ligeros petardeos al reducir, algo que resulta muy sugerente y deportivo. El hecho de disponer de medio techo duro retráctil con accionamiento eléctrico hace que la insonorización sea similar a la del 911 coupé cuando se circula con el techo cerrado; con él abierto, y pese a que se mantiene toda la parte de la luneta trasera, la sensación es mucho más parecida a la de viajar en un descapotable que con un simple techo solar.
Tener un 911 que pueda servir de coupé o de cambio tiene una pega: el peso. El targa es el más pesado de los tres. Si comparamos los pesos de las tres versiones con tracción total y cambio automático PDK, veremos que el Targa llega a 1.655 kilos, que son 20 kilos más que el cabrio y 90 que el coupé. Esto se traduce en una aceleración un poco peor –tarda 4,3 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, mientras que el cabrio lo hace en 4,2 y el coupé, en 4,0-, mientras que el consumo apenas se ve afectado: gasta 9,2 l/100 km, lo mismo que el cabrio y sólo 0,1 más que el coupé.
Por comportamiento, las diferencias del Targa respecto al coupé o al cabrio son poco apreciables, al menos en carretera. El Targa sigue teniendo una dirección muy precisa y un sistema de tracción muy eficaz, lo que unido al excelente trabajo de la suspensión hace que sus reacciones sean más ágiles de lo que uno espera de su peso. Cambia de dirección con facilidad, no tiene reacciones bruscas ni extrañas y transmite una gran dosis de deportividad a su conductor.
El motor se muestra especialmente pletórico por encima de las 5.800 rpm aproximadamente. Desde ahí y hasta las 7.500 rpm empuja con mucha fuerza. Como no tiene turbo, todo ocurre con cierta progresividad, algo que permite disfrutar mucho de su conducción cada vez que se apura un cambio de marcha. Por su parte, la caja de cambios PDK sigue siendo excelente por su mezcla de rapidez y suavidad. Su empuje es constante y no se aprecia interrupción alguna en la aceleración cuando se cambia de marcha, independientemente de que se utilice de forma manual o automática. Además, en la función Sport Plus –que sólo utiliza seis de las siete marchas de la caja- y si lo dejamos que cambie automáticamente, cuenta con una gestión electrónica muy bien puesta a punto que acierta prácticamente siempre con la marcha más adecuada, algo que no siempre ocurre con todas las cajas automáticas en los modelos deportivos.
En cuanto al precio, este 911 Targa 4 GTS PDK cuesta 162.734 euros, justo lo mismo que el 911 Carrera 4 GTS Cabriolet y 14.526 euros más que la versión Carrera 4 GTS Coupé.