El fabricante alemán de deportivos Porsche acaba de abrir una nueva planta de fabricación -el inicio de su construcción comenzó en 2014- en la población de Zuffenhausen, Alemania, únicamente para construir los motores propios de 8 cilindros. Los 400 trabajadores activos en esta factoría pueden construir una media de 200 propulsores V8 al día a plena capacidad, gracias a los métodos innovadores de fabricación, a técnicas vanguardistas y a las nuevas tecnologías usadas en dicha planta.
El aspecto más destacable de la nueva fábrica es su sistema de producción flexible, que compatibiliza perfectamente manufactura y automatización. No obstante, el ensamblaje de estos motores necesita unos procesos extremadamente precisos, por lo que la responsabilidad del éxito en su elaboración recae directamente sobre unos trabajadores altamente cualificados. Éstos están asistidos por las máquinas, las cuales están completamente a su disposición.
Por ejemplo, los vehículos transportadores eléctricos -alimentados por baterías de titanato de litio y que circulan sobre una red de 16.000 imanes- son programables por los empleados. Esta posibilidad los hace adaptables a los cambios de producto o necesidades de producción y susceptibles de modificación para adoptar nuevos métodos de producción. Por su parte, las herramientas también son ajustables y programables para realizar tareas diferentes -solo necesitan ser montadas en la nueva estación de trabajo, ya que son de empleo universal o ´reciclables´-.
Finalmente, resaltar que aunque los motores construidos en esta nueva fábrica irán a parar de momento solo al nuevo Panamera, las previsiones apuntan hacia la fabricación de mecánicas V8 para todo el Grupo Volkswagen. Oliver Blume, CEO de Porsche, ha declarado que este hecho permite asegurar el placer de conducción de los clientes y el empleo futuro de sus trabajadores. «Al mismo tiempo, estamos creando la base necesaria para situar a Porsche en una situación de liderazgo en la nueva era de la movilidad eléctrica», añadió.