Prueba Porsche 911 Theon Design 2021: una joya de granero

Nacidos en un modesto granero en Oxfordshire, los 911 restomod de Theon Design tienen su propio nicho en el universo de los Porsche restaurados. Conducimos la última creación de la compañía para descubrir qué la hace diferente.

Al salir de la carretera general, me pregunto si queda alguna granja en esta parte del mundo que se dedique exclusivamente a la agricultura y la ganadería. ¿Hay algún establo para vacas o granero que conserve el contenido para los que se crearon? ¿Algún establo que tenga caballos de los que llevan herraduras? El término ‘descubrimiento de granero’ (‘barn find’) generalmente alude a la imagen de un viejo Ferrari, Bugatti o Aston Martin que ha pasado décadas haciendo las veces de gallinero o repleto de zarzas.

Hoy en día, no obstante, en estos graneros es igual de probable encontrar algo nuevo y brillante, ya sea un coche terminado o componentes cuidadosamente fabricados. Hay mucho conocimiento y experiencia en modestos edificios de todo el país. Sin grandes letreros ni lujosas recepciones, solamente geniales proezas de la ingeniería escondidas tras persianas. Me temo que ‘El Granero Gris’ será un gran ejemplo, pero primero tengo que encontrarlo.

La estrecha carretera de acceso atraviesa campos durante más de kilómetro y medio, y empiezo a cuestionarme si me he equivocado de cruce, pero finalmente aparecen algunas construcciones en el horizonte. Una granja. Algunas oficinas. Maquinaria agrícola. Ah, y ‘El Granero Gris’, escondido en una esquina. El humilde hogar de algunos de los Porsche 911 restomod más bonitos que probablemente veas. El hogar de Theon Design.

Adam Hawley es el afable hombre que hay detrás de la compañía. Podrías llamarlo fundador o director general, pero esto lo hace parecer distante y ostentoso, y él no es ninguna de estas cosas. Es increíblemente entusiasta, rápido a la hora de elogiar el trabajo de otros y dispuesto a hacer énfasis en que los coches que se fabrican aquí son resultado del trabajo en equipo.

En cualquier caso, es una empresa nacida a raíz de un coche que era el proyecto personal de Adam. Se graduó en la Universidad de Coventry, con un título en Diseño de Transporte, y después pasó más de 15 años diseñando prototipos y coches de producción para marcas como BMW y Jaguar Land Rover, aunque durante ese tiempo también trabajó en el diseño de lanchas motoras o del Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo. También tiene verdadero interés en la arquitectura. Y siempre le han apasionado los 911 así que, cuando surgió la oportunidad, decidió dedicar sus habilidades de diseño a crear su propia versión de ensueño de un 911.

Cuando lo terminó, se quedó fascinado por la acogida. Allá donde iba le paraban para preguntarle sobre el coche, hasta el punto de que pensó: ‘quizá haya negocio en hacer más de estos’. Y nadie estaba más enamorado del coche que su propio hijo pequeño, Theo. Apenas lo suficientemente mayor como para ponerse de pie, se pasaba horas en el asiento del conductor jugando con el volante. Así que, cuando hizo falta un nombre para la compañía, Theo se convirtió en Theon.

Hoy en día, los coches que salen de este garaje de Oxfordshire son todos descendientes de aquel coche original. Se basan en modelos 964, y una vez se dejan con la carrocería al desnudo y se suben a un caballete, el trabajo puede comenzar. Los nuevos paneles de carrocería de la trasera se golpean a mano encima de plantillas de madera que han sido creadas con precisión a partir de los modelos 3D de ordenador creados por Adam. Esto si quieres un coche con carrocería de acero, por supuesto, ya que la fibra de carbono también es una opción. De hecho, los paragolpes y el spoiler de este coche son de carbono.

Hay cambios evidentes, como el largo capó, pero la clave está en los detalles. Adam siempre ha odiado los reflectores cuadrados de la zaga de los primeros 911, así que ha integrado un diseño más elegante en el faldón, que acoge los cuatro escapes (que recuerdan al Turbo), y los ha convertido en luces antiniebla. En la cubierta del motor, la placa metálica ‘Theon’ se ha diseñado para imitar las de los 911 originales.

Si el coche tiene un techo de cristal y hay que quitarlo, se retira al completo y se sustituye por uno original, con tomas de aire por encima de la luneta, donde también se esconde una tercera luz de freno. Adam describe el diseño de los retrovisores como ‘de prototipo’, pero hechos para ser prácticos en la calle. Están esculpidos en aluminio, se inspiran en los del propio Porsche Speedster concept de 2018, y son de ajuste eléctrico.

Por dentro, Adam ha tomado ideas de otros Porsche, así que aunque tiene un aspecto diferente, mantiene una sensación familiar. El reposabrazos, por ejemplo, se inspira en el del 356. Los tiradores de las puertas son de un 911 de finales de los 60 y principios de los 70, aunque invertidos y colocados más arriba. Los componentes que no quedan a la vista están acabados en cromato de zinc, como en los años 70, y cualquier soldadura se hace de la manera clásica de Porsche.

La lista continúa. Ya quede a la vista o no, hay una sensación de que todo el coche ha sido tratado como si fuera a verse a través de gafas de rayos X. Y lo más extraordinario es que parece un producto que ha sido mejorado y desarrollado durante muchos años y muchas versiones, pero en realidad es el tercer coche producido por Theon Design. El primero fue a parar a Alemania, y este es el segundo destinado a Hong Kong (HK002). Pero todavía no se marcha. Antes, gracias a su amable propietario, voy a poder conducirlo.

Acercarse a esos pasos de rueda ensanchados en un día soleado y con la llave en la mano es una gran sensación. El coche tiene aspecto decidido, pero mantiene cierta afabilidad gracias a sus suaves curvas. Y a pesar del evidente aumento de anchura, sigue siendo un coche pequeño para los estándares actuales. Ideal para nuestras carreteras.

Tira de la pequeña palanca escondida dentro de la maneta de la puerta y siente cómo se libera el mecanismo al abrir la puerta. Aunque a nivel estético yo no elegiría los asientos Recaro Sportster CS (hay otras opciones), se sienten familiares y me hundo en ellos. El pequeño volante Nardi al principio parece un poco demasiado, y los pedales desalineados requieren un momento de aclimatación, pero el interior sigue siendo deliciosamente íntimo: ese salpicadero recto, los cinco relojes de fondo negro y numeración en verde, el parabrisas… todo está mucho más cerca que en un coche moderno.

Gira la llave y el motor arranca con soltura. Un leve toque al acelerador revela un tacto pesado, si bien el pedal de embrague es muy ligero. La caja de cambios de seis velocidades es de un 993 y el tacto de su algo rechoncha palanca es preciso y suave. Nada de resistencia, ni de asperezas, sólo un tacto ligero y fácil.

El motor ofrece mucha suavidad y tiene una agradable cantidad de par a bajas vueltas, lo que lo hace genialmente utilizable. Al circular tranquilamente durante los primeros kilómetros, no da la sensación de que el motor bóxer de seis cilindros te esté provocando. Sabes que subirá de vueltas con ímpetu cuando se le pida, pero también parece feliz yendo tranquilo y relajado.

Dado que el sistema de escape es activo, puedes dejarlo en un ajuste más dócil que encaja mejor con esta actitud tranquila. Aún es lo suficientemente sonoro como para que la gente de los jardines levante la mirada, pero no fruncirán el ceño ni escribirán mentalmente una carta de queja al ayuntamiento.

Como para casi todo, Theon ofrece diferentes opciones para el motor. Cilindradas de entre 3.6 y 4 litros, o sobrealimentación por compresor. Este coche tiene un 3.8 litros atmosférico de 376 CV y 404 Nm de par, que es bastante para un coche que pesa solo 1.248 kilos con el depósito lleno. El precioso bóxer de seis cilindros es obra de Nick Fulljames, y con sus cuerpos de acelerador independientes, culatas modificadas, válvulas más grandes, cilindros y pistones Mahle, bielas Carrillo y componentes aligerados, es justo el corazón del coche que querrías.

Es el carácter del motor lo que realmente te saca una sonrisa

Tiene cierto aire a motor de carreras civilizado, lo que creo que es fabuloso. Las prestaciones sin duda llaman tu atención, pero es el carácter del motor lo que realmente te saca una sonrisa. El familiar sonido tiene un toque más crepitante y áspero, lo que le aporta una pincelada más pura a la grave banda sonora del Theon, pero sin lo desacompasado y terco de un verdadero coche de carreras. Y aunque puede ser civilizado, si activas el modo más agresivo del escape y buscas la zona alta del cuentavueltas, te regala un genial sonido sin restricciones, complementado por los chasquidos al levantar el acelerador.

El motor es tan placentero que casi no importa lo que haga el coche en las curvas. De hecho, es una sensación muy cercana a la de un 911 moderno cuando enlazas una serie de curvas. No me malinterpretes, sigues percatándote de que el motor está detrás y sientes esa preciosa sensación de tracción facilitada por el peso en la salida de las curvas, pero hay mucha más adherencia al iniciar los giros de lo que esperaba.

Cobra más sentido cuando te enteras de que Theon anuncia una distribución de pesos de casi 50:50 (presumiblemente con el depósito lleno en la parte delantera), gracias a que la vieja y pesada dirección asistida y la unidad de aire acondicionado se han remplazado por componentes eléctricos más eficientes y ligeros, que ahora están en el frontal del coche. La altura de la carrocería también es más baja que en un 964 RS y la suspensión, puesta a punto por Centre Gravity, incorpora amortiguadores KW Variant 3.

La gran cantidad de agarre disponible inspira confianza pero también te hace ser algo más cauto al ir rápido, precavido de la progresividad con la que ese agarre va cediendo al límite y de con qué rapidez podrías necesitar añadir contravolante. Dicho esto, en una curva rápida a derechas que llega a una otra más cerrada de izquierdas, el Theon despacha la transición de pesos con aplomo. Vuelvo a pasar, ataco esta vez la sección a izquierdas, acelero pronto y puedo confiar en la zaga, sintiendo cómo deslizan sutilmente los Michelin por el asfalto, ayudando a redondear la última parte de la curva.

El agarre es tal que necesitarías un circuito para investigar los límites, pero es fácil coger ritmo en carretera. Siempre y cuando seas relativamente suave, claro, ya que la altura resulta algo baja en algunas carreteras rotas y con desniveles. Baches y agujeros a veces generan sacudidas y golpetazos que, aunque esperados, son demasiado violentos. Resulta interesante que Theon se haya unido a Tractive para equipar un kit de suspensión adaptativa a su próximo ejemplar, y creo que esto podría ser una excelente solución: igualar las habilidades de la suspensión a las del motor.

Por supuesto hay un par de inconvenientes. El primero, el precio. Parece una regla universal que los restomod han de ser caros, y con precios que arrancan en 350.000 euros, no es una excepción. El segundo inconveniente es el Porsche 911 Reimagined de Singer; el 911 Theon Design cuesta la mitad que este.

Ambos modelos están basados en el 964 y ambos, a primera vista, tienen un aspecto muy similar. Curiosamente, Hawley cree que los valores de Theon son más cercanos a los de Ruf. Diría que hay más cosas originales de Porsche en este coche que en el de California, en el que todo, hasta la palanca de los intermitentes, se ha modificado. Creo que hay hueco suficiente en el mercado para ambos.

De hecho, sólo planean producir 25 ejemplares de este particular estilo de coche, así que seguirá siendo exclusivo (y puede que siga habiendo algún 964 original en el mundo). Siendo el diseñador entusiasta que es, te puedes imaginar que Adam ya está pensando en el próximo proyecto Porsche para Theon Design. Seguro que existen bocetos. Sea lo que sea, será excitante ver qué emerge de ‘El Granero Gris’ en el futuro.