Se trataba de tres unidades del Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé pintadas en blanco, fabricadas artesanalmente y con el único propósito de aparecer en la ceremonia. A bordo iban distintos cantantes que, al llegar al estadio olímpico, actuaron desde los propios coches. Los vehículos iban conducidos por personal de Rolls-Royce.
El motor del Phantom Drophead Coupé es un V12 con 6.7 litros de cilindrada, que entrega una potencia de 460 CV, enviada a sus ruedas traseras. Cuenta con una caja de cambios automática de ocho velocidades. El precio base de mercado de un Rolls-Royce Phantom Series II Drophead Coupé es de 513.000 euros? pero, en el caso de las tres unidades que participaron en la clausura de Londres 2012, sin duda este hecho habrá provocado que su valor aumente exponencialmente: Sólo ellas tienen la inscripción «London 2012, Citius, Altius, Fortius» en el centro de sus llantas, siempre en paralelo al suelo, sin girar con las ruedas. Dentro, el logotipo de Rolls-Royce en el volante ha sido sustituido por una antorcha y una corona de laurel, además de llevar placas conmemorativas en los paneles de las puertas que las acreditan como una de las tres unidades que aparecieron en la ceremonia.