Es verdad que si miramos a BMW, la última grande Premium alemana en mostrar músculo trimestral financiero -abril/junio-, presume de fuerte aumento en las ventas, impulsado por la electricidad y China. Es verdad que su facturación crece un 7,0 por ciento interanual gracias a un aumento del 11,3 por ciento en las ventas.
El número de vehículos eléctricos vendidos por el grupo BMW ha aumentado un 133,1%, y ya representa el 12,5% de las entregas, aunque son significativas las declaraciones del director financiero del Grupo, Walter Mertl afirmando que «estamos invirtiendo más de lo esperado en movilidad eléctrica”. Recordemos que en el libro de ruta del Grupo BMW figura que para 2024, al menos uno de cada cinco coches nuevos producidos por BMW tendrá propulsión totalmente eléctrica, luego uno de cada cuatro en 2025 y uno de cada tres en 2026.
Pero la bomba llega con la declaración en esta presentación de resultados por parte de su presidente Oliver Zipse: «no hay indicios de que el mundo abandone el motor de combustión, basta con mirar a los Estados Unidos o China. Europa es la única región que ha decidido una salida. Y nosotros somos productores globales”.
Pero el éxito trimestral del Grupo BMW en China hay que cogerlo con pinzas pese al aumento de las ventas en este mercado del 16,2 por ciento. Para las marcas del Grupo, China es un tercio de la facturación global y en los cuarteles generales de Munich son conscientes de quese enfrentan a tiempos cambiantes en este mercado por la ya feroz competencia de los players locales especializados en electricidad.
La caída de VW en el mercado chino
Y si no, miremos a Volkswagen con una caída del 1,2 por ciento en las ventas chinas en la primera mitad del año -el presidente Olivier Blume habla de “estamos fortaleciendo nuestra posición en China a través de asociaciones tecnológicas como las Xpeng y SAIC”-. Todo ello en un mercado que para el Grupo VW supone el 40 por ciento de sus ventas anuales y donde la marca Volkswagen ha perdido el tradicional liderazgo en este mercado a manos de BYD en ventas totales.
A nivel global, las ventas de eléctricos puros del Grupo Volkswagen están ahora en el 7,4 por ciento y se espera cerrar el año en una horquilla del 8 al 10 por ciento. Pero la caída china hace que las previsiones anuales globales de ventas ya no estén en la barrera de los 9,5 millones sino que caigan medio millón.
En el caso de la otra grande Premium alemana, Mercedes, ha visto caer sus ingresos un 9 por ciento en el segundo trimestre en este país en un entorno global para la marca que aumentaba un 5. El mercado chino supone para la marca de la estrella el 20 por ciento de las ventas totales del grupo. En estos momentos la participación de vehículos electrificados dentro de Mercedes es del 11 por ciento del total global de ventas. Además, la situación real de los mercados ha llevado a la marca a anunciar que su objetivo de tener un 50 por ciento de vehículos electrificados en 2025, se ha retrasado a 2026.
Según la consultora AlixPartners, los fabricantes chinos deberían satisfacer el 51% de la demanda interna de mercado en 2023, para alcanzar el 65% de su mercado interior en 2030. Curiosa, para finalizar, la declaración reciente de Luca de Meo, presidente de Renault afirmando sobre este mercado que «hace dos años todo el mundo me decía que era un problema no estar en China, pero se está convirtiendo en un reto para algunas marcas presentes allí«, y eso que allí fabrican su pequeño y exitoso eléctrico Dacia Spring, o la situación de Stellantis que, tras intentarlo durante mucho tiempo y con muchas de sus marcas, parece plegar velas en este complicado mercado.
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