BYD Seal U DM-i, donde las últimas siglas significan Dual Mode Intelligent, es la denominación que agrupa a tres versiones del BYD Seal U (un todocamino con 4,78 metros de longitud) dotadas de propulsión híbrida enchufable.
Las dos primeras de ellas, denominadas Boost (218 CV y tracción delantera) y Design (326 CV y tracción total), ya se pueden encargar y por unos precios, respectivamente, de 38.500 y 45.500 euros. Ambas son enchufables y cuentan con una batería de 18,8 kWh de capacidad bruta, de los que 14,1 kWh están reservados a la tracción 100% eléctrica, lo que les permite homologar, respectivamente, 80 y 70 km de autonomía WLTP (y disponer de la pegatina CERO).
Además, las 200 primeras unidades que se encarguen de ambos modelos contarán con un descuento directo de 3.510 euros, lo que dejaría los precios en 34.990 y 41.990 euros, respectivamente. Actualmente no existe ningún híbrido enchufable o PHEV que se aproxime siguiera a esa relación entre tamaño, prestaciones y precio.
Las primeras entregas de estas versiones del BYD Seal U DM-i se realizarán a partir de agosto, de manera que cabe la incertidumbre de si para entonces existirá un plan de incentivos a la compra de PHEV y EV como en actual MOVES. Si así fuera y las cuantías se asemejasen a las actuales, podría conseguirse un BYD Seal U DM-i por alrededor de 30.000 euros.
Además, en invierno llegará una versión denominada Comfort, y dotada de una batería aun más grande, de 26,6 kWh (20 kWh utilizables), que homologará 125 km en propulsión 100% eléctrica y que, a efectos de ayudas, se considerará un coche 100% eléctrico (al superar los 90 km de autonomía homologada). Este BYD Seal U DM-i Comfort costará desde 40.500 euros.
El BYD Seal U DM-i tiene una apariencia intachable
Desde el punto de vista de las dimensiones, el empaque y la calidad, el BYD Seal U DM-i parece un coche sobresaliente, transmitiendo una sensación muy alejada de ese precio de ganga o de «derribo» que le ha puesto BYD.
Por fuera es un coche atractivo y lleno de detalles interesantes, como una firma óptica frontal muy reconocible, una silueta aerodinámica (basada en la berlina Seal) y unas ópticas traseras atractivas.
La longitud de 4,78, junto con una batalla de 2,78 metros, garantiza una habitabilidad excelente en todas las plazas. El maletero cubica 552 litros.
Por dentro, el BYD Seal U DM-i combina buenos asientos, acabados de calidad, plásticos blandos y ajustes en apariencia excelentes.
La lista de equipamiento de serie también es inmensa, incluyendo incluso techo solar de grandes dimensiones y asientos delanteros ventilados y calefactados, Head Up Display o más de una docena de asistentes a la conducción.
Mecánica híbrida serie paralelo puro enchufable
El BYD Seal U DM-i cuenta con un propulsor de gasolina de tipo «híbrido serie paralelo-puro». Combina un propulsor 1.5 (atmosférico en las versiones Boost y Comfort y turbo en la Design) con dos motores/generadores eléctricos. La versión Design agrega tracción a las cuatro ruedas mediante un tercer motor eléctrico que opera sobre el eje trasero.
Mientras hay carga en la batería, el BYD Seal U DM-i funciona como un coche eléctrico. Agotada la carga, y durante la mayor parte del tiempo, el BYD Seal U DM-i funciona como un híbrido serie, en el que el motor térmico genera energía eléctrica para mover al vehículo. La experiencia sigue siendo similar a la de conducir un eléctrico. Finalmente, y a velocidades constantes superiores a los 80 km/h, el BYD Seal U DM-i funciona en modo paralelo, con el motor térmico accionando directamente las ruedas.
El consumo en modo 100% eléctrico se sitúa entre los 20 y los 25 kWh/100 km, de manera que los aproximadamente 15 kWh de batería autorizan una autonomía real mínima de unos 60 kilómetros, siendo la cifra homologada de 70 km.
La batería se puede recargar a un máximo de 11 kW en corriente alterna y hasta a 18 kW en corriente continua, de manera que puede llenarse en algo más de una hora.
En marcha, agradable… aunque algo blandito
En marcha, la característica más importante de este sistema es que resulta muy silencioso… más que alternativas como los propulsores de Toyota, Honda o Ford (el Kuga enchufable, disponible desde 38.600 euros, es una de las alternativas que se acercan a este BYD Seal U DM-i, aunque no es tan grande, ni parece tan lujoso, ni esta tan equipado).
En nuestra prueba hemos comprobado que la autonomía eléctrica es cierta, y que las prestaciones de la versión Design son más que suficientes. No hemos podido conducir la versión Boost, pero nos inclinamos por ella ya que el tipo de vehículo no demanda grandes aceleraciones o velocidades elevadas (próximas a la velocidad máxima, que está limitada a 170 km/h).
Una prestaciones «razonables» son, además, lo que pide la suspensión del BYD Seal U DM-i, que pareciendo de una calidad elevada, no deja de ser bastante blanda; más de lo que recomendaría la necesidad de sujetar entre 1.900 y 2.100 kilos de peso (conductor incluido) cuando se exprimen los 326 CV de la versión Design.
Además de la suspensión, tampoco nos ha convencido el tacto del freno, ni el funcionamiento del interfaz del sistema multimedia, que es impresionante en muchos aspectos (por ejemplo, la pantalla central de 15» es giratoria) pero peca cayendo en errores «tontos» que esperamos que se puedan solucionar con una actualización (por ejemplo, aunque cuenta con un ordenador de a bordo, no se sencillo de utilizar ni de entender).
La opinión de Autofácil…
El BYD Seal U DM-i, en sus dos versiones, se posiciona como el SUV grande enchufable más interesante del mercado. Podríamos sacarle un montón de defectos, y seguramente lo haremos cuando dispongamos de las primeras unidades, a finales de julio. Sin embargo, su precio actual (con o sin la promoción de 3.510 euros para las primeras 200 unidades) sería capaz de compensar, por decirlo con una analogía jocosa, incluso el que viniera con tres ruedas y sin volante.
Sin embargo, y lejos que carecer de esos elementos imprescindibles, el BYD Seal U DM-i viene con una lista de equipamiento que da la vuelta a la esquina, un interior muy convincente y una garantía general de 6 años o 150.000 km que sube hasta los 8 años o los 200.000 km para la degradación de la batería y los componentes del sistema eléctrico.
Recomendamos hacerse con uno ahora, porque todo apunta a que los precios actuales no se mantendrán indefinidamente.
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