Muchos fabricantes han encontrado en los vehículos comerciales la manera más sencilla de expandir su tecnología eléctrica, y Peugeot no es una excepción. Con las restricciones al tráfico que encontramos en ciudades como Madrid o Barcelona, contar con una gama de vehículos profesionales que pueda circular y aparcar sin limitaciones es una oportunidad que ninguna marca quiere desaprovechar.
En el caso de Peugeot, más allá del pequeño iOn, la oferta se limita actualmente a las versiones eléctricas del Partner, uno de los comerciales ligeros con más aceptación en el mercado español. Gracias a esta tecnología, el Partner Electric es una solución más que razonable para autónomos y empresas de reparto que se mueven de manera casi exclusiva por entornos urbanos.
Pero la firma francesa no se ha conformado con ofrecer este tipo de propulsión en la versión furgón, sino que también ha decidido extenderla a su variante modular de cinco plazas. Así es como ha nacido el Peugeot Partner Tepee Electric, un modelo que combina las ventajas de un monovolumen compacto -sobre todo en habitabilidad- y la versatilidad de un vehículo comercial.
Espacio real para cinco ocupantes
Una de las ventajas más evidentes del Partner Teppe es su habitabilidad interior. En un cuerpo de 4,38 metros de longitud, 1,88 m de altura y 1,81 m de anchura, este modelo permite viajar con comodidad a cinco ocupantes con sus respectivos equipajes sin ningún tipo de restricciones. Buena ´culpa´ de ello la encontramos en la banqueta trasera, compuesta por tres asientos independientes -todos ellos pueden plegarse e, incluso, extraerse por completo-.
Con los cinco asientos en su posición normal, el Peugeot Partner Teppe Electric cuenta con un enorme maletero de 1.350 litros de capacidad. Con los asientos traseros extraídos, el maletero crece hasta los 3.000 litros. La zona de carga es perfectamente aprovechable desde el piso hasta el techo y encontramos ganchos para anclar el equipaje y una toma de 12 voltios. A esta gran capacidad tenemos que añadir hasta 78 litros adicionales repartidos por diferentes huecos portaobjetos distribuidos por el habitáculo.
Otro de sus puntos fuertes son las dos puertas correderas laterales, que facilitan el acceso al vehículo a los ocupantes de las plazas traseras. El portón del maletero, además, cuenta con una luneta practicable para acceder de manera más sencilla a los objetos situados por encima de la bandeja.
Interior sencillo pero bien equipado
Por dentro, el Peugeot Partner Teppe Electric nos recuerda que estamos en un vehículo comercial. Su habitáculo destaca por su funcionalidad más que por diseño o calidad de materiales. Encontramos plásticos duros tanto en las puertas como en el salpicadero, algo lógico en este segmento, aunque bien ajustados. Los mandos son sencillos -algunos de ellos son idénticos a los utilizados anteriormente en el Peugeot 206-, así como las salidas de aire o la instrumentación. Por otra parte, todos cumplen su función sin mayor problema.
La postura de conducción es bastante elevada, muy similar a la de un monovolumen, aunque los asientos no sobresalen por sujeción lateral. La visibilidad es sobresaliente gracias a una enorme luna frontal y a unos retrovisores de generosas dimensiones.
A pesar de que el interior es sobrio y funcional, podemos encontrar un sistema multimedia con pantalla táctil de siete pulgadas, conectividad y cámara de visión trasera. Este sistema multimedia es sencillo, pero funciona a la perfección. Además, permite reflejar el contenido de nuestro teléfono móvil mediante Apple Car Play o MirronLink.
Una furgoneta para ir ´tranquilo´
Esta variante de pasajeros utiliza la misma cadena de tracción eléctrica que el furgón Partner Electric. El encargado de mover el vehículo es un motor eléctrico de 49 kW de potencia (67 CV), con un par de 200 Nm. La batería es de iones de litio y tiene una capacidad de 22,5 kWh. Con esta combinación, la marca francesa homologa una autonomía de 170 km en ciclo NEDC, aunque en condiciones reales de circulación nos movemos en el entorno de los 120 kilómetros. Y aquí es donde está uno de sus puntos débiles, ya que esta autonomía limita su uso a entornos urbanos y periurbanos -es ideal para ir al trabajo, dejar los niños en el colegio y hacer la compra, pero se queda corto para realizar escapadas de fin de semana lejos de la ciudad-.
Todo el sistema eléctrico, incluida la batería, se sitúa debajo del habitáculo, lo que tiene dos ventajas fundamentales: no resta espacio al interior del vehículo y consigue un centro de gravedad muy bajo. Esto último redunda en una gran estabilidad en marcha. En el exterior del Partner Tepee Electric encontramos dos tomas de carga: una para carga lenta -en un enchufe convencional de 8-10A o en una toma Green UP de 14A- y otra de carga rápida -permite cargar el 80% en 30 minutos con una conexión CHAdeMO de 95A-.
En marcha, el Partner Tepee Electric ofrece un rendimiento suficiente en ciudad, pero algo limitado en carretera. El aspecto que ofrece un mayor margen de mejora es la aceleración, ya que alcanza los 100 km/h desde parado en 19,5 segundos. Si a eso añadimos que la velocidad máxima es de 110 km/h, el resultado es un vehículo mucho más pensado para moverse entre el tráfico o en la ciudad que por vías rápidas.
Después de probarlo en condiciones reales de circulación, tanto en poblado como en carretera, podemos decir que en autovía encuentra su mejor ritmo alrededor de los 90 km/h. Por encima de esa velocidad el consumo eléctrico se dispara. Por debajo, ofrece un gran compromiso entre confort y autonomía.
Eso sí, donde mejor demuestra su potencial es en ciudad y atascos, donde el elevado nivel de confort se combina con una frenada regenerativa muy eficaz. De hecho, hemos llegado a realizar trayectos de más de 40 kilómetros por los alrededores de Madrid consumiendo apenas 20 km de autonomía.
Veredicto
El Peugeot Partner Tepee Electric es una buena opción para moverse por ciudad o ir al trabajo desde la periferia, pero su autonomía impide disfrutar de su versatilidad en los momentos de ocio. Si tenemos en cuenta su precio -por encima de 30.000 euros-, encontramos un hándicap muy importante. Sin embargo, la versión furgón nos parece ideal para profesionales o empresas de reparto que se muevan por entornos urbanos.
- Lo mejor: habitabilidad, maletero, confort, etiqueta Cero.
- Lo peor: diseño sobrio, calidad interior, baja autonomía, precio.