Para muchos conductores, un coche es más que un mero medio de transporte. Optar por un determinado acabado puede indicar cómo es tu personalidad o cuál es tu edad, y lo mismo ocurre en función del tipo de carrrocería que elijas. De su marca, forma y diseño puede depender tu identificación como una persona más dinámica o más clásica, así como tu estatus social y hasta rasgos de personalidad -seguro que quien opta por un Ferrari amarillo no suele ser alguien muy discreto…-. Precisamente, estos son algunos de los motivos por los que los SUV se han puesto tan de moda que han acabado con segmentos que hace sólo unos años estaban en pleno auge, como los monovolúmenes.
De estos, uno de los pocos que sobreviven con unos datos de venta considerables es el Citroën C4 Picasso, que ha sido rebautizado por la firma francesa como Citroën C4 Spacetourer, un modelo muy bien resuelto desde el punto de vista familiar -por espacio y practicidad-, con un buen precio, completo equipamiento y un diseño moderno y con personalidad.
Este modelo se vende con dos carrocerías: la normal de esta prueba, con cinco plazas, y la variante Grand Picasso, de siete. En esta ocasión, hemos optado por la primera, equipada con un motor 1.2 PureTech de gasolina con 130 CV.
Pensado para la familia
[sf_btn type=»seguros» txt=»Calcula el precio del seguro del Citroën C4 Spacetourer» url=»http://seguros-coche.autofacil.es/precios/coche/citroen/c4-spacetourer»]
Este C4 Spacetourer tiene una clásica carrocería de un solo volumen que se caracteriza por su formas modernas y por contar con una generosa superficie acristalada, algo que asegura una gran visibilidad tanto para el conductor como para los ocupantes; habitualmente lo agradecen los niños cuando viajan en sus sillitas. Mide 4,43 metros de largo -son sólo 15 cm más que un Seat León– y 1,61 metros de alto -que es incluso 1 cm más que un Seat Ateca-. Con todo, el interior ofrece una sensación de espacio muy grande, y cuenta con un montón de detalles prácticos que acrecientan su faceta más familiar: guanteras en el suelo, huecos por todas partes… Los cinco asientos individuales tienen un aspecto muy bueno, y el hecho de que cada uno se pueda colocar a nuestro gusto le da un plus de versatilidad muy importante.
Luego, cuando uno coge el metro para medirlo, descubre que esa sensación de amplitud es mayor de lo que realmente es, si bien se sitúa entre los mejores de su clase. Tiene un maletero que oscila entre los 537 y 630 litros en función de dónde se coloquen los asientos traseros.
El hecho de ser un coche familiar no significa que renuncie a la calidad, tanto que los materiales empleados son mejores que los que podemos encontrar en algunos SUV compactos. A esto hay que añadir la instrumentación digital configurable, o la gran pantalla central. Por cierto, queda bonita… pero, en la práctica, manipularla en marcha es mucho más engorroso que utilizar unos clásicos botones.
Un buen motor
El motor de esta versión es el 1.2 PureTech de gasolina. Se trata de un propulsor de tres cilindros sobrealimentado por un turbo. Y, quizá, a priori puede parecer poco motor para un coche que pesa 1.373 kilos sólo con el conductor. Sin embargo, sus 130 CV y un par máximo de 230 Nm disponible a sólo 1.750 rpm permiten que el Spacetourer se mueva con bastante soltura, mostrándose más que suficiente para realizar cualquier tipo de trayecto cargado y a ritmos legales.
En esta ocasión, hemos optado por la versión equipada con cambio automático de seis marchas. No tiene esa sobresaliente mezcla de rapidez y suavidad de una DSG del Grupo Volkswagen, pero cumple sin problema para el planteamiento del coche. En cualquier caso, destaca más por suavidad que por rapidez.
Por chasis, el C4 Spacetourer apuesta claramente por la comodidad. Además de estar bien insonorizado, su suspensión tiene unos tarados pensados para filtrar con dulzura los baches. En estas circunstancias, transmite sensación de aplomo, algo que también ocurre en carreteras de montaña mientras mantengamos ritmos normales. Si se intenta ir más deprisa, enseguida veremos que el C4 Spacetourer no es un modelo especialmente ágil: la carrocería balancea un poco más de lo debido, y esa apuesta por la comodidad provoca que la suspensión responda con unos movimientos un poco largos y lentos que terminan restando precisión y control. En cuanto se baja el ritmo, todo vuelve a la normalidad. Por su parte, la dirección tiene buen tacto y ayuda a sentir cuándo nos acercamos a esos límites del chasis que comentábamos, mientras que los frenos están a la altura.
¿Y por precio?
El aspecto económico es un punto a favor del Spacetourer, y no porque sea barato, sino porque es difícil encontrar algo tan cómodo, bien hecho, equipado y con un buen motor por menos dinero. Ahí está la clave de su merecido éxito. El precio oficial para esta unidad es de 22.650 euros, aunque podemos rebajar sensiblemente esta cifra bien mediante descuentos, bien eligiendo la caja de cambios manual, lo que rebajaría la tarifa en 1.350 euros.
Dentro apuesta por la amplitud y practicidad
El interior se caracteriza por llevar la instrumentación en el centro del salpicadero. Esto permite que sea muy limpio y genera, junto a la gran superficie acristalada, la sensación de que el coche es aún más amplio. La instrumentación es digital y configurable. No se ve mal… pero se consultaría más fácilmente si estuviese tras el volante. La distribución de mandos requiere un período de adaptación: hay muchos botones en el volante -16 en total- y el resto están en la pantalla digital, y no son fáciles de manipular en marcha.
La calidad está dentro de lo esperado, e incluso los materiales más blandos dan sensación de estar por encima de la media. Las pantallas a color -de serie- ayudan a mejorar esa percepción de coche bien hecho. La guantera principal es profunda pero estrecha, si bien hay huecos y guanteras por doquier: bajo los pies, en la parte inferior de la consola central, entre los asientos, en las puertas -de generoso tamaño-…
Delante: La postura al volante se caracteriza por estar más elevada que la de un compacto, por ejemplo. Esto hace que el acceso sea más cómodo y que la visibilidad mejore. A cambio, te sientes menos envuelto. El asiento tiene un mullido tirando a duro, algo que se agradece en viajes largos. Su sujeción en curva es correcta.
Detrás: Medidas con el metro, las plazas traseras son de las más amplias de su clase, y la central es bastante cómoda porque los asientos son individuales y el suelo, casi liso. Eso sí, las mesitas de los voluminosos asientos delanteros pueden molestar a los pasajeros más altos.
Maletero: El maletero oscila entre 537 y 630 l en función de la posición de la banqueta trasera. Destaca por la gran boca de carga, que además queda muy baja para facilitar el proceso. Por 600 €, puede tener apertura eléctrica.
¿Y si te lo compras manual?
El C4 Picasso 1.2 130 también se ofrece con un cambio manual de seis marchas que tiene un tacto tirando a duro, algo que le permite ser bastante agradable además de muy preciso. Frente al automático, es 0,1 segundos más rápido en la aceleración de 0 a 100 km/h -10,1 segundos- y consume 0,1 l/100 km menos -5,0 l/100 km-. El manual vale 1.350 € menos. Salvo que quieras un automático por comodidad, el manual es mejor opción.
El C4 Spacetourer, al detalle
- Las bandejas de los respaldos delanteros cuentan con una luz y una cinta elástica para sujetar cosas. Eso sí, son un tanto voluminosas y restan un poco de espacio detrás.
- Las cortinillas de las puertas traseras son de serie. Son prácticas y fáciles de colocar, pues se enrollan dentro de la puerta y sólo hay que tirar de ellas y colgarlas en la parte superior.
- El mando del cambio va en la parte superior de la columna de dirección. Lleva levas tras el volante para manejarlo de forma secuencial.
- Las guanteras que hay bajo los pies de los ocupantes son bastante prácticas para pequeños objetos. El Picasso es especialmente práctico.
- El freno de mano eléctrico es de serie. Va ubicado encima de la guantera central, un lugar quizá un tanto peculiar pero muy accesible.
- Los asientos delanteros puede llevar función masaje en opción. Según la tapicería que incluya, cuesta entre 400 y 1.100 € -mixta tela y cuero-.
¿Qué acabado elegir?
El C4 Spacetourer se ofrece con cuatro acabados: Live, Rip Curl, Feel y Shine. El más básico ya cuenta con un buen equipamiento de serie, pues lleva climatizador bizona, control de velocidad, freno de mano eléctrico, cinco asientos individuales… El Rip Curl suma elementos como lector de señales, navegador… El Feel añade llantas de 17″, navegador con pantalla de 12″, cámara trasera y acceso y arranque sin llave. Por último, el Shine suma faros bixenón, cámara trasera, aparcamiento automático, portón trasero eléctrico…
El veredicto
Si buscas un monovolumen amplio y práctico a buen precio y bien equipado, hay pocas opciones mejores que este C4 Spacetourer. Eso sí, si optas por este motor, quédate mejor con el cambio manual.
Ficha técnica del Citroën C4 Spacetourer 1.2 130 CV Feel
Motor | Gasolina, turbo, 3 cilindros en línea, 1.199 cc |
Potencia | 130 CV a 5.500 rpm |
Par | 230 Nm a 1.750 rpm |
Largo / ancho / alto | 4,43 m / 1,82 m / 1,61 m |
Velocidad máxima | 206 km/h |
0-100 km/h | 10,2 segundos |
Consumo | 5,1 l/100 km |
Autonomía media | 1.117 km |
Maletero | 537-630 litros |
Peso | 1.373 kg |
Cambio | Automático, 6 velocidades |
Depósito | 57 litros |