Hoy en día, la ‘calidad’ de un automóvil viene determinada por multitud de factores: imagen, prestaciones, calidad, tecnología, amplitud, comodidad… Es fácil que casi cualquier modelo, del segmento que sea, cuente en su gama con una versión que reuna esas cualidades… pero exigiendo un precio elevado; pero para saber si un coche es bueno de verdad, debe demostrarlo desde su versión básica de acceso. Y, por eso, nada mejor que probar el escalón de inicio de gama de una de las berlinas que más ha dado que hablar en el último año: el i40 con motor 1.6 GDI gasolina de 135 CV, carrocería de cuatro puertas y acabado de acceso, conocido como City. ¿Su precio? 21.190 euros… sin descuento.
La ‘historia’ del i40 en el mercado mundial tiene ya unos cuantos capítulos; en mercados como el coreano el coche -conocido como Sonata– se dio a conocer en 2009, para llegar un par de años al mercado estadounidense. Sin embargo, la versión europea hizo su debut a finales del año pasado… y, curiosamente, lo hizo con una carrocería familiar, a la que se unió a principios de este 2012 la berlina. Y esa berlina es la que ves en las fotos. Con unas dimensiones de 4,74 m de largo, 1,81 m de ancho y 1,49 m de alto está en la media de su categoría, donde hay modelos ligeramente más grandes -como el Ford Mondeo 4 y sus 4,84 m de largo- y más compactos -como el Renault Laguna, que se queda en 4,69 m-; como hemos comentado, se ofrece con dos carrocerías de cuatro puertas y familiar: lo mismo que el VW Passat, el Skoda Superb o el Peugeot 508… pero no hay una variante de cinco puertas, como la que también añaden los Opel Insignia, Ford Mondeo o Mazda 6.
Por estética, el i40 es realmente atractivo; atractivo como Hyundai, como berlina… y como vehículo en general, porque la marca coreana ha encontrado un estilo para sus modelos muy acertado. Tal vez recuerde ‘a este y al otro’, pero en conjunto tiene su propia personalidad y detalles bonitos como las luces diurnas con leds, su poderosa ‘trasera’ y su línea lateral bastante estilizada, con cierta reminiscencia de berlina-coupé -aquí el mejor ejemplo sería el VW Passat CC-. La gama de colores es bastante amplia, pues se puede escoger entre 12 tonos diferentes; sólo el blanco de las fotos es gratis, mientras que los 11 restantes son metalizados y salen por 400 euros.
La buena impresión que causa el exterior es trasladable al interior. Para empezar, el diseño simétrico del salpicadero llama la atención, con una bonita consola central donde se concentran todos los mandos, accesibles a conductor y pasajero. Así, el equipo de audio y el climatizador bizona -ambos de serie-.
A pesar de que hablamos de una versión básica, el equipamiento puede calificarse de razonable; así, este City viene de serie con todo lo habitual también en rivales parecidos: ABS, ESP, seis airbags, asiento trasero abatible por partes, cierre centralizado con mando a distancia, cuatro elevalunas eléctricos, ordenador de a bordo, espejos eléctricos, volante multifunción-. y añade elementos que son menos comunes, como el climatizador bizona -en la competencia suele ser aire acondicionado o clima monozona-, alarma, bluetooth o control de aparcamiento delantero y trasero. Eso sí, el listado opcional se reduce a la pintura metalizada que comentábamos antes -400 euros- y quien quiera lo último en tecnología -avisador de cambio de carril, acceso y arranque sin llaves, airbag de rodilla, aparcamiento automático- tendrá que fijarse en un acabado superior- que, por desgracia, no está disponible con este motor -básico- de gasolina. Por último, un punto a favor frente a toda su competencia es que el i40 viene de serie con cinco años de garantía sin límite de kilómetros y cinco años de asistencia en carretera.
La calidad es sorprendente; no es que sea -la nueva referencia-, pero sí que llama la atención que, a pesar de la menor experiencia de la marca en la fabricación de modelos de cierto nivel, el resultado sea equiparable al de un Opel Insignia, un Renault Laguna o un Ford Mondeo. Se han empleado plásticos de buen tacto, mandos sólidos y precisos, y todos los ajustes resultan de calidad. Además, hay detalles llamativos, como la instrumentación en tonos azules y con un bonito display en su parte central. Lo menos logrado se encuentra- en la zona del maletero, que no está bien rematada -por ejemplo, la zona superior no está recubierta y queda -al aire–.
Por espacio, el i40 está muy bien aprovechado; las dos plazas delanteras resultan muy cómodas y hay espacio de sobra. El puesto de conducción está bien resuelto, con un volante que dispone de buenos reglajes en altura y profundidad -aunque no tanto como en un VW Passat- y personas de talla muy diferente pueden encontrarse cómodas a sus mandos. También ayuda los buenos asientos delanteros, que resultan cómodos por mullido y con un diseño que permite sujetar bien el cuerpo en las curvas. En las plazas traseras hay muy buena anchura, un espacio para las piernas amplio -además, el suelo en esa zona es casi plano- y la altura es suficiente, aunque es tal vez su punto más discreto. Tres adultos viajan aquí sin ningún problema, aunque como en casi todos los coches del mercado que no son monovolúmenes, la zona central del asiento es menos cómoda, en caso de que tenga que viajar en ella un quinto pasajero.
En cuanto al maletero, dispone de 505 litros de capacidad, lo cual es un volumen intermedio; por ejemplo, un VW Passat se va a los 565 litros. La boca de carga no es especialmente amplia y bajo el suelo del maletero hay una rueda de repuesto de emergencia. Existe un i40 más práctico: el de carrocería familiar- pero no se ofrece, de momento, con este motor 1.6 GDI, sino sólo con el diesel 1.7 CRDi. Sin embargo, sus rivales sí permiten elegir una u otra carrocería con sus motores de gasolina de potencia similar.
En marcha, lo primero que hay que decir es que este coche parte de una nueva plataforma, compartida con el Kia Óptima. Por concepción o diseño es tan moderna como la de sus rivales- y, en general, su resultado es muy bueno. Lo primero que sientes al empezar a rodar es que transmite sensación de coche sólido, de calidad; de hecho, es como si llevases un coche más caro entre manos. Lo siguiente que percibes es la suavidad de la dirección; a baja velocidad o cuando se usa el coche en ciudad resulta muy agradable- y, además, con 2,9 vueltas de volante resulta lo suficientemente rápida. Lo malo es que esa -sobre-asistencia- se mantiene siempre- pero tampoco es un problema, porque su tacto en general es correcto, bastante preciso y con un adecuado nivel de -comunicación- entre las manos del conductor y las ruedas. Habíamos probado con anterioridad otros i40 diesel con enormes llantas de 18- que resultaban un poquito -secos– pero esta variante básica, con llantas de 16- y neumáticos de más perfil resulta muy confortable y agradable. Además, para un modelo de su tamaño y peso considerable –1.378 kg en vacio– se muestra bastante ágil y entra muy bien en las curvas cerradas. Por supuesto, el ESP viene de serie- aunque las reacciones del coche son completamente previsibles, progresivas y seguras. Por comportamiento y relación agilidad/confort se puede concluir que esta versión es tan buena como el mejor de sus rivales.
En cuanto al motor, también nos ha llamado la atención- para bien. No es la primera vez que probamos esta mecánica tan moderna de inyección directa; de hecho, hemos visto cómo se desenvolvía en un compacto-coupé como el Veloster, en una berlina más pequeña como el Elantra y en un todo camino como el ix35. Curiosamente, en los dos modelos de mayor peso, el ix35 y en este i40, es donde parece que el motor -cunde más-. De inicio, resulta silenciosísimo: es de esos vehículos que, al ralentí, parecen que están -apagados-, porque no suenan ni vibran en absoluto. Esa finura está presente también cuando el motor gira a altas vueltas– y, en general, la sensación es la de que es un motor muy bien puesto a punto. Las prestaciones no están mal; como decíamos al principio, parece incluso más rápido que un Elantra más ligero con el mismo motor. La respuesta no es contundente, pero sí que resulta instantánea al pisar el acelerador; además, el sonido es agradable y la rumorosidad a velocidad constante, muy ajustada. Pero si hay algo que destaca en este motor es lo poquito que consume; no sólo por su buen funcionamiento en sí, sino también por la aerodinámica del coche o la presencia de un sistema stop/start de serie -que desconecta el motor cuando nos paramos en un semáforo o atasco-, el i40 1.6 GDI es capaz de consumir entre 5 y 6 litros si somos cuidadosos con el acelerador, y apenas llegará a 7 en conducción normal. Como tiene 70 litros de depósito, la autonomía real puede acercarse a los 1.000 km, algo poco habitual en berlinas de gasolina que no sean híbridas.
En cuanto al tema del precio, el coste de esta versión de acceso es de 21.190 euros– aunque con su actual promoción de 1.500 euros, el coste final se queda en unos ajustados 19.690 euros. Una buena cifra, teniendo en cuenta lo que ofrecen sus principales rivales; por ejemplo, un Opel Insignia 1.4 turbo de 140 CV es algo mejor en prestaciones y también sale muy barato gracias a su descuento actual -23.300 euros- que se quedan en 19.749 euros con promoción- pero no viene tan bien equipado. O el Citroën C5 1.6 VTI 120 CV Business, muy cómodo, de precio similar –20.450 euros-, pero perjudicado en prestaciones y agilidad por su blanda suspensión y elevado peso. Aunque la alternativa más -peligosa- es el Toyota Avensis 1.8 147 CV Advance, por 19.990 euros, con una calidad fuera de toda duda y un amplio equipamiento de serie.