Ebro fue una marca española mítica. Te sonará, probablemente, más en concreto en el ámbito rural, donde era muy común ver maquinaria de esta marca. Ahora ha sido resucitada por el Grupo Chery de origen chino y ya cuenta con tres modelos en su gama: el recién llegado s400, este s700 y el más lujoso s800.
Bien, hasta ahora el s700 se vendía únicamente con un motor de gasolina, gama que ahora se verá complementada por una opción PHEV que anuncia 90 km de autonomía eléctrica gracia a una batería de 18,3 kWh que se puede recargar en corriente alterna a 6,6 kW de potencia y en continua a 40 kW.
Sigue midiendo 4,55 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,70 metros de alto. Y dispone de un maletero de 500 litros de capacidad. Es un automóvil con muchos lazos con otros modelos de marcas del Grupo Chery, como el Omoda 5 o el Jaecoo 7.
Si nos centramos en el nuevo producto, lo que tenemos aquí es un motor eléctrico de 204 CV de potencia asistido por un segundo motor eléctrico secundario y por un propulsor de gasolina 1.5 turbo de 143 CV.
Ebro no facilita la potencia máxima conjunta, pero en base a nuestras pruebas debe ser poco superior a esos 204 CV. No es un coche rápido, sino más bien uno con el foco puesto en viajar con comodidad y en experimentar una conducción relativamente similar a la de un coche eléctrico, puesto que la transmisión es directa, de una única relación.
Se trata de un híbrido que funciona tanto en paralelo como en serie, puesto que el motor de gasolina tiene doble función, tanto generar electricidad como colaborar al impulso de las ruedas delanteras. En parte es por eso por lo que su conducción es totalmente insípida, pero bueno, en esta clase de vehículos ese aspecto muchas veces no es determinante.
A nivel de chasis va en la misma línea. La dirección es ultra asistida, muy fácil de manejar pero que no transmite nada de lo que sucede en los neumáticos. Lo mismo con la suspensión, muy blanda en busca de la mayor esponjosidad para los ocupantes.
Claro que esto implica que yendo rápido, el Ebro s700 no se sienta cómodo. Todo lo contrario que circulando tranquilo, donde hay un buen confort y un notable aislamiento acústico.
Prestacionalmente hablando, puede acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y alcanzar 180 km/h, seguramente cifras lejanas de las que necesita el potencial comprador de un automóvil de este tipo.
Y el plus de la batería de 18,3 kWh, capacidad que se refiere a la neta por cierto, pues le aporta una autonomía eléctrica real que supera los 70 km, por lo que es un coche práctico para el día a día.
En cuanto a precios, arranca en 39.990 euros con el ya muy equipado acabado Premium, subiendo a 41.990 euros si optas por el Luxury. Sólo hay un rival híbrido enchufable que sale mejor de precio, y es el Ford Kuga PHEV (33.866 euros).
Y por dentro, es un poco como la última hornada de automóviles chinos que nos invade. Hay un equipamiento de serie riquísimo y unas calidades por encima de lo que esperábamos.
Claro que en otras cosas, cede, como por ejemplo en un sistema multimedia más lento y engorroso que el de muchas alternativas. Por ejemplo, quitar los ADAS aquí es un suplicio, como en tantos y tantos coches similares.
También me desagrada un poco la postura de conducción porque el asiento va muy alto. Sin embargo, luego lo ves y todo está correctamente ensamblado, todo está en su sitio… Ciertamente, no está mal. Venderán bastantes, auguro.
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