«La actual red de puntos de recarga eléctrica accesibles al público en España no contiene una adecuada proporción de infraestructura en función del tipo de recarga, potencias y tiempos». Esta es la principal conclusión del último informe elaborado de la Comisión de Movilidad de la Cámara de Comercio de España, que tras recabar, no sin problemas, la cantidad total de puntos de carga públicos en España: 8.545 a finales de 2020.
Y es que, como señala esta Comisión, presidida por Lucas Casasnovas, director de Seat MÓ, “no existe un registro oficial que permita conocer con exactitud la infraestructura de recarga pública disponible”.
Los puntos actuales, con baja capacidad
El estudio de esta Comisión expone que, de esos 8.545 puntos de recarga públicos disponibles a finales de 2020, únicamente 38 tienen una potencia “igual o superior a 250 kW”. Una característica clave, ya que, tal y como señalan “esta potencia es la única que permite asimilar la recarga eléctrica al reportaje convencional de combustible», esto es, con la que una recarga de un coche eléctrico tiene lugar en tiempos de 10 a 15 minutos.
El informe también destaca que el 91% de la red de recarga pública está compuesta por puntos de escasa potencia, lo que genera que, en función del cargador y de la capacidad de las baterías del vehículo, recargar un eléctrico en ellos conlleve actualmente de tres a 19 horas.
Pero, dejando a un lado la potencia de los puntos de recarga actuales, por Comisión considera que, de cara a alcanzar el objetivo de 5 millones de eléctricos en España en 2030, la red es insuficiente. No en vano, y según el ratio recomendado por la Comisión Europea, para ese año España debería contar con un mínimo de 500.000 puntos de recarga públicos.
Dos escenarios, escasez de puntos en cualquiera de ellos
La Comisión estima dos escenarios de futuro, en función de los hábitos de recarga de los usuarios. Así, en el escenario menos exigente, en el que la mayoría de los usuarios optara por llevar a cabo una carga lenta en puntos de recarga privados; estima que serán necesarios, al menos y para ese año, 289.130 puntos de recarga públicos… junto con algo más de 3 millones de puntos de recarga privados, hasta alcanzar los 3.292.363 postes de recarga.
Sin embargo, en el segundo escenario, aquel en el que los usuarios recurrirán más a cargas rápidas y ultrarrápidas, el estudio considera necesaria la presencia del mismo número de cargadores privados, mientras que los cargadores públicos (del que el 66% debería ser semirrápidos y rápidos) deberían alcanzar los 222.901. Eso supondría menos puntos en total, 3.226.134, pero de mayor potencia.
Sea como fuere, el informe no resulta demasiado optimista respecto a la proliferación de los puntos de recarga necesarios, y concluye indicando que “el cumplimiento de los compromisos asumidos por España para 2030 no será posible si se mantiene la actual trayectoria en la evolución del parque de vehículos eléctricos”.
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