Dentro de los planes de la gente de a pie –y no tan de a pie- no está comprarse un ultradeportivo de más de un millón de euros; y cuando alguien lo hace se imagina corriendo en circuitos, manteniéndolo impoluto, haciéndole fotos? y no en quedarse ‘tirado’ a un lado de la carretera.
Pues esto último es lo que le pasó al propietario del Bugatti Veyron Grand Sport del vídeo que acompaña esta noticia. Normalmente cuando alguien ve un vehículo apartado hace poco más que echar un vistazo a ver si se necesita de su ayuda. Pero cuando se trata de un coche de estas características, lo menos que se puede esperar es que el suceso se registre con un vídeo.
En este se ve al ´pobre´ hombre intentando repetidas veces arrancar ante la desesperación de los otros conductores de una concurrida calle de Londres, pero se comprende que la batería no daba para más. Por suerte contó con la ayuda de varias personas que, junto a su amigo el del Range Rover, que le prestó unas pinzas para la batería, resolvieron el problema.
La cuestión es que este asunto es bastante habitual en los coches de alta gama, ya que sus altos costes de mantenimiento impiden que se saquen asiduamente, por lo que la batería en ocasiones se descarga al recorrer solo unos pocos cientos de kilómetros anualmente.